Aunque los efectos negativos de no desmaquillarnos no aparezcan inmediatamente, a la larga son uno de los motivos que más estropean nuestro cutis.
Las leches limpiadoras son el desmaquillante perfecto
En el mercado podemos encontar muchos tipos de desmaquillantes, si bien los más comunes son con textura de aceite o textura de leche limpiadora.
Entre ellos, el desmaquillante perfecto es aquel con textura de leche limpiadora, ya que son los que más descongestionan los poros dejando que estos respiren. Por su parte, los desmaquillantes con textura aceitosa ayudan a quitar el maquillaje pero tapan los poros, no permitiendo que estos se oxigenen correctamente.
Algo a tener en cuenta, usemos el desmaquillante que usemos, es que estos no pueden sustituirse por ningún tipo de jabón, ya que aunque nos de la sensación de limpieza, no consigue sacar la suciedad incrustada en los poros.
Usar jabón de manos o jabón corporal para desmaquillarnos la cara es como si usáramos un lavaplatos para lavarnos el pelo, los dos sirven para quitar la grasa pero nunca se nos ocurría sustituar un champú por este producto. Si asociamos esta idea nunca recurriremos al jabón de manos para lavarnos la cara.
Los pasos a seguir para desmaquillarse
Una vez que tengamos el desmaquillante que más nos convenga simplemente tendremos que seguir unos sencillos pasos:
La siguiente zona que más cantidad de producto suele acumular son los labios. Es muy importante que desmaquillemos desde las comisuras hacia el interior para evitar que el pintalabios se extienda por el resto del rostro.
Por último, aplicaremos unas gotas del producto en el rostro y cuello e iremos realizando movimientos circulares, y repetiremos este gesto hasta que el algodón salga completamente limpio.
La clave está en la rutina
Si nos creamos la rutina de desmaquillarnos todas las noches antes de acostarnos, en poco tiempo se convertirá en algo imprescindible para nosotros y no podremos acostarnos tranquilas con el maquillaje en el rostro.
La sensación de confort y limpieza se nota al instante, pero si logramos convertir este ritual en algo duradero en el tiempo conseguiremos tener un cutis libre de bacterias e impurezas y al mismo tiempo aportaremos beneficios extra a la piel.