El peinado que llevamos es parte de nuestra personalidad, dice algo de nosotros mismos y transmite esa idea a quienes nos rodean. Hoy en día son muchas las posibilidades que se nos presentan a la hora de peinarnos, debido en buena parte a la gran cantidad de productos para el cabello que existen en el mercado.
Sin embargo, no todos tienen los mismos usos y aunque puedan parecerse inicialmente, hay sustanciales diferencias entre alguno de ellos. La confusión más habitual viene de la mano la gomina y la cera, dos productos de fijación parecidos, pero que en realidad son diferentes.
Cierto que se utilizan ambos para fijar el peinado, pero contienen ingredientes distintos y su utilidad tampoco es la misma. En apariencia, la cera para el pelo se parece a la gomina, pero las similitudes prácticamente se quedan ahí. Las dos tienen una textura untuosa -aunque la gomina presente un aspecto de gel-, hay que aplicarlas sobre el pelo con la mano y lo más habitual es que carezcan de color.
Desde el momento de su fabricación ya apreciamos las diferencias, en los ingredientes que se utilizan en uno y otros caso. La glicerina o el trietanolamina son las dos sustancias que tienen en común, pero luego hay un listado de productos químicos en que difieren. Además, la cera lleva agua destilada y la gomina agua filtrada. La primeras de ellas incluye vaselina en su receta, lo que permite la fijación del peinado una vez la aplicamos.
Diferencias entre cera y gomina
La utilidad que tienen uno y otro producto también es diferente. Mientras que la gomina principalmente fija y mantiene el aspecto mojado del cabello, la cera lo que hace es moldearlo para fijarlo. Así es habitual que la primera se utilice mayormente en cabellos cortos, de ahí que hasta hace unos años fuera un productos masculino. La cera se puede usar para dar forma a largas melenas y lo que consigue es dar brillo al pelo y evitar el encrespamiento, por lo que es altamente recomendable para cabellos rebeldes o cuando se está en zonas con mucha humedad.
Su presentación tampoco es la misma. La gomina en gel se suele encontrar en tubos que hay que apretar para poder obtener el producto. La cera para el pelo tiende a aparecer en botes de pequeño tamaño, en los que hay que introducir la mano para extraerla, como si de una mascarilla capilar se tratase.
Cómo aplicar la cera para el pelo
A la hora de aplicar estos productos sobre el cabello también se perciben notables diferencias. La gomina suele ser más fácil de manejar, mientras que la cera hay que trabajarla con las manos antes de moldear el peinado. En caso de no hacerlo resulta costoso y engorroso extenderla sobre el pelo y no cumplirá su función: lo que hará será ensuciarlo. Lo recomendable es coger una pequeña cantidad del producto en la palma y darle calor con la otra mano antes de peinar el cabello con ambas manos definiendo el peinado.
De esta manera se garantiza que el producto no quede apelmazado, que favorezca un peinado natural y apenas deje residuos en el pelo, al contrario de lo que ocurre con el gel. Además, la cera puede utilizarse en cabellos húmedos y secos, mientras que la gomina solo con el pelo mojado, ya que además ayudará a mantener ese aspecto de estar recién salida de la ducha.
Efectos en el cabello
A la hora de retirar los productos también hay diferencias, porque la cera se va eliminando con los cepillados de forma natural, mientras que para quitar el gel hay que volver a lavar el pelo.
Otro de los inconvenientes que presenta la gomina es que, en muchas personas, favorece la aparición de caspa, uno de los problemas capilares más molestos y antiestéticos.
La cera, por el contrario, no deja residuos en el pelo. Tampoco provoca la aparición de caspa, como el gel. Todo lo contrario. Buena parte de las ceras que existen en el mercado incluyen ingredientes naturales, antioxidantes y fórmulas con magnesio, sustancias que ayudan a vigorizar el cabello además de disciplinarlo. Con todo ello ofrece una fijación máxima con apenas unos cuantos pasos. Si habitualmente no tenemos mucho tiempo para peinarnos la cera para el pelo puede ser un gran aliado porque, en apenas unos segundos, nos ayuda a moldear el peinado y proporciona un resultado de calidad.
Aspectos negativos
Por lo que se refiere a los aspectos negativos de la cera para el pelo podría decirse que lo peor que tiene es que es un producto que apareció en el mercado hace apenas unos años.
Esto hace que aún se considere una novedad, por lo que su precio suele ser más elevado que el de la gomina. Aunque hay que tener en cuenta que, normalmente, se precisa muy poca cantidad de producto para fijar el peinado.
Relacionado con el hecho de que sea un producto relativamente nuevo se encuentra el hecho de que no todas las empresas han podido desarrollarlo de manera adecuada. Así, nos encontramos que en el mercado no sean numerosas las empresas que tengan buenas ceras. Evidentemente las mejores son las que tienen un precio más elevado, mientras que las de gama inferior o marcas blancas suelen resultar de peor calidad y, en ocasiones, se parecen demasiado a la gomina.
Al igual que ocurre con el gel o con otros productos de fijación, o como las espumas, no todas las ceras para el cabello se adaptan a nuestras necesidades y gustos. Lo más recomendable es probar varias hasta que demos con la que se ajuste a lo que buscamos.