Durante el verano, para combatir el calor son muchas las personas que deciden ir a refrescarse a una piscina. Esta refrescante opción es perfecta siempre que no se tenga una playa cerca -o no te guste la playa- o por cercanía nos suponga mucho más cómoda. En toda piscina hay cloro, ya que éste sirve para evitar que virus y bacterias sobrevivan en el agua y pueda haber algún tipo de riesgo para toda aquella persona que entre en contacto con el agua.
Esta razón higiénica hace que una piscina sea el lugar donde más cloro puede concentrarse. Entre otras consecuencias, nuestro cabello se expone a ser dañado por éste componente, sobretodo en el caso de que nuestro pelo esté teñido. Por ello hay que tenerlo en cuenta y poner medidas para que el daño causado por el cloro de la piscina sea el menor posible.
Cómo afecta el cloro al cabello en general
El cloro de la piscina afecta a nuestro pelo por los compuestos químicos que tiene dejándolo seco, áspero y sin brillo. Además lo debilita hasta el punto de que sea muy frágil y se rompa con más facilidad. Por ello, hay diferentes opciones que puedes adoptar para que éste se vea sano durante los meses de verano. Lo principal, es que elimines los restos de cloro que queden en tu cabello cuanto antes.
En el caso de que aún no te vayas a ir de la piscina, dúchate para eliminar los restos que puedan quedar, y si estás ya en tu casa, emplea un champú para cabellos secos o dañados que repare el daño causado. No olvidar el uso de una mascarilla para que el efecto sea mayor. El uso de gorro, aunque no resulte muy estético visualmente, también puede ser una opción para combatir este daño en nuestro pelo. Una vez finalice la época estival, lo más recomendable es que acudas a tu peluquería para que te corte el pelo dañado y así hacer que tu cabello vuelva a lucir tan sano como al principio del verano.
Así afecta el cloro al pelo teñido
El cloro es más agresivo
El cloro afecta de manera más directa a un cabello teñido ya que al tratarse de un tinte, éste actúa de una forma más directa y agresiva que si se trata de un pelo natural. Los químicos del cloro influyen en el color del pelo teñido ya que éste no deja de estar tintado con otros químicos.
Se puede desteñir u oxidar
Lo más probable es que cualquier cabello teñido que entre en contacto con el cloro se destiña o se oxide. Además, el cloro no afecta de la misma manera a todas las tonalidades de pelo teñido que existen, el tinte rubio es el que se lleva la peor parte al entrar en contacto con el agua, ya que se vuelve verde. Se trata de una reacción entre los pigmentos azules del agua clorada y el amarillo del pelo. Cuanto más poroso el pelo, más verde. Además esto también influye si en el lugar de tener todo el pelo teñido tienes unas pocas mechas de color rubio.
Soluciones que se pueden adoptar
- Poner una aspirina en agua tibia y revolver hasta que ésta quede disuelta del todo. Una vez que veas que ya no hay rastro de la aspirina, aplícate la mezcla en tu cabello y déjalo actuar durante 5 minutos. Una vez acabado este tiempo, procede a lavarlo como lo haces habitualmente. Esto debería haber rebajado el color verdoso que ha adoptado tu pelo teñido de rubio.
- Utiliza un champú con tiosulfato de sodio. Este champú neutraliza la reacción química que se produce en tu cabello teñido. Los champús de natación muchas veces tienen este ingrediente incluido, así que fíjate en las etiquetas porque puede convertirse en tu mejor aliado. Después, utiliza un acondicionador humectante para darle a tu melena algo de la humedad que pierde en la piscina.
- Mezcla 1/8 de taza de bicarbonato de sodio con suficiente agua para que el resultado sea una pasta espesa y pegajosa. Una vez lista, espárcela por tu cabello dañado haciendo un pequeño pasaje circular con tus dedos a la hora de aplicarlo. Deja a la mezcla de bicarbonato actuar unos 5 minutos y acláralo por completo. Por último, haz tu rutina normal de limpieza de cabeza utilizando una mascarilla final para hidratar tu pelo. Con esto tu cabello teñido volverá poco a poco a su color original abandonando el tono verdoso en el que se ha transformado.