La cara es la parte de nuestro cuerpo más expuesta y por lo tanto la más visible para los demás. Es normal que nos preocupe tener una buena apariencia y padecer el herpes en la cara suele hacernos sentir mal por el deterioro de nuestra imagen y también por la preocupación de un posible contagio a otros.
Lo primero que debemos saber es que el herpes es una infección contagiosa crónica que se produce por varios virus. El herpes en la cara, herpes facial, oral o labial es el que se denomina como HSV1. Esta infección aparece en nuestro rostro en forma de ampollas, normalmente en pómulos, cerca de la boca o incluso dentro de ella y en los labios. Existen otros tipos de herpes y es importante que sepamos que una persona puede sufrir varios de ellos a la vez.
El herpes facial es una enfermedad que está causada por un virus que se introduce en nuestro organismo y que puede permanecer en él durante toda nuestra vida y, por lo tanto, ir provocando herpes en la cara periódicamente. Cuando entra en el cuerpo podemos decir que permanece en reposo hasta que, en momentos de tensión, estrés, por la bajada de defensas motivada por otra dolencia o enfermedad y por otras causas, despierte y produzca un brote que haga que aparezcan los síntomas. Veremos algunos remedios para su tratamiento y también algunos hábitos para su prevención.
¿Cómo se contagia el herpes?
El Herpes en la cara no se hereda como piensan algunas personas, simplemente se contagia. Este contagio puede ser por contacto, directo o indirecto. Aunque el virus no se mantiene vivo fuera del cuerpo humano mucho tiempo, la almohada, una prenda como puede ser una bufanda o un pañuelo, etc., que haya estado en contacto con alguien que lo sufra, puede transmitirlo a otra persona o a otra zona que no estaba afectada.
¿Cuáles son los síntomas del herpes?
Primero notaremos algo parecido a un hormigueo acompañado de calor en las zonas que posteriormente aparecerán enrojecidas y que terminarán desarrollando esas molestas ampollas. Cuando estas ampollas se revientan se convierten en unas llagas que serán lo que termine cicatrizando y formando unas postillas que debemos dejar caer con el tiempo, nunca arrancarlas. Lo normal es que no dejen marcas, pero eso dependerá siempre de cada tipo de piel.
¿Cómo podemos prevenir el herpes en la cara?
Como ya hemos mencionado, el herpes se contagia por contacto, por tanto, lo que debemos hacer es tener precaución sí alguien de nuestro entorno lo padece. Es necesario para su prevención lavar a altas temperaturas las sábanas, las toallas y todas las prendas que puedan haber estado en contacto con el herpes. O mejor aún, no usar prendas que hayan sido utilizadas por personas con esta dolencia. También es importante lavarnos concienzudamente las manos ya que nosotros mismos podemos contagiarnos a otras zonas y agravar nuestro problema.
Intentar llevar una vida sin estrés es fundamental para la prevención del Herpes en la cara, ya que este afecta directamente en la aparición de sus síntomas. También es recomendable hábitos saludables en la alimentación que aumentarán nuestras defensas, así como realizar ejercicio habitualmente, todo esto retrasará la aparición de nuevos síntomas. Siempre es conveniente el uso de protección solar. La limpieza y el aseo bucal también es siempre importante.
Tratamientos contra los herpes
Existen distintos tipos de tratamientos que se están utilizando para esta enfermedad que, aunque como ya hemos dicho siempre estará en nuestro organismo, podemos utilizar remedios para combatirla o retrasarla. Uno de ellos es el uso de fármacos que, como siempre, deben ser recetados por un especialista o al menos recomendado por un farmacéutico. Entre estos medicamentos se encuentran distintos antivirales como: Aciclovir, Valaciclovir, Zovirax y Zovicrem. Estos se aplican sobre la zona durante el tiempo prescrito para que vaya eliminando el herpes, pero solo a nivel externo ya que no suprime el virus de nuestro organismo.
Otra opción son los tratamientos caseros que nos pueden ayudar a disminuir su aparición o a aliviar los síntomas. Algunos de estos remedios caseros son los siguientes:
- El aloe vera: la pulpa de esta planta aplicada sobre el herpes nos ayudará a su curación y a la vez aliviará el picor. En cuanto a su ingestión también parece que ayuda a retrasar su aparición.
- El ajo: son numerosos sus beneficios y la creencia desde hace miles de años de que posee propiedades medicinales. Algunas de estas propiedades se han podido demostrar y actualmente se aconseja para reducir el colesterol, la presión sanguínea y parece que también actúa favorablemente en la mejora de nuestro rendimiento físico. Es un buen antibiótico natural que fortalece nuestro sistema inmunológico ayudando a la curación de infecciones y heridas leves. Todo esto evidentemente nos beneficia a la salud y por consiguiente retasará la aparición de herpes o acelerará la curación de los síntomas, es decir, de las ampollas.
- La vitamina C: el consumo de alimentos ricos en esta vitamina nos ayudará a fortalecer nuestras defensas y por lo tanto en la prevención de la aparición del herpes de la cara. A parte de los ya conocidos como el limón o la naranja, otros alimentos son ricos en vitamina C. El pimiento, el brócoli, el perejil y el kiwi son algunos ejemplos.
- La manzanilla: tomada en infusión tiene una gran capacidad curativa para distintas dolencias de nuestra piel. También aplicada sobre la piel nos aliviará esa sensación de calor que producen las ampollas y suavizará el picor.
- El yogur: nos ayuda a proteger nuestra flora intestinal y por consiguiente a aumentar nuestras defensas. Esto es siempre de gran ayuda a la hora de luchar contra el herpes. Podemos aplicar una mezcla de yogur con unos granitos de sal sobre el herpes y hará que se cure más rápido.
- La violeta genciana: sus propiedades beneficiosas para la salud son muchas y muy variadas. La violeta de Genciana es un preparado que se realiza con una solución acuosa de genciana, al 1% y que podemos encontrar en herboristerías. Entre los beneficios que nos puede aportar está el de tratar hongos y otras infecciones de la piel. Se usa de forma tópica, aplicando una pequeña cantidad sobre la parte afectada.