Durante el invierno nuestras rodillas se ocultan detrás de pantalones y medias, pero esto no significa que tengamos que olvidarnos de ellas. Las rodillas deberían cuidarse los 365 días del año, ya que la piel de esa zona es más sensible de lo normal y siempre tiene que estar cuidad y protegida, no únicamente en verano.
Exfoliación
Es común que la piel de las rodillas sea algo más oscura que la del resto del cuerpo. Esto es debido a que las células muertas son más difíciles de retirar en una zona más rugosa como es en las rodillas o en los codos, cuya piel además se hidrata naturalmente menos y es más dura. Para unificar el color tendremos que exfoliar las rodillas, pero no te preocupes porque lo puedes hacer fácilmente desde tu casa.
Un elemento muy conocido que ayuda a exfoliar es el limón, gracias a sus propiedades exfoliantes. Un truco que puedes probar es cortar un limón por la mitad y hundir tus rodillas en cada una de las partes, como si quisieras exprimirlas. Mantenlas así durante unos 10 minutos. Otro truco fácil de hacer con ingredientes caseros es mezclar aceite de oliva con azúcar. Esto formará una especie de pasta que puedes dejar reposar en tus rodillas unos minutos para que se exfolien.
Existen multitud de geles y cremas exfoliantes que puedes comprar en supermercados, perfumerías y farmacias. Normalmente se aplican durante la ducha, se deja actuar unos minutos y se retira, para mayor eficacia, con una esponja o cepillo exfoliador a través de movimientos circulares. Si te decides por comprar uno fíjate en que corresponda a la tipología de tu piel, ya que no funcionará de la misma manera si tienes una piel grasa que si tienes una piel seca o sensible. Si prefieres dejar este proceso para los profesionales la mayoría de centros de belleza ofrecen un tratamiento de exfoliación.
Depilación
La piel de la zona de las rodillas no es solo más sensible, también es más difícil de depilar por la curva que forma el hueso, por esta razón habrá que tener especial cuidado. Si optas por rasurarlas utiliza una cuchilla nueva, ya que son mucho más eficientes que las que ya se han utilizado varias veces. También es muy importante el producto que apliquemos en la piel para realizar la depilación: bien sea espuma, crema o gel asegúrate que es de calidad y que es apropiada para tu tipo de piel. Una vez estés dentro de la ducha depila primero las piernas y deja las rodillas para el final, ya que le tienes que poner cuidado extra.
Cuando llegues a ellas, muy despacio, empieza a rasurar por los lados. Dobla y estira la pierna conforme te convenga para que veas mejor la zona y no se te quede ningún pelito por quitar. Para terminar, ocúpate del centro. No olvides ponerte aceite o loción corporal cuando salgas de la ducha para mantenerlas hidratadas.
Si optas por depilarte las rodillas arrancando los pelos de raíz, es decir, con cera o con maquinillas eléctricas debes doblar las piernas. La dirección con la que crecen los pelitos de las rodillas es hacia abajo por lo que, si tienes que aplicar la cera tienes que hacerlo en la misma dirección y quitarla hacia la contraria. Si prefieres maquinilla es tan sencillo como pasarla de abajo hacia arriba.
Hidratación
Hidratar la piel reseca de las rodillas debería de ser una costumbre en nuestro ritual de cuidado personal. Lo más práctico es ocuparnos de ello cada vez que salimos de la ducha. Después de la exfoliación bastará con que elijamos una leche o hidratante corporal que nos guste y aplicarla en las rodillas, en forma de masaje circular, ya que se absorbe mejor.
Un poderoso ingrediente que tienen las hidratantes más beneficiosas es el ácido alfa hidróxido. Éste proviene de productos naturales, por lo que tú misma puedes hacerte una hidratante casera con este componente. La miel, el aceite de almendras y el aloe vera son elementos conocidos por su gran poder reparador. La miel y el aceite puedes aplicarlos directamente sobre las rodillas. Si dispones en tu casa de una planta de aloe vera puedes mezclar su pulpa con la del aguacate. Con esto se realiza una pasta homogénea y se le añaden unas gotitas de aceite de oliva. El compuesto resultante será una crema hidratante de lo más natural.
Bronceado
En cuanto al bronceado existen dos opciones: tomar el sol o acudir a sesiones de rayos uva por un lado, y por otro aplicarse un spray autobronceador.
Si decides aplicarte un autobronceador tendrás que exfoliar las piernas primero. Cuando vayas a aplicarte el spray es mejor que lo hagas en el suelo, encima de una toalla o sábana que no uses para que no se manche nada que tenga valor para ti. Al llegar a las rodillas dóblalas bien para que no quede ninguna zona sin broncear, de lo contrario podrían verse líneas más claras que el resto de la piel. Ten especial cuidado con otras partes del cuerpo parecidas, como los codos o las muñecas.
Para tomar el sol, por supuesto, lo primero que hay que hacer es aplicar la crema solar con el número correspondiente a nuestro color de piel. Esparciremos el producto por todo el cuerpo, poniendo especial atención en las zonas que no podemos alcanzar. Como con el spray, intentaremos que las rodillas estén dobladas para que no queden marcas antiestéticas. Recuerda tumbarte al sol el mismo tiempo tanto bocarriba como bocabajo para que la piel tenga un tono uniforme. Cuando termines no olvides hidratarte bien, ya que el sol reseca la dermis.
Salud
Cuidar las rodillas por dentro es igual de importante que cuidarlas por fuera, por lo que deberás tenerlas siempre en cuenta cuando hagas ejercicio. Realiza gimnasia que las fortalezca. Cuando calientes flexiónalas y haz movimientos circulares para prepararlas para lo que vendrá después. Puedes empezar con las conocidas sentadillas; de pie y con las piernas separadas, flexionas las rodillas como si te sentaras en una silla ficticia, luego vuelve a la posición original. Otro ejercicio muy favorable para las rodillas es tumbarse en el suelo, bocarriba en posición fetal. Extenderemos a unos centímetros por encima del suelo una pierna, y luego la doblaremos mientras extendemos la otra. Iremos variando las piernas, una detrás de la otra, flexionando y extendiéndolas.
La dieta influye en gran manera en el bienestar de nuestros huesos y músculos, y por consiguiente, en nuestras rodillas. El calcio es vital para que los huesos estén sanos y fuertes, por ello es importante consumir leche, yogures y queso. Las verduras, las frutas, el pescado y la Vitamina E, que encontrarás en alimentos como las almendras, el aceite de oliva y los frutos secos también son muy beneficiosos.
Moda
Está claro que durante los meses más calurosos es cuando se lucen más las rodillas gracias a los shorts, minifaldas o vestidos cortos. Sin embargo, ahora que hace un poco más de fresquito también puedes hacerlo. ¿Cómo? Con estos tres trucos:
- Vaqueros rotos. Estos vaqueros informales que están invadiendo las tiendas de ropa llevan agujereada la zona de las rodillas, así que podrás mostrarlas sin pasar frío.
- Calcetines altos. Puedes combinarlos con minifaldas o vestidos cortos. Los calcetines calentarán la zona inferior pero podrás mostrar las rodillas de igual manera.
- Medias semitransparentes. La mejor opción para el otoño, ya que no son tupidas del todo pero cubren las piernas al mismo tiempo.