6 remedios caseros para la piel irritada

La piel es uno de los órganos más vulnerables de todo nuestro cuerpo y, por lo tanto, uno a los que más atención hay que prestarle. Especialmente sensible es la piel de la cara y pueden ser muchas las causas por las que en ocasiones salen pequeñas manchitas rojas o granitos en zonas como la frente, la barbilla o las mejillas. La reacción alérgica a algún producto como las cremas hidratantes o maquillajes, una exfoliación excesiva o simplemente el frío de estos meses de invierno pueden provocar una irritación de la piel. Las ronchas o pequeñas escamas de piel son los efectos visibles de este tipo de reacciones cutáneas, pero muchas veces éstas van acompañadas de sensación de picor o ardor que son mucho más molestas que las simples señales visibles. Sin embargo, hay muchas formas de aliviar estos síntomas de la piel irritada de una forma natural. A continuación, te mostramos algunos remedios caseros con los que calmar la piel usando productos naturales.

Una de las formas de utilizar la avena es haciendo una mascarilla

Remedios naturales para calmar e hidratar la piel

1. El agua: el agua es uno de las principales opciones a la que recurrimos cuando sentimos nuestra piel irritada. Y es que el agua fría muchas veces ayuda a aliviar esa molesta sensación de picazón y ardor que producen los granitos o la agrietación de la piel. En caso de que decidas aplicar hielo a la zona irritada tendrás que hacerlo envolviéndolo en una toalla o en un paño, nunca aplicándolo directamente sobre la piel. Tampoco deberás dejarlo sobre la zona afectada más de 5 minutos, pues podría agravar los síntomas de la irritación.
El agua fría ayuda a aliviar la molesta sensación de picazón y ardor
2. Aloe vera: otro de los remedios naturales más utilizados cuando se trata de problemas cutáneos es la aloe vera. Esta planta tiene muchos beneficios y propiedades buenos para la salud de nuestra piel como es su alto contenido en saponinas, cuyas propiedades antisépticas reducen las posibilidades de contraer una infección en la zona irritada. Además, la aplicación del aloe vera puro ayuda a aliviar los síntomas de las pieles sensibles y agrietadas, elimina las células muertas y estimula el crecimiento de la piel sana. El aloe vera se puede aplicar de varias formas, pero quizá la más recomendable es utilizar directamente el jugo fresco de sus hojas sobre la zona irritada. Para ello se debe comenzar cortando una de las hojas de la base, quitarle las espinas y pelar la cáscara exterior. Luego extrae la pulpa interior con los dedos o con un cuchillo y aplícalo directamente sobre la zona afectada. Esta planta se puede encontrar en forma de geles, cremas o mascarillas que también son una buena solución a la hora de tratar problemas cutáneos.
Lo más recomendable es utilizarel jugo fresco del aloe vera sobre la zona irritada
3. Miel: aunque la miel es uno de los alimentos preferidos de los más golosos también es un producto natural que tiene múltiples propiedades cuando se aplica sobre la piel. La hidratación es una de sus principales propiedades, ya que la miel es rica en sales minerales, aminoácidos, fructosa, glucosa y vitaminas A, B y C. Además, también ayuda a la hora de desinflamar y calmar la piel. En caso de quemaduras lo ideal es mezclar una parte de miel con dos de aloe vera y aplicar la mezcla directamente sobre la zona afectada. Pero si lo que estás buscando es una forma de hidratar la piel en casos de alergias o piel seca, puedes elaborar una mascarilla casera mezclando 3 cucharadas de miel con 1 plátano maduro. Tritura y mezcla la pasta y luego aplícala sobre la piel durante 30 minutos. Finalmente, retírala con agua fría y verás como tu piel ya tiene un aspecto más saludable.
La miel es rica en sales minerales, aminoácidos, fructosa, glucosa y vitaminas
4. Aceite de oliva: éste es uno de los remedios hidratantes más efectivos que se pueden encontrar. Su alto contenido en ácidos grasos naturales y en vitaminas E y K hacen que este ingrediente sea muy recomendable para tratar alguna de las patologías más comunes de la piel como es el caso de los eccemas o de la psoriasis. Mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva con 1 de miel y remueve hasta crear una pasta homogénea. Después aplica la mascarilla sobre la zona irritada tras haberla limpiado y retírala con agua a los 30 minutos. Este remedio es perfecto para combatir la sequedad en pieles sensibles y ayuda a reducir los efectos de las alergias y las quemaduras.
El aceite de oliva es recomendable para tratar las patologías más comunes de la piel
5. Yogur natural : este ingrediente es uno de los más utilizados en belleza. Y es que el yogur no sólo es uno de los alimentos con mayores beneficios en nuestra salud, sino que sus propiedades antibacterianas lo convierten en uno de los remedios más eficaces para tratar afecciones cutáneas como el acné. Además, también ayuda a retirar las células muertas de la piel y a darle un aspecto más rejuvenecido gracias al ácido láctico que lo convierte en un suave exfoliante. Puedes hacer tu propia mascarilla casera mezclando 4 cucharadas de yogur natural con 1 cucharada de copos de avena y 2 de miel. Mezcla todo y aplica sobre la zona afectada de la piel después de haber retirado cualquier rastro de suciedad. Déjala actuar durante 15 minutos y luego retira la pasta con agua templada. Repite la operación 2 o 3 de días por semana y verás como tu piel está cada vez más suave, bonita y luminosa.
El yogur tiene propiedades antibacterianas, siendo uno de los remedios más eficaces para tratar afecciones cutáneas
6. La avena: este cereal tiene múltiples beneficios para nuestro organismo como es el aporte de hidratos de carbono, de vitaminas y de minerales. Además, es uno de los productos más recomendados cuando se busca adelgazar gracias a su alto efecto saciante. Pero la avena también es un ingrediente natural que tiene muchas propiedades cuando lo utilizamos para tratar la piel, sobre todo cuando se trata de limpiar la piel de impurezas o de reducir la irritación en casos de eccemas, dermatitis o alergias. Una de las formas de utilizarla es haciendo una mascarilla con 1 taza de copos de avena y 1 taza de leche. Junta los ingredientes y deja que reposen durante 1 hora para que la avena se hidrate. Luego lava la zona donde vayas a aplicar la mascarilla y reparte la mezcla homogéneamente sobre toda la superficie. Mantén la mascarilla durante 20 minutos y luego retira con abundante agua tibia. Al momento ya notarás tu piel mucho más hidratada y refrescada.