La laca es el fijador más conocido de todos los tiempos. En el baño de nuestras abuelas no faltaba un bote de laca cuando éramos pequeños y es uno de los olores más característicos de las peluquerías de antaño.
Sin embargo, en los últimos años y ante la aparición de otros muchos productos con una función similar, ha caído en el desuso e, incluso, se ha visto cuestionada. ¿Es la laca perjudicial para el pelo? Si se hace un uso adecuado de ella no, pero como casi todo tiene sus pros y sus contras.
¿De qué se compone la laca?
La laca es un potente fijador, lo que en muchas ocasiones lleva a pensar que puede estropear el cabello. No es cierto. Aunque se usara laca todos los días, podría tenerse un pelo sano y en buenas condiciones. Y, para ejemplo claro, el pelo de las abuelas, aunque el uso de laca no significa tener que llevar un peinado tan rígido como el suyo.
La laca para el cabello se extendió entre la población a partir de la segunda mitad del pasado siglo XX. Por entonces la mujer tendía a lucir un peinado con volumen y la laca se convertía en su mejor aliado. ¿Cómo consigue dar volumen y fijar? La laca está compuesta por una serie de polímeros, popularmente conocidos como resina, que hacen que los mechones de pelo queden inmóviles y juntos tras ser aplicados con un aerosol.
También contiene alcohol en diferentes cantidades. Es interesante leer los componentes de la laca porque cuanto más alcohol lleve más va a resecar el pelo. Si no se usa del modo correcto (aplicar siempre desde una distancia de más de 20 centímetros) o en exceso, puede dejar restos pegajosos.
Cómo eliminar laca del pelo
La laca se puede eliminar con un simple cepillado, así que es primordial cepillarse el pelo por la noche. En este sentido, es un proceso similar al del maquillaje. Irse a la cama con restos de maquillaje es perjudicial para la piel, que no podrá respirar. Igual ocurre con el pelo si se deja con restos de laca durante muchas horas. Eso sin contar, además, que al día siguiente resultará de lo más difícil y doloroso peinar el cabello.
Por ello hay que cepillarse el pelo para eliminar la laca. Verás que recupera su aspecto natural y que tampoco es necesario lavarlo de manera inmediata. Eso sí, hay que hacerlo con frecuencia porque al igual que cualquier otro fijador a fuerza de usarlo acaba por dejar restos en el cabello. Si al cepillar el pelo varias veces el cabello no queda limpio, deberías plantearte un cambio de marca, porque esa no resulta demasiado buena.
Cómo usar de forma correcta la laca
En el mercado existen diferentes tipos de lacas en función de la fijación que se quiera o el tipo de pelo que se tenga, ya sea liso o rizado. Hay que elegir el que sea necesario para cada ocasión:
- Una laca de fijación fuerte es la ideal en el caso de que nos hagamos un moño y no queremos que se salga un pelo de su sitio. Es la perfecta para acudir, por ejemplo, a una boda en la que vas a tener que estar perfecta durante horas.
- Para lucir la melena suelta basta usar una laca de fijación media para evitar el encrespamiento y darle un brillo extra. Hoy en día existen multitud de marcas que trabajan fórmulas ligeras, perfectas para peinados sencillos y looks naturales, que no apelmazan el cabello.
Usar la laca con moderación
También hay que usarla con moderación. No es plan de usar un bote de laca al día. Hay que utilizar la cantidad justa. Si empleamos más laca de la debida lo único que vamos a conseguir es estropear el peinado, que adquirirá un aspecto apelmazado. Y lo más importante a la hora de aplicar la laca: hacerlo a cierta distancia y evitando que entre en contacto con los ojos.
A la hora de retirar la laca se puede pensar que lo más práctico es lavarse el pelo y así desaparecerá la fijación. La verdad es que no es un buen consejo. Lo mejor es retirar la laca con el cepillado y luego lavarse el pelo. De este modo evitaremos nudos y tirones innecesarios.
Los inconvenientes de la laca para la salud
Recientes estudios han relacionado la laca con el desarrollo de enfermedades genitourinarias en los hombres. Esto no quiere decir que un hombre que esté cerca de estos productos sea proclive a sufrir la enfermedad, pero sí se recomienda que las mujeres embarazadas no usen este fijador y se decanten por otro durante la gestación.
Si la madre utiliza laca, especialmente en el primer trimestre del embarazado, parece que hay mayor riesgo de que el hijo tenga hipospadias. Los flatalos, uno de los compuestos químicos presente en las lacas, pueden producir malformaciones en los genitales masculinos si hay una sobreexposición a los mismos. No sólo aparecen en este fijador, sino que son frecuentes en cosméticos y disolventes.
La laca tendría efecto en el feto si la madre está expuesta a mucha cantidad de este fijador de manera continua, lo que lleva a pensar en que afectaría a profesionales de la peluquería y no a aquellas personas que utilicen fijador ocasionalmente. Aún así, para evitar riesgos se puede buscar alguna marca que no incluya flatalos o producir su propio fijador casero, libre de estos compuestos químicos.