La caída del cabello es un tema que preocupa a millones de mujeres. Aunque es normal que en determinadas épocas del año, sobre todo a final de verano y principio del otoño, se nos caiga más pelo de la cuenta, no es algo que deba alarmarnos. Tanto hombres como mujeres perdemos al día y sin darnos cuenta entre 50 y 100 cabellos, pero de la misma forma nos siguen creciendo. En el caso en que veamos por la mañana más cabellos sueltos de la cuenta en la almohada o a la hora de lavarnos nuestro pelo en la ducha, podemos comenzar a pensar que puede haber un problema de mayor gravedad y tratarlo.
Aunque ver caer el pelo puede resultar algo muy alarmante y creamos que vamos a sufrir en todos los casos alopecia severa, no debemos preocuparnos tanto, ya que en la mayoría de las ocasiones se tratan de problemas pasajeros que podemos solucionar con un cambio en nuestra rutina diaria.
Causas de la caída del cabello
Pese a que, como hemos comentado antes, en algunas épocas del año la caída del cabello sea algo de lo más natural, las causas reales de una pérdida de pelo considerable son muy variadas en cuanto a origen y gravedad.
Las causas más comunes y naturales de que este problema nos asalte se deben a fallos en la alimentación que hacen perder algunos nutrientes necesarios, desequilibrios hormonales debido a la ingesta de algún tipo de medicamento relacionado o por embarazo, o incluso una época o situación personal que nos esté generando más estrés de lo habitual. También influye en la cantidad de pelo que podamos llegar a perder de forma "natural" un abuso exceso en el consumo de tabaco.
En un segundo nivel podría ocurrir que la pérdida del cabello se debiera a causas un poco más importantes y complicada como pueden ser las infecciones capilares o algunas enfermedades como la anemia por ausencia de hierro en nuestro organismo, también llamada anemia ferropénica.
En un nivel más grave existen otras enfermedades autoinmunes del organismo o incluso el lupus o la diabetes también pueden causar este problema. Algunos tratamientos de enfermedades como la quimioterapia son conocidos por producir esa pérdida absoluta del cabello, que volverá a crecer una vez finalizado el tratamiento. Incluso pacientes con trastornos mentales como la tricotilomanía tienen tendencia a arrancarse o retorcerse el cabello hasta tal nivel puede llevar a provocarse calvas en el cuero cabelludo.
A nivel externo siempre hay que tener presente la opción de que la alopecia en las mujeres puede tratarse simplemente de un problema hereditario y que va desarrollándose más a medida que pasan los años.
Soluciones para la caída del cabello
En un primer momento, si vemos que estamos padeciendo una caída de cabello más importante de lo normal, lo que debemos hacer es acudir a nuestro médico habitual y que nos haga un examen valorando los factores que pueden afectar a que este problema esté ocurriendo. Se mirará el historial médico, los medicamentos que están siendo ingeridos en ese momento y se realizará una analítica que nos descarte la falta de algún nutriente importante en nuestro organismo que esté dando pie a esta pérdida irregular de pelo.
En el caso en que se deba a alguna carencia de nutrientes o alguna enfermedad infecciosa, será el mismo médico el que nos recete algún tipo de tratamiento para paliar el problema y con ello el cuerpo, una vez sano, volverá a la normalidad.
En el caso en que se trate de una alopecia real por factores genéticos, existe la solución quirúrgica del trasplante o injerto capilar. Este tratamiento se basa en extraer cabello de la zona posterior de la cabeza, donde la pérdida siempre suele ser menor y los cabellos suelen ser más fuertes, y trasplantarlos a esas zonas donde se están observando las pérdidas más notorias.
Trucos para prevenir la caída del cabello
Además de todos estos problemas mencionados anteriormente que tienen una solución médica en su mayoría, existen otros factores que podemos evitar en nuestra vida diaria para la caída del cabello:
- Se recomienda no abusar de productos químicos para el pelo que pueden afectar a nuestro cuero cabelludo perjudicándolo gravemente y produciendo pérdida de cabello excesiva. Entre ellos se encuentran los tintes y algunos champús con componentes muy abrasivos.
- Además también es mejor llevar el pelo suelto que recogido en un moño o cola de caballo, ya que por la fricción también podemos romper y maltratar nuestro pelo y que crezca menos y más débil.
- También debemos controlar el uso de los instrumentos que aportan calor a nuestro cabello como las planchas y secadores, ya que también pueden dañarlo.
- A la hora de peinar y desenredar nuestro cabello, no abusar de peines y cepillos de púas de plástico y muy artificiales, ya que en muchos casos en lugar de desenredar se limitan a romper muchos de los pelos, acrecentando su pérdida.