A todas nos ha pasado. De buena mañana nos levantamos, nos miramos al espejo y están ahí: las patas de gallo. Son esas pequeñas arrugas que salen debajo de los ojos y cuya aparición no siempre tiene que estar relacionada con la edad: fruncir los ojos para ver bien, el tabaco o el exceso de sol son algunas de las causas que también pueden producirlas.
Seguramente llevarán ahí días o quizá semanas, pero es ahora cuando te has dado cuenta y no puedes evitar que, cada vez que te miras al espejo, tu mirada se concentre rápidamente en ellas. En cualquier caso, el primer consejo que podemos darte es que no te obsesiones con su aparición: las patas de gallo es un síntoma más del inevitable y a la vez natural paso de los años.
Lo que sí puedes hacer es cambiar tus hábitos para intentar que las patas de gallo se frenen o se reduzcan: evita tomar el sol en la cara, no abuses de los productos de maquillaje en esa zona y aléjate del humo. Bebe agua en abundancia y procura realizarte suaves masajes sobre la zona para evitar las tensiones.
Mascarilla casera de zanahoria
Necesitaremos dos zanahorias y una cucharada de aceite de girasol. Licua bien las zanahorias y mézclalas con el aceite. Aplica el ungüento resultante en el cotorno del ojo y déjalo actuar durante diez minutos. Luego, aclara bien la zona con agua fría.
Mascarilla casera de huevo y harina
Los ingredientes necesarios son una clara de huevo y un poquito de harina. Monta la clara hasta que esté a punto de nieve y añádele harina hasta conseguir una textura pastosa. Utiliza un pincel para extender la crema alrededor de los ojos y déjala que se seque durante al menos dos horas para que surta efecto.
Mascarilla de uvas y vitamina E
Esta mascarilla se aplica durante toda la noche y además de las patas de gallo te ayudará a prevenir las ojeras. Necesitarás dos uvas verdes y dos cápsulas de vitamina E (se pueden comprar en la farmacia). Retira los huesos de las uvas, pelalas y espachúrralas hasta que queden lo suficientemente líquitas. Mezcla luego el jugo con la vitamina E y aplica el resultado antes de irte a dormir. Por la mañana, no olvides aclararte con agua fría.
Mascarilla de aguacate
La mascarilla con aguacate que te proponemos es ideal para pieles secas. Si tienes la piel grasa, no te recomendamos este remedio. Pela y tritura el aguacate y aplícatelo suavamente. Déjalo actuar durante una hora antes de aclararte la cara con agua fría. El aguacate tienen gran cantidad de vitaminas E y D que ayudarán a regenerar el colágeno de la zona.
Mascarilla de papaya
Extrae un poco de zumo de pulpa de papaya y aplícalo sobre la zona ocular. También puedes aumentar el efecto de esta mascarilla añadiendo algo de nata a la mezca. Espera 10 minutos y enguaja la cara con agua fría.