La celulitis es, simplemente, grasa. Una mayor acumulación de tejido graso que forma una 'bolsa' bajo la piel, principalmente en la zona de las caderas, el bajo vientre, los muslos o los glúteos.
El problema de la celulitis es que superficialmente es muy poco estético y, por ello, las mujeres habitualmente nos obsesionamos con eliminarla. Y es que, aunque los hombres también puedan tener celulitis, lo cierto es que nosotras somos más propensas a ella porque la celulitis tienen un origen hormonal.
Ahora bien, evidentemente, también existen algunos factores externos que influyen. Los trastornos circulatorios como las varices, el sobrepeso o las enfermedades tiroideas, hepáticas o digestivas son algunas de las causas.
Formación de la celulitis
Pero, además, la vida sedentaria y algunos síndromes psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión también pueden provocar la aparición de la antiestética celulitis.
En cuanto a su eliminación, nunca se puede acabar con ella por completo, sólo reducirla, empleando tratamientos estéticos como la mesoterapia o la carboxiterapia, médicos o caseros, empleando ungüentos a base de cebolla, pepino o limón.