¿Cuántas veces te ha pasado que te miras en el espejo y te ves con el guapo subido y luego te haces un selfie o te sacan una foto y no te devuelve el mismo reflejo? Pues el que esté libre de pecado que tire la primera piedra porque ese disgusto no lo hemos llevado todas. Esto tiene una explicación bastante lógica y sobre ello se ha teorizado filosófica y científicamente y se nos ha desvelado hace tiempo aunque no nos guste.
A pesar de que el ojo humano, nuestro propio ojo, parece ofrecernos la versión que más nos agrada de nosotros mismo, es posiblemente la menos fiel a la realidad. Y no, nos es que nuestra retina aplique el mejor de los filtros sobre nuestro rostro cuando nos miramos en el espejo o cuando una superficie reflectaste nos devuelve nuestra propia imagen mientras caminamos por la calle. Y no es cuestión de egocentrismo o no, pero hay una verdad universal que es que somos los que más veces nos miramos a nosotros mismos a lo largo de nuestra vida.
No, como te ves tu en el espejo no es como te ve el resto e gente | Foto: InstagramEsto hace que tengamos ya una percepción de nuestro rostro modificada de alguna forma por lo que pensamos también de uno mismo. Por eso cuando tienes un buen día te ves con el guapo subido, pero cuando tienes una mal día la más mínima imperfección puede ser algo que te hunda todavía más. Por eso cuando tienes un grano y le preguntas a alguien si se nota mucho te dice que no. Y no te está mintiendo, simplemente no está prestando la misma atención que tú a tu rostro de la forma que tu lo haces ni su mirada -y por tanto lo que está procesando su cabeza en ese momento- está usando los mismos 'filtros' para entender la imagen que está viendo.
El efecto negativo del espejo y la verdad de la fotografía
A esto también se le suma el efecto negativo de los espejos. No es que mirarse en espejo sea algo malo -eso quizá lo determine el tiempo que pasemos haciéndolo por puro gusto ególatra-, sino por la propia imagen que nos devuelve el espejo. Cuando nos miramos en el espejo la imagen que captan nuestros ojos de nosotros mismo está invertida, es decir, si alguien se pusiese enfrente nuestra nunca vería la misma imagen de ti que tú estás viendo en el espejo. ¿Loco verdad?
Es normal no vernos igual en el espejo que en una fotografía | Foto: InstagramPues esto es también lo que provoca que cuando te ves guapo en el espejo y luego te tomas un selfie no te veas igual. Básicamente la imagen de la cámara está a la inversa de cómo tú te acabas de ver y de cómo te ves siempre. Quizá seamos los que más nos vemos la cara a lo largo de nuestras vidas pero, paradójicamente, los que menos nos vemos como realmente nos ve el resto del mundo. Simplemente este artículo no pretendía ser una descontrucción del 'yo', pero lo parece.
Bien, llegados a este punto y entendido ya que hay que ponerle solución de alguna forma si queremos vernos mejor cuando nos hacemos un selfie o nos sacan una fotografía, es momento de recurrir a los expertos en la materia: los y las modelos. Ellas puede que sean las única personas en el mundo que se vean más a través del objetivo y la mirada de otra persona que en el espejo por simples gajes del oficio. Por ello también se pasan toda su vida laboral buscando la forma de verse lo mejor posible a la hora de ser captadas por el ojo ajeno. Y por muy laborioso que parezca esta búsqueda de la belleza infinita, son tres simples trucos que todas repiten sistemáticamente para, por lo menos, verse monas en las fotos.
3 trucos para salir mejor en las fotos
Agacha un poco la cabeza
Así es, lo primero que tenemos que hacer a la hora de sacarnos una fotografía -bien sea un selfie o que alguien nos la tome- es baja un poco la cabeza. Eso no quiere decir que miremos más abajo del objetivo, no, sino que nuestro mentón vaya un poco más hacia el pecho. Este gesto aunque en el lenguaje corporal sea un síntoma de vergüenza o incluso baja autoestima, lo cierto es que a la hora de tomarse una fotografía hace que adoptemos una postura mucha más natural ayudando también a marcar un poco más las facciones de nuestro rostro. Además también ayudará a tener una mirada un poco más 'felina', provocadora y que muestre seguridad gracias a que ayudará también a esconder un poco el párpado superior.
Aquí Kendall Jenner y Bella Hadid haciéndolo en la alfombra roja:
Entorna la mirada
Esto viene un poco en consonancia con lo dicho antes. Para seguir acentuando ese rostro de seguridad en uno mismo a la hora de posar y hacerte crecer un poco 'el guapo' ayuda también el entrecerrar un poco los ojos. Puede que desde la percepción de uno mismo parezca ridículo, pero desde fuera se ve menos exagerado de lo que parece.
Entrecerrar un poco los ojos te hará tener una mirada más intensa | Foto: InstgramSi tu preguntas a alguien como miraría de forma seductora a alguien casi todos lo primero que haría sería entornar los ojos. Y es que muchas veces cuando nos tomamos una foto solemos fijar la mirada en el objetivo y la intentamos mantener incluso sin parpadear confiando en que ninguna salgas con los ojos cerrados. Esto hace que acabes muchas veces pareciendo un búho cegado por las luces de un coche.
Adelanta un poco la cabeza
Y por último adelanta un poco la cabeza. Basta decir que este truco vale para cuando nos sacan una foto de frente y poco más. El hecho de adelantar un poco la cabeza ayudará que al hacer el paso 1 -agachar la cabeza- no se nos marque demasiado la papada e incluso acentuar un poco más el mentón al estirarla. De frente este gesto es casi imperceptible -como el de los ojos- aunque haciéndolo uno mismo puede parecer ridículo.
Girar un poco la cabeza también hace que la gente te vea más atractiva | Foto: InstagramOtro gesto también muy típico a la hora de intentar salir mejor en una fotografía es el hecho de ladear la cabeza en lugar de adelantarla. Este lo tenemos mucho más interiorizado de lo que creemos y muy posiblemente tú también lo hagas. Un estudio realizado en 2001 por la Universidad de Bolonia y publicado en el European Psycologist demostró que de un total de 79 personas, 55 posaban girando un poco la cabeza hacia la izquierda o la derecha. Posteriormente, también como parte de estudio, los propios voluntarios demostraron encontrar más atractivo en las personas que posaban así que las que mantenían una postura recta.
A pesar de que este estudio llegó a la conclusión de que la repetición de este gesto podría deberse a cierta incomodidad a la hora de tomarse una fotografía, lo cierto es que en psicología del lenguaje corporal el hecho de ladear la cabeza cuando estás frente a alguien en una conversación es una forma inconsciente de demostrar interés en lo que está contando aumentado la confianza e incluso una forma de demostrar un interés más allá si se trata de una cita.
