Cuando hablamos sobre cuidar el cabello siempre se dice que es de vital importancia prestar atención a qué productos usamos. ' Cuantos menos químicos, mejor ' es una de las máximas. También se hace especial hincapié en que se eviten productos especialmente baratos y de dudosa calidad prestando especialmente atención a los ingredientes. También cuando hablamos sobre herramientas todos tenemos en mente que cuánto mejor sea la marca -y más caros-, también mejor.
En cambio, muy pocas personas prestan atención o nos avisan de que, por muy buenas que sean la herramientas, si estas no se cuidan se acaban convirtiendo en un verdadero enemigo para nuestro cabello. ¿Sabes que las herramientas hay que limpiarlas? ¿Sabes qué puede hacer pequeñas cosas para que estas herramientas duren mucho más tiempo en buen estado y así te merezca la pena invertir mejor en ellas?
A continuación te explicamos cómo limpiar cada una de las herramientas para que no estropeen tu cabello cuando las uses y además también te duren mucho más.
Cómo limpiar las planchas del pelo
Cuando se dan consejos sobre cómo utilizar bien las planchas del pelo se destaca que hay que tener cuidado con las altas temperaturas a las que sometemos a nuestro cabello, qué materiales son mejor para las placas, utilizar protector térmicos para que el cabello se resienta menos al someterlo a temperaturas tan altas... pero, ¿cuántas veces te has parado a limpiar las planchas del pelo?
Posiblemente tu respuesta no sea la adecuada -mejor si las has limpiado alguna vez, pero lo más probable es que no- y no seas consciente de que estás usando una herramienta sucia para tratar algo tan importante como el pelo. ¿Limpias tus brochas de maquillaje? ¿Sí, verdad? Pues es igual de importante limpiar las planchas del pelo.
Por un lado, las planchas pueden llegar a acumular polvo si no las tenemos guardadas en una funda. También pueden acumular productos que hemos usando en nuestro cabello como el propio protector térmico, alguna mascarilla o incluso algo para peinarnos como laca, gomina, cera...
Chus Molinero González, formadora de la marca GHD, recomienda limpiarlas "con un paño húmedo" únicamente con agua, no con algún producto químico como "acetona o algún tipo de disolvente" porque este a su vez podría quedarse en la plancha y luego dañar tu cabello.
Cómo limpiar el secador de pelo
Para entender la importancia de limpiar bien un secador de pelo basta con entender que este funciona como una aspiradora, electrodoméstico cuya limpieza posiblemente tengamos más presente. Una aspiradora se limpia más veces porque somos conscientes de que por si interior circula polvo por lo que sacudimos y limpiamos su filtro e incluso todas aquellas entradas y salidas de aire para evitar que se tupan y se acabe quemando el motor.
Pues con el secador lo mismo. Este al final lo que hace es coger aire por un extremo, calentarlo gracias al motor y expulsarlo por otro. Teniendo esto en cuenta hay que entender que por la parte por la que entra el aire -la que consideraríamos la parte posterior y más ancha del secador- también se cuelan y depositan partículas de polvo que pueden estar en el aire de la estancia en la que estamos. Porque sí, por muy limpia que tengamos nuestra casa es inevitable que haya suciedad en el aire, especialmente cuando se vive en zonas con alta polución y contaminación como puede ser una zona céntrica o concurrida de una ciudad.
Para ello tal y como explica también Chus Molinero González, formadora de la marca GHD, " simplemente se desenrosca fácilmente el filtro de aire colocado en la parte trasera, se quita, se lava con agua, se seca con un paño seco y se vuelve a colocar ". Así retiraremos cualquier mota de polvo del filtro que podría acaban pasando al interior y no solo estropear el motor, sino volver a salir y acabar en nuestro pelo que acabaría ensuciándolo.
Cómo limpiar los cepillos y secador moldeador
Otra herramienta que usamos a diario y que acumula la mayor cantidad de suciedad son los cepillos de pelo corrientes o los cepillos secadores moldeadores que en forma se asimilan a los otros. Como todos ellos tienen unas púas, aunque estén sucios e incluso acumulen el cabello que se nos cae, como las púas sigue quedando parcialmente liberadas y cumpliendo su función se les presta menos atención.
Si se trata de algún cepillo moldeador que funciona conectado a la corriente y que da calor normalmente suelen venir ya de fábrica con otro pequeño cepillo que permite retirar ese cabello que se queda enredado durante su uso.
En el caso de los cepillos corrientes el proceso de limpieza es el mismo ya que hay que retirar también ese cabello que puede ir acumulando. Estos además necesitarían también de una segunda limpieza ya que al esta tan en contacto con el cuero cabelludo podría acumular partículas que a largo plazo podrían ser perjudiciales.
Para ello es recomendable meterlos en un recipiente con agua caliente con algún tipo de jabón ejemplo que usemos para limpiarnos el cabello. Tras pasar al menos media hora, retirarlos y aclararlos con agua para que retirar bien ese producto. Por mucho que lo usemos para lavarnos la cabeza, es igualmente recomendable retirarlo totalmente. Luego simplemente pueden secarse con un trapo limpio dejarlas que sequen al aire si el materiel lo precisase.
La importancia de guardarlas bien para que nos duren más
También es de vital importancia para que cualquiera de las herramientas anteriormente mencionadas funcionen correctamente es guardarlas como es debido. Si queremos que tanto las planchas como secadores o cepillos eléctricos nos duren mucho más tiempo el cómo las tratamos y cómo las guardas también importa.
Posiblemente la forma más común sea simplemente recoger el cable envolviéndolo alrededor de la herramienta para que este no quede suelto, pero realmente esto lo hacemos más para que no estorbe y aparente recogido que otra cosa. Y esta, sentimos decirlo, no es la forma correcta e incluso es perjudicial porque acabará por estropear la herramienta.
De nuevo recurrimos al consejo de una experta, Chus Molinero González, formadora de la marca GHD: "Después de usarlas hay que dejarlas enfriar con el cable lo más suelto que se pueda ", es decir, enviar enroscarlo nada más terminar: "Para guardarlas no hay que envolverlo el cable fuerte alrededor de la herramienta". De hecho hay una forma más correcta de recoger el cable y que se puede aplicar a cualquiera que tengamos que recoger en nuestra vida: " Lo ideal es envolver el cable sobre sí mismo haciendo el gesto de infinito ".