El peeling químico es conocido por su rejuvenecimiento de la piel. También se le atribuyen otros méritos en contra de las imperfecciones faciales, como las arrugas de expresión o las manchas producidas por el sol, los restos del acné, las cicatrices o un envejecimiento prematuro. Aunque, ¿es realmente efectivo este tipo de tratamientos?
Selección del tratamiento
Cuando nos hacemos un peeling químico, al igual que el de tipo casero, lo que buscamos es que nuestra cara tenga mayor luminosidad, acabemos con la flacidez de algunas zonas de nuestro rostro y que se limpien los poros para dejar una mejor transpiración. A través de una exfoliación de las capas más superficiales de la piel, este tipo de intervenciones estéticas consiguen mejorar nuestro aspecto.
En el proceso de selección de un peeling químico, debemos saber que no es lo mismo escoger entre una de sus categorías u otra. En cada categoría hay una incidencia mayor en la piel, así como en sus resultados y el daño causado en la cara. Por eso es importante saber qué necesidad de limpieza necesitamos, para no irritar más de lo debido al cutis.
En teoría, los resultados son más que evidentes. Por lo tanto, se puede decir que, sí, hacerse un peeling químico funciona. Pero, eso sí, siempre debes mantener los periodos de reposo y los rituales de curación necesarios tras un tratamiento de este tipo. Por el contrario, si no se siguen los consejos aportados por los expertos, el peeling podría derivar en un problema de irritación, alergias o incluso quemaduras.
Tipos de peeling y resultado
Los tres tipos de peeling químico que existen son superficial, medio y profundo. En cada uno de ellos se va haciendo una progresiva exfoliación de las capas de la piel. Yendo por orden, el primero trataría la zona más visible del rostro, mientras que los otros dos tendrían mayor incidencia en la dermis.
El peeling superficial es un tipo de peeling químico que se puede manera semanal, pero hasta seis veces seguidas, ya que luego tocaría un periodo largo de reposo para que se regenerase de nuevo la dermis. Con una periodicidad marcada, este tratamiento consiste en eliminar pequeñas arrugas, manchas muy claras y poco extendidas o la flacidez.
Su efectividad no empieza a notarse hasta una o dos semanas después del primer tratamiento, dependiendo del tipo de piel y de las imperfecciones que cada persona tenga. Este es un sistema que se puede repetir más veces, porque no es tan dañino para el cutis al eliminar solo la capa más externa. Aun así, la protección con crema solar debe hacerse de manera diaria a lo largo de todo el año, para que no afecte, ya que se queda una especie de piel regenerada más delicada y menos protegida con este tipo de procesos tan repetidos.
El peeling de tipo medio es un poco más duro que el anterior, pero no deja de tratarse de las capas superficiales de la piel. Con este tratamiento se eliminan mejor las arrugas de expresión en la zona de los ojos y los labios, así como algunas manchas de acné y combate la desigualdad del tono facial.
Tiene una efectividad que se notará a la semana de hacerse el peeling. Al ser más dañino con la cara, la protección debe ser la misma durante los días posteriores al tratamiento anterior. Este tipo de puede repetir entre una o dos veces al año, debido a su mayor cantidad de ingredientes que afectan de manera más fuerte al rostro.
Por último, está el peeling más profundo. Con este incluso se podría llegar a necesitar de anestesia local. Combate todo lo anterior, aunque además aporta luminosidad, reduce los poros abiertos de la cara y elimina las cicatrices.
Necesita una protección solar de +50 durante los días posteriores al tratamiento y, al ser un peeling más agresivo, nuestro rostro tenderá a crear costra, por lo que habrá que hidratar con cremas especiales y evitar en mayor medida a los anteriores cualquier tipo de contacto con sustancias químicas, sudor, agua de salada o de piscina y maquillajes. En este caso, el resultado es casi inmediato.
Cuidado y recuperación
Si no se cuida bien ni se respetan los tiempos de reposo de la piel, nuestro rostro podría adquirir más manchas, así como quemaduras permanentes o aparición de cicatrices. Para que el peeling químico realmente funciones, necesitamos que este sea realizado por un profesional de confianza, que un dermatólogo nos lo recomiende y que cumplamos con las normas de curación.
Cada uno de los tipos mencionados anteriormente necesita de un cuidado especial, por lo que podemos consultar con un especialista qué tipo de productos podemos utilizar y cuáles evitar tras un tratamiento agresivo con la piel de este tipo. También podemos intentar dejar el rostro al aire durante 24 horas completas: nada de cremas ni maquillaje. Tampoco exponerse mucho al sol ni al aire contaminado de las ciudades, ya que nuestro rostro pasa por una fase muy delicada al eliminarle una de sus capas naturales.
Pese a todo el daño que pueda causar un peeling en la regeneración de la piel, nuestro rostro adquirirá una tonalidad más fresca con mayor luminosidad y la desaparición de esas imperfecciones que nos molestan. Teniendo claro el grado de incidencia que queramos y necesitemos, porque no es lo mismo eliminar acné que arrugas profundas o cicatrices marcadas, podremos disfrutar de un rostro perfecto.
Lo más recomendable, en vistas de que un peeling químico sí que funciona si se hace correctamente y se respetan las recomendaciones de los expertos, es realizarse este tipo de intervenciones estéticas antes de las épocas de más calor, así nos evitaremos dos de las prohibiciones: el sol y el sudor. También deberíamos estar al menos un día sin playa ni piscina, por lo que se hará más ligero de soportar si nos hacemos el peeling en primavera.