En la rutina diaria no puede faltar un sérum que devuelva la vitalidad a nuestro rostro. A medida que el envejecimiento se va apoderando de la piel es fundamental añadir a la rutina diaria un sérum específico para nuestro tipo de piel sin olvidar desmaquillar siempre la cara y aplicar una crema antes del maquillaje para crear una capa protectora con la piel.
Todo cuidado es poco es por eso que además de las mascarillas, hidratar y tonificar la piel se use un sérum. Existen tanto para pieles normales como para pieles mixtas o grasas. A su vez hay cremas de día, de noche o que sirven para cualquier tipo de ocasión. Cabe recordar que aplicar un sérum es muy importante para el cuidado de la piel pero si se aplica de noche, justo antes de dormir los efectos sobre la piel se multiplican ya que el cuerpo está descansando y no hay agentes externos que interfieran en el tratamiento.
Una buena manera de saber que tipo de piel tenemos es asistir al dermatólogo para poder llevar una rutina diaria completa y específica además de revisar la piel que debido a los rayos soleras y la contaminación se puede ver afectada y sin vitaminas. Para ello hay múltiples tratamientos para tratar de devolver la luminosidad al rostro. Si se complementa con un sérum los resultados serán asombrosos.
El sérum no solo se aplica al rostro sino al cuello -el eterno olvidado-, para devolver esa elasticidad a la piel. Gracias a sus fórmulas previamente estudiadas por especialistas se pueden cubrir las necesidades que la piel sufre con el desgaste del tiempo. Son muy eficaces por su alta absorción y concentración de los componentes.
¿QUÉ ES EL SÉRUM?
Principalmente el sérum es un tratamiento de la piel, en concreto el rostro. Es necesario decir que el sérum tiene menos ingrecientes que una crema facial, pero porque tiene mayor concentración como comentamos anteriormente. La texura de la mayoría de los sérum es acuosa no tan sólida como una crema normal. No obstante, el sérum se puede encontrar en diferentes formatos: en gel, aceite o incluso en emulsiones. El sérum no es un producto genérico por lo que hay que explicar o hacernos un estudio previo de la piel.
Los resultados con un sérum se multiplican y se ven mucho más rápido que con una crema normal. Como tiene menos densidad en su textura penetra de manera más eficaz en la piel por lo tanto los resultados son notablemente visibles en mucho menos tiempo, siempre y cuando se lleve una rutina diaria porque no vale con solo aplicarlo una vez a la semana. La paciencia y la perseverancia en el tratamiento juega un papel muy importante.
A la hora de aplicarlo con una o dos gotas servirá, es otra de las cosas positivas que tiene el sérum a diferencia de la crema. Si es cierto que es más caro pero dura meses y si se calcula lo que gastaríamos al mes sale mucho más rentable invertir en un buen sérum que comprar una crema o serúm más barato cada mes.
Otro de los aspectos importantes que se debe saber sobre el sérum es que se debe aplicar tras desmaquillar el rostro nunca cuando esté maquilado o con otra crema encima porque no hará ningún tipo de efecto. Se debe aplicar según sus instruciones que generalmente suelen ser dos veces al día, una por la mañana otra por la noche. Se aplicará con toquecitos por todo nuestro rostro y movimientos suaves y circulares.
El sérum no es un sustitutivo de ninguna crema o dependendiendo de cada caso puede ser más que suficiente aplicar el primero. Si el tipo de piel es grasa quizás con el sérum sea suficiente pero si la piel es seca pida más líquidos e hidratación. Este tema se va viendo en función de las necesidades de nuestra piel. Uno de los top 1 en sérum es el de Advanced Night Repair, de Estée Lauder. Desde que salió a la venta en 1992 no ha dejado de venderse a nivel mundial ya que combate los signos de la edad y aporta muchísima hidratación dando la vitalidad perdida al rostro, y encima ¡sirve para todo tipo de pieles! -exceptuando algún tipo de dolencia que deben ser consultadas previamente-.
TIPOS DE SÉRUM
Existen sérum para cada tipo de piel: mixta, seca o grasa y también en función de las necesidad que el rostro necesite para ello debemos explicar antes de todo al profesional como es nuestra piel para que nos pueda aconsejar de la mejor manera posible. Uno de los tipos es el de protección para la piel que consiste en reforzar la barrera natural que tiene la piel mejorando su resistencia frente a agentes externos como por ejemplo la contaminación.
No podía faltar el sérum antiedad que reducen los primeros signos de la edad, arrugas, líneas de expresión penetrando de una manera más eficaz que las cremas. Este tipo de sérum tienen entre sus componentes ácido hilaurónico, creatina y que sus ingredientes favorezcan la producción de colágeno y elastina.
Los sérum iluminadores son otros de los clásicos para resaltar la vitalidad y luminosidad de la piel. Devuelven el resplandor al rostro y ayudan a brillar con luz propia devolviendo la juventud al rostro. No solo las pieles más maduras necesitan este tipo de sérum sino las más jovenes sobre todo las que tengan un aspecto opaca, secas y cuarteadas.
A su vez existen sérum más específicos como el tensor que ayuda a generar más elasticidad a la piel, el revitalizador ayudando a hidratar y tonificar los musculos faciales, el alisador que ayuda a suavizar la piel, el reparador que ayuda a la regeneración de la piel y mostrar un aspecto más juvenil entre otros. Siempre hay que tener en cuenta el tipo de piel ya que si no el sérum no hará ningún tipo de efecto sobre el rostro. Si se mantiene una rutina diaria en 21 días se verán grandes cambios en la textura de la piel.