Pero hay mucho más detrás de las bolsas de los ojos que se forman porque en esa zona la piel es muy fina y sensible, dejando entrever las venas que hay debajo.
La raza y la genética, factores a tener en cuenta
Efectivamente, las manchas que aparecen bajo el párpado inferior y cuyo color varía en función del tipo de piel (rojas, verdosas, azules o moradas), pueden verse potenciadas por el cansancio, el estrés o por dormir menos horas de las necesarias para un completo descanso.
Ahora bien, como en todo, la genética también tiene algo que decir. Si tus padres o tus abuelos tienes ojeras, es más que probable que tu también padezcas este antiestético signo bajo los ojos. Además, la raza es otro de los factores a tener en cuenta: una piel con mucha pigmentación tenderá a la formación de ojeras con más facilidad.
La limpieza facial, imprescindible
También pueden aparecer en nuestro rostro ojeras temporales a consecuena de ciertos factores periódicos. Así, la congestión nasal, la menstruación, la falta de hierro, ciertas alteraciones hormonales e incluso el embarazo, pueden provocar la aparición de bolsas bajo los ojos que desaparecerán cuando desaparezca la causa que las provocó.
Por último, si quieres evitar las ojeras, deberás llevar una alimentación equilibrada acompañada de una buena hidratación, además de una correcta hidratación de la piel. Y es que, la exfoliación, la hidratación y desmaquillarse son tres pases que nunca debemos olvidar si queremos que nuestro rostro luzca sano y brillante y sin impurezas.