Galería: Los cambios de look de Katy Perry
Katy Perry es una de las cantantes más camaleónicas de la escena internacional. A lo largo de los últimos años la hemos visto alterar su imagen con una facilidad impresionante. Su mérito reside en que no sólo ha transformado su estilo a la hora de vestir, sino que ha cambiado por completo la imagen de su cabello. Diferentes cortes de pelo y, sobre todo, diferentes colores, a cual de ellos más original, le hemos conocido en los últimos años.
A pesar de estas extravagancias y los cambios extremos, algo que siempre acaba por resentir una cabellera, no ha sido su caso. Su pelo goza de buena salud y su melena es una de las más cuidadas que podemos ver hoy en día en alfombras rojas y entregas de premios. El uso de productos de buena calidad de manera continuada, el ponerse en manos de profesionales del cabello y constantes cortes para sanear han de ser las claves para haberlo conseguido.
Sus inicios
Katheryn Elizabeth Hudson es el nombre real de la compositora, cantante, guitarrista y actriz nacida en Santa Bárbara en 1984. Fue en 2007 cuando se dio a conocer públicamente con una imagen fresca y natural, propia de sus 17 años. Poco queda ya de aquella melena morena, cortada a capas y con un flequillo ladeado con la que la conocimos y que hacían destacar sus ojos azules. Años más tarde volvería al moreno con una melena más larga, probablemente gracias a las extensiones.
Su primer éxito musical fue 'I kiss a girl'. Supuso una revolución y aún a día de hoy se puede decir que es la canción con la que todo el mundo identifica con Katy Perry. Lo descarado de la canción chocaba con la imagen cándida que ofrecía la joven californiana y se situaba muy lejos de la música góspel con la que ella creció.
Curiosamente el color natural de la cantante californiana es el rubio, aunque es el tono que menos hemos visto en su cabello. Ella misma ha reconocido las dificultades de poder volver a ese tono después de pasar por colores mucho más oscuros. Su cabellera es un buen ejemplo de que no se puede pasar de uno a otro color de manera inmediata.
Durante sus primeros meses como cantante de éxito centró la atención en las irreverentes letras de sus canciones y en sus estilismos, bastante escasos de tela y dejando a la vista buena parte de sus encantos. Ya entonces empezó a demostrar el gusto por los colores y cualquier acontecimiento público era bueno para sorprender con sus dispares vestidos y zapatos. Su melena morena seguía igual, con la variedad de introducir ondas y flequillos, dos constantes en su cabello desde que la conocemos.
Sorpresa en la alfombra roja
Katy Perry aprendió pronto que s orprender en la alfombra roja era un buen plan de marketing para llamar la atención y conseguir ser el tema de conversación al día siguiente en todos los corrillos del cotilleo. Puede ser que por ello siempre que cambia de look capilar se estrena en una alfombra roja, aunque en los últimos tiempos suele mostrar aperitivos en su cuenta de Twitter.
En primavera de 2010 Perry apareció en los Kids Choice Awards con una larga melena de ondas y en azul eléctrico. Era una peluca y es habitual que en estos premios los invitados opten por looks extravagantes, pero en realidad iba a ser un aviso de lo mucho que a la californiana le gusta cambiar el color y el corte de su pelo.
Semanas más tarde aparecería con su pelo natural teñido de un azul intenso, en una larga melena y con flequillo. A partir de entonces nos acostumbramos a ver que un día lucía una media melena y a las pocas semanas tenía una espectacular melena, a base de extensiones.
A partir de ahí se soltó la melena, en el sentido metafórico y en el literal. No se volvió a saber de esa imagen natural de morena hasta el verano de 2012 y se caracterizó por ser capaz de trasladar a su cabeza prácticamente cualquier color que se le ocurriese.
El matrimonio con Russell Brand y su pelo
Hay quien ha visto en los constantes cambios de color y corte de pelo de Katy Perry una expresión de sus diferentes estados de ánimo. Mientras duró su matrimonio con Russell Brand, entre 2010 y las Navidad de 2011, la conocimos con una amplia gama cromática. Fue su época más camaleónica, cambiando con mucha frecuencia y apostando también por ropas y maquillajes que sorprendían tanto como su pelo.
Buena muestra de lo difícil que resulta poder cambiar de color lo encontramos en el hecho de que Katy Perry apostó también por las mechas. Antes de convertir su melena en lila, uno de los colores más espectaculares que ha lucido, apostó por una combinación de mechas azules y lilas con la melena negra como fondo.
Pero no todos estos experimentos llegaron a funcionarle de la manera correcta. En junio de 2011 sorprendió apareciendo de pelirroja. Semanas más tarde, cuando volvía a un rubio similar a su color natural ella misma reconocía que lo anterior había sido un error y que había quedado así porque el rubio 'no había cogido' teniendo un moreno de base.
Esta vuelta a sus orígenes coincidió con una época de saneamiento de su pelo. Se lo cortó, un estilo Bob, y desde entonces no ha vuelto a dejárselo crecer demasiado. Siempre que aparece con una larga melena es a costa de extensiones.
El pelo corto le permitió también jugar con las ondas y crear diferentes estilos, todos ellos bastante vintage. Ha recurrido en varias ocasiones a las ondas al agua propias de los años 20 del siglo pasado, peinado que combina con estilismos propios de la época.
También por entonces tuvo su momento pin up, al igual que el resto del mundo. Su diferencia es que ella lo llevo con el pelo rosa, más o menos intenso en función de la insistencia que hubiera tenido con el tinte. En verano de 2011 la llegamos a ver con el pelo completamente blanco, aunque fue por cuestiones del guion -y probablemente se trataba de una peluca en la que mantuvieron su pequeña melena-. Este estilismo se vio únicamente en el videoclip de 'The one that got away'.
El azul, el más recurrido
A pesar de todos los colores por los que ha pasado el cabello de Katy Perry el más característicos de todos fue el azul, a juego con sus impresionantes ojos. Fue el que eligió en enero de 2012 para reaparecer públicamente tras su divorcio con Russell Brand. Lo hizo con un corte Bob, ultra liso y un azul ceniza.
A lo largo de los siguientes meses mantuvo el azul, aunque fue cambiando la intensidad. En ocasiones tiró de extensiones para hacer crecer su cabello y también recurrió al flequillo recto. Del azul tuvo una evolución al morado y en el verano de 2012 regresó al moreno con el que lo conocimos y de nuevo a un estilo Bob totalmente saneado.
En los últimos años Katy Perry ha mantenido este color, dándole más volumen a sus peinados y recurriendo frecuentemente a las ondas. Sin embargo con la llegada de la primavera apostó por introducir un nuevo cambio en su pelo, que se confirmó hace unos días cuando la vimos con una melena verde. La última de sus extravagancias capilares.