Las pestañas postizas se han convertido desde hace tiempo, en un aliado clave para muchas personas. Y es que, una vez que se descubre el volumen extra que estas pueden llegar a aportar a la mirada, ya es difícil hacerse a la idea de no llevarlas puestas. El maquillaje es capaz de dar fuerza y profundidad a la mirada pero su resultado no tiene nada que ver con el que te proporcionan las extensiones de pestañas.
Aun así, existen gran variedad de extensiones que se pueden aplicar a nuestras pestañas. Pero para muchas mujeres, tener día a día que estar poniendo a prueba su destreza para colocar las pestañas postizas llega a ser agotador e incluso, hace que en ocasiones decidan no ponérselas. Es por este motivo por el cual cada vez más se recurre a las extensiones aplicadas con la técnica de volumen ruso para lucir unas pestañas perfectas.
La técnica de las pestañas volumen ruso
La técnica rusa o de volumen de pestañas se ha popularizado en las últimas semanas y como su propio nombre indica, es originaria de Rusia. Esta técnica permite no sólo recuperar el volumen habitual de las pestañas, que en ocasiones, pueden verse desgastadas sino que también posibilita duplicar e incluso triplicar su volumen, provocando un resultado impresionante. Esta técnica ha sustituido a las clásicas alternativas de extensiones de pestañas.
Se basa en adherir por cada pestaña natural, dos o más extensiones, que se caracterizan por ser ligeras y delgadas. Es decir, gracias a ella nuestras pestañas consiguen un efecto 3D utilizando extensiones que tienen menor grosor que lo que tendrían con las clásicas aplicaciones de extensiones de pestañas. En este caso, estaríamos hablando aproximadamente de un grosor entre 0,07 y 0,10 milímetros.
Es por ello que mientras con otras extensiones pueden conseguir hasta 100 pestañas por ojo, con esta revolucionaria e innovadora técnica se podrán obtener incluso más de 300 pestañas por cada uno de ellos. La aplicación de las mismas es de forma individual, una por una. La duración del proceso de implantación debido a su minuciosidad es, por lo tanto, es de aproximadamente dos horas.
Unas pestañas ligeras
Además, las extensiones de esta técnica son más ligeras que las habituales con el fin de no dañar a la pestaña natural ni hacer que esta soporte un peso extra. De igual manera, existe la posibilidad de personalizarlas según la persona, llegando en todos los casos a conseguir un volumen superior y adaptado al de la pestaña natural. Este efecto a su vez genera la sensación de tener una pestaña mucho más oscura, proporcionándole un efecto máscara, con cierta densidad y que consigue tapar los huecos existentes entre pestañas.
La duraciónde las pestañas volumen ruso
La duración de las extensiones aplicadas bajo la técnica de volumen ruso es igual a la de las clásicas extensiones. Es decir, su duración es equivalente a la del ciclo natural de la propia pestaña. Cuando una pestaña se cae, se desprenden consigo las que lleva adheridas.
Aproximadamente se calcula que la duración máxima puede estar en torno a los tres meses, siempre y cuando la caída de pestañas sea normalizada, ya que en ocasiones, por diversas circunstancias nuestras pestañas sufren más de lo normal. Aun así, es recomendable realizarse rellenos cada dos o tres semanas con el fin de que éstas se sigan viendo como el primer día.
Cómo cuidar las pestañas volumen ruso
La manera de cuidarlas es igual a la de cualquier otra extensión normal. El ojo no debe desmaquillarse con productos que presenten una base oleosa y es importante evitar el maquillaje waterproof. Además, está totalmente prohibido maquillarse la zona durante las primeras 48 horas tras ser puestas las pestañas.
De igual forma, existe la posibilidad de ayudarse de algún tipo de producto que fije las pestañas para obtener una mayor duración de las mismas. Y finalmente, es preciso saber que este tipo de pestañas son resistentes al cloro y a la sal, por lo que también podrán convertirse en un aliado perfecto durante las vacaciones.
Una técnica con mucha precisión
En último lugar, es importante recordar que esta técnica requiere precisión y experiencia. Es por ello que tiene que ser llevada a cabo por especialistas que conozcan en profundidad su aplicación y cuidado. El protocolo de actuación se basa en que antes de proceder a ponerlas se debe de realizar un estudio para comprobar el estado de las pestañas de la clienta y conocer si pudieran darse en su caso algún tipo de reacciones alérgicas.
Una vez se ha valorado que la clienta es apta para someterse a dicho procedimiento se le colocan unos parches relajantes e hidratantes en la zona inferior del ojo para sujetar las pestañas inferiores. Después se aplica un tratamiento en las superiores para obtener una buena adhesión de cada vello y una vez terminado aplica un producto con base de teflón que permite ayudar a mantener el adhesivo.
Tras esto, comienza la implantación de estas pestañas rusas que proporcionarán a una mirada con fuerza y volumen. El precio de esta técnica de pestañas postizas ronda en torno a los 200 euros pero será en función del lugar de aplicación donde se pueda obtener un presupuesto más concreto.