Uno de los problemas que más afecta a las personas durante su vida diaria, sean hombres o mujeres, son las durezas de los pies. Probablemente, en alguna ocasión, ya has padecido este problema, que provoca incomodidad y dolor y repercute negativamente en la belleza de tu piel. El propósito de este artículo es que comprendas qué son exactamente las durezas, así como cuáles son las principales causas por las que aparecen. Para terminar, trataremos de darte unos sencillos consejos, trucos y recetas caseras para aliviar y terminar con este mal, todos ellos compuestos por una serie de ingredientes de los que seguro dispones en tu hogar. Si no, no te va a costar nada encontrarlos, y te aseguramos que los resultados serán plenamente satisfactorios.
¿Qué son exactamente las durezas de los pies?
Lo primero que vamos a realizar es definir este concepto. Las durezas de los pies reciben también el nombre científico de hiperqueratosis. Son zonas de la piel en las que se acumula una gran cantidad de queratina resultante de que se compacten las células muertas de la epidermis de esta zona del cuerpo como respuesta, generalmente, a un exceso de roce o fricción.
Por ello, se puede entender como un sistema de defensa de la piel del pie, que suele ser causado por malos hábitos al caminar, los cuales provocan que una mayor cantidad de peso corporal recaiga sobre una determinada zona de esta extremidad, lo que provoca que su sobrecarga, sobre todo en aquellos que padecen sobrepeso. El tipo de calzado que usas también es un factor a tener en cuenta, pero de ello hablaremos más adelante.
Principales causas por las que aparecen las durezas
Una vez que ya sabes qué son exactamente las durezas de los pies, vamos a explicarte cuáles son las principales causas que las provocan. Y es que existen varias razones por las que pueden aparecer, las cuales hay que atajar para que este mal no vuelva a aparecer y a incomodar tu vida diaria.
- La primera de ellas es una postura incorrecta al caminar, lo cual provoca que, durante la pisada, se apoye más peso sobre una determinada zona del pie. Esto es catalogado como un problema de origen postural, provocado por la deformidad o la alteración de alguna de las diferentes articulaciones del pie. En este caso, la solución es más complicada, ya que para corregir el problema puede que se tenga que pasar por quirófano.
- Pero la deformidad de las articulaciones no es la razón más común para que las durezas aparezcan en tu piel. Al menos, no de que estas se presenten de forma congénita. Lo más habitual es que sean provocadas por el tipo de calzado que uses. Si utilizas un zapato con demasiado tacón o, por el contrario, excesivamente duro y plano, no te hidratas correctamente o andas descalzo con demasiada frecuencia, tienes muchas posibilidades de que surjan. El tipo de calzado descrito anteriormente, unido a que tal vez padezcas de sobrepeso, crea la situación idónea para que tu piel cree esta acumulación de queratina tan molesta.
Tratamientos caseros para eliminar las durezas
A continuación, vamos a tratar de detallarte una serie de tratamientos y trucos para eliminar las durezas que puedan aparecer en tus pies.
- Es inevitable nombrar, en primer lugar, a la muy conocida piedra pómez, una fiel amiga en lo referente al cuidado de la belleza de los pies. Al frotar con ella sobre la zona endurecida conseguirás ablandarla rápidamente. Posteriormente, puedes restregar sobre ella una cebolla cruda y cortada por la mitad.
- Otro de los remedios más conocidos es el de la manzanilla, que ha de prepararse en forma de infusión. Al bañar tus pies en esta infusión aromática, rápidamente podrás notar como la zona se va desinflamando y el dolor se calma poco a poco. Para llevar a cabo este tratamiento necesitarás preparar, al menos, un litro de infusión, verterlo en un recipiente y tener tus pies en remojo durante cinco minutos.
- Otro remedio totalmente natural y efectivo es el de la hiedra. Consiste en machacar un par de hojas de esta planta junto a un ajo y aplicar la masa resultante sobre la dureza de tu pie. Debes tratar de evitar que esta pasta entre en contacto con la piel no afectada, ya que puede provocar un poco de irritación. Después, tienes que proceder a taparlo con un venda o una gasa. Lo mejor es realizar este tratamiento momentos antes de irse a dormir, ya que así no tendrás que preocuparte de si el vendaje se mueve o no y hará efecto sin que te des cuenta. Una vez llegada la mañana, debes lavar la zona concienzudamente a la vez que sumerges tus pies en agua caliente. Esto provocará que la piel se reblandezca un poco y podrás retirar la parte afectada frotando ligeramente con una piedra pómez. Debes repetir el proceso todas las veces que sea necesario hasta acabar por completo con la dureza o el callo. Puedes sustituir, si así lo deseas, la hiedra por aceite de oliva, si no dispones de esta planta en casa. Los efectos serán los mismos.
- El vinagre de manzana es otra opción estupenda para este mal. Hay que decir que puede ser sustituido por zumo de limón sin que se resienta su poder curativo. Para llevarlo a cabo, debes hacer un preparado consistente en un litro de agua tibia y verter en él 100 mililitros de este tipo de vinagre junto a un par de ajos machacados. Después, aplica sobre la zona afectada esta solución y en pocos días podrás comprobar los resultados.
Si padeces de durezas estos consejos te ayudarán a solucionar este desagradable y habitual problema, que repercute también en la belleza de tu piel. Apresúrate a probar cualquiera de estos sencillos tratamientos y verás cómo obtienes resultados inmediatos sin necesidad de gastar mucho dinero en acudir a un podólogo o un especialista. Y si no las padeces, cuida tus pies para evitar su aparición.