El cuerpo humano, por sí solo, tiende a equilibrarse según los rasgos, contornos y dimensiones que posee. Siempre se tienen complejos de según que partes de él, pero corregirlas muy drásticamente puede ser peor remedio que disimularlos un poco y nada más.
El rostro, al ser la parte más visible, es a la que se le sacan más defectos y se le buscan más correcciones. Pero solo hay que entender que si algo está ahí y en ese tamaño, quizá sea por algo. Por ello es muy importante aprender a quererse a uno mismo y saber convivir con los que venimos al mundo, aprender a tapar defectos y resaltar virtudes, y engañar un poco con maquillaje para que no se vean tanto algunas imperfecciones.
La cara siempre será la mejor carta de presentación que se puede tener, por lo tanto es imprescindible que no precise de los mejores cuidados y mimarlo lo máximo que se pueda. Es el primer escaparate y el mejor que podemos mostrar, y por eso es por lo que el maquillaje cobra tanta importancia en esta zona.
Aunque se habla de los ojos como el espejo del alma, todo a su alrededor cobra una gran importancia a la hora de causar buena impresión y buenas vibraciones a los demás. Los colores, las sombras, los pigmentos, la dirección de todos estos; todo tiene su sentido para hacer que el contexto por completo sea el idóneo y adecuado según las necesidades de cada persona en particular.
La nariz como símbolo de personalidad
En cuanto a las diferentes partes del cuerpo que crean más complejos, una de ellas es el rostro, normalmente porque está más expuesto que el resto, ya sea por que produce más acné de lo habitual, porque se tiende a tener más arrugas, porque los labios son más finos, más gruesos o con menos forma, etc. Pero si hay que destacar una zona de la cara que trae, sobre todo a las chicas, por la calle de la amargura, es la nariz.
La nariz se considera la parte del rostro de la que más se quejan las personas, pero también, la más diferente de todas ya que tiende a armonizar la cara y equilibrarla en su totalidad. Las personas que se quejan de ésta zona, no entienden que es la parte que más personaliza y destaca todo lo que tiene alrededor. Es síntoma de personalidades muy marcadas y dependiendo de cuanto partido se le saque, se llevará con mayor honradez y autoestima.
Cambiar una nariz grande de forma radical con una operación, por ejemplo, puede estropear mucho más la belleza. Si una persona se ve fea por que tiene una nariz grande, afilada, aguileña o picuda; si la cambia de raíz, creará un gran desorden en sus facciones y puede ser incluso peor el remedio que la enfermedad.
El mayor consejo que puede recibir alguien que se acompleja de su nariz, es aprender a disimularla con diferentes trucos o técnicas de maquillaje y llevarla con orgullo, pues si está así y en esa forma, por algo es. Aunque el maquillaje ayuda mucho en lo que se refiere a corregir imperfecciones y tapar aquello que más nos acompleja, siempre menos es más y es mejor ser uno mismo sin aparentar lo que no es o enmascarar lo que realmente se es.
Lo más bonito es destacar lo mejor de cada rostro, sacar el máximo partido y corregir imperfecciones, esas son los tres grandes retos a los que se enfrentan las mujeres cada día a la hora de maquillarse, por ello es necesario aprender algunas reglas básicas para superar estos obstáculos a los que cuesta tanto enfrentarse cada día.
Disimula la nariz grande
Una nariz grande, normalmente se distingue porque las aletas son anchas y el hueso también. Es muy común en rostros redondos o cuadrados y, aunque puedes encontrarla en muchas partes del mundo, por lo general destaca en ciudadanos africanos o latinoamericanos.
Lo primero que hay que tener claro es saber qué es lo que más molesta, lo que se quiere disimular y a partir de ahí comenzar a jugar con las diferentes técnicas de maquillaje que ayuden a llevar la nariz con orgullo y mucha autoestima, siempre respetando lo que se tiene y como se tenga sin darle una importancia mayor de la que tiene.
Es muy importante comenzar aplicando iluminador en el hueso central, desde el entrecejo hasta la punta de la nariz, al destacar esta parte por encima del resto parecerá más fina y alargada, sobre todo vista de forma frontal.
Lo segundo es esconder los laterales con bronceador o correctores un tono por encima del color de la piel. Con esto se consiguen disimular las imperfecciones que menos gusten y destacar todavía más la iluminación del hueso. En una nariz grande, es importante aplicarlo en las aletas y en todos los laterales. Esto esconderá visualmente esta zona.
Para armonizar la zona por completo, lo mejor es aplicar la técnica de maquillaje conocida como contouring en el resto del rostro. Así no se verá la nariz tan diferente al resto de la cara y se armonizará, haciendo todo el conjunto mucho más bonito y asimilable visualmente. Ya que, como se dice anteriormente, la nariz tiende a armonizar el resto del rostro y al modificarla se puede ver rara desde un punto de vista estético, sobre todo, visto de frente.
A pesar de todo, lo mejor es quererse a uno mismo y vivir en armonía con nuestro exterior, quererse a sí mismos tal y como son. Todo está colocado de tal forma que hace a las personas tal cual son y todo ello armoniza su escultura, su cuerpo es el que es por algo. No existen contornos ni rostros perfectos, ni tampoco nadie lo es.