Actriz, diseñadora, productora... Sarah Jessica Parker es una de las celebrities norteamericanas que más recorrido ha tenido desde sus inicios.
A pesar de que el mundo de la moda y la belleza haya acompañado a la actriz durante toda su carrera, no siempre la hemos visto acertar en sus beauty looks. Ser considerada un icono no libra a nadie de cometer desastres en los beauty looks y Sarah Jessica Parker no es una excepción, repasemos cuáles de sus looks nos han parecido los peores.
Volumen fuera de control
A dos años de que se estrenara 'Sexo en Nueva York' y cuando Sarah Jessica Parker aun no era el icono que es ahora, se la veía pasear con este tipo de looks en 1996. Y con este tipo de looks nos referimos a que el 90% de él consistía en una melena de león que prácticamente cubría toda su cara. Por estos años la actriz aun no había conseguido domar su cabello que lo llevaba cortado recto y por encima de los hombros, muy poco acertado para este tipo de rizo. Con el pelo rizado es conveniente hacer un pequeño corte a capas para evitar que se quede todo a la misma altura apilándose a los lados de la cabeza.
¿Qué pasó con el bronceado?
En 2004 durante la 32 edición de los premios Fifi vimos a Sarah Jessica Parker con un look de esos difíciles de olvidar. No sabemos si se echó la siesta en la cama de rayos UVA, o se pasó con el auto-bronceador, pero la actriz apareció al evento con la piel de color naranja... ¡NARANJA! Era difícil de disimular este estropicio pero si quedaba alguna esperanza de que lo mejorara con el maquillaje desvaneció al fijarnos en sus ojos. Decidió combinar con su naranja... ¡NARANJA! piel un maquillaje de ojos que parecía recrear la sombra blanca que dejan las gafas que se usan al tomar rayos UVA y es que maquilló todo el párpado móvil con un color azul claro que al contrastarlo con la piel daba un efecto blanquecino. ¡Qué horror!
Decorando la frente
En el 2002 durante la 59 edición de los premios Globos de Oro en Beverly Hills avistamos a Sarah Jessica Parker con otro de sus desastrosos looks. La actriz subía al escenario con una melena de corte bob rubia que había decidido peinar utilizando accesorios de cabello. La actriz, que ya de por sí llevaba poco volumen en el pelo, recogió uno de los lados con una flor que agarró en la frente. La flor sostenía el pelo muy apretado a la cabeza, muy poco favorecedor.
El maquillaje que eligió para la ocasión tampoco mejoraba el estilismo capilar. Creó un ahumado en negro y para ello maquilló la línea de pestañas inferior dando la sensación de que se le había corrido el maquillaje.
Coleta alta
Al año siguiente, en 2003, Sarah Jessica Parker volvió a asistir a los Globos de Oro y volvió a llevar un look poco favorecedor. Mantenía el pelo rubio del año pasado pero ya le había crecido lo suficiente como para poder recogerlo en una coleta, cosa que lamentamos al ver el estilismo que eligió. Colocó una coleta tirante encima de la cabeza que agarró con una pinza negra y el pelo le caía por detrás a modo de triángulo invertido.
Si su peinado no era de lo mejor que hemos visto, su maquillaje no quedaba atrás. Maquilló con sombra naranja todo el párpado, hasta la ceja, creando un look brujil. Combinó el colorete con la sombra y añadió un intenso labial rojo. La combinación de estos colores no suele quedar bien y en Sarah Jessica Parker no ocurrió la excepción.
Moño de moños
Este último look es la prueba de que Sarah Jessica Parker no solo ha cometido desastres en el pasado, sino que también recientemente. En 2014 en la gala del Museo Metropolitano de Nueva York, la actriz acudió con un moño creado con más moños. Sobre su cabeza se apilaban bolas de pelo puestas unas al lado de las otras. ¡Qué horror!
El maquillaje por el que optó en esta ocasión tampoco pudo mejorar el aspecto del beauty look. Pintó todo el párpado con una sombra azul y se extendía a modo de rabillo grueso más allá de la ceja.