La mamoplastia, o cirugía de pechos, es una intervención quirúrgica conocida con más frecuencia por su alternativa de aumento. Sin embargo, este tipo de operación también se realiza para reducir el tamaño de los pechos, para elevarlos o bien para corregir los pezones invertidos. Se le aconseja a cualquier mujer que esté considerando esta operación en cualquiera de sus alternativas, informarse bien sobre el procedimiento así como también sobre las ventajas, los inconvenientes y las consecuencias de acudir a un quirófano.
Consejos sobre el aumento de pecho
La intervención más frecuente para una operación de pecho es el aumento de mamas. El nombre correcto es ' mamoplastia de aumento ' y su objetivo más conocido es aumentar el tamaño del pecho, si bien también trabaja para igualar el tamaño de ambas mamas, para realizar una cirugía reconstructiva después de una operación de pechos o para aumentar el tamaño de los pechos después de su reducción a causa de un embarazo.
Además del cambio producido tras un embarazo, donde incluimos la pérdida de firmeza, también destacamos la reducción del tamaño del pecho como consecuencia del paso del tiempo o de una pérdida notable de peso.
Antes de esta intervención quirúrgica, las fumadoras podrían tener que dejar este hábito durante un tiempo previo y posterior a la cirugía, así como también evitar los medicamentos que podrían interferir con los buenos resultados esperados después de la operación.
La cirugía se realizará en un hospital o bien en una clínica, pero es importante visitar diferentes clínicas y centros de salud para encontrar el presupuesto y la atención que más se adapten a tus necesidades. Probablemente estarás preguntándote cuánto costaría una intervención mamaria: no existe un precio específico porque difiere según el centro o la provincia, pero lo normal es que el presupuesto se sitúe entre los 4.000 y los 7.000 euros, una cifra que incluye el trabajo del cirujano, el alquiler del quirófano, los implantes y los cuidados durante un año posterior a la operación.
Elegir el tamaño adecuado del pecho
Muchas mujeres tienen una idea aproximada sobre el tamaño de pechos que desean, pero el cirujano podrá aconsejar unas medidas específicas según la altura y el peso de la paciente:
- El implante será un gel cohesivo de silicona, con una duración de entre 8 y 10 años y con el requerimiento de una revisión anual.
- El implante también puede ser con suero fisiológico, que es más sencillo de colocar.
- El cirujano recomendará una marca específica de implante que podría ser Mentor, McGhan, Silimed, PIP, Sabim o Eurosilicone.
- El especialista también elegirá el revestimiento de la prótesis, que es la membrana en forma de bolsa donde colocaremos el implante y que será de silicona o de poliuretano.
- También el médico decidirá entre una superficie lisa o rugosa.
Las dudas antes de la operación
Los especialistas aseguran que el procedimiento no es complicado. Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que todas las operaciones tienen consecuencias buenas y malas y que, si no estamos completamente seguras de estar preparadas física y mentalmente para acudir a un quirófano y someternos a este tipo de intervención, lo mejor es meditarlo mucho antes.
Es importante plantear al cirujano todas las dudas que te puedan surgir sobre la mamoplastia, porque él como especialista podrá recomendar la mejor operación teniendo en cuenta la forma de las mamas, las proporciones del tórax de la mujer y el tipo de piel.
El cirujano te preguntará durante la consulta sobre tus antecedentes médicos : si has tenido algunas operaciones previas, si estás tomando medicamentos en este momento y si hay casos de cáncer de mama en tu familia. También te mostrará los resultados de la mamografía.
La operación de pecho, paso a paso
El procedimiento es el siguiente : se hace un pequeño corte que servirá para meter las prótesis mamarias mediante uno de estos tres métodos: la periareolar alrededor de los pezones, la axila o debajo del pecho. Debido a que el corte es muy pequeño, es muy posible que la cicatriz desaparezca prácticamente por completo al cabo de unos meses después de la operación. La prótesis se colocará debajo del tejido mamario o bien debajo del músculo pectoral.
Este procedimiento se hace con anestesia general, si bien hay casos en los que la paciente recibirá anestesia local con sedación. En ambos casos estará dormida y no tendrá ningún tipo de sensibilidad durante la intervención, por lo que el dolor durante la operación no es un motivo de preocupación. La cirugía durará una o dos horas aunque será necesario que se quede en la clínica durante un día completo, para que el cirujano pueda atenderla durante esas 24 horas. Permanecerá en la clínica u hospital durante esa noche para descansar y también para informarse correctamente sobre los cuidados posteriores a la operación.
Riesgos de una operación de aumento de pecho
¿Hay razones para dudar de esta intervención? Sí, pues todas las operaciones quirúrgicas vienen con posibles riesgos y el caso de la operación de pechos no es excepción. Los implantes de silicona pueden poner en riesgo la salud de una mujer en el caso de que exploten, ya que intoxicarían la piel. Pero no es el único inconveniente. El dolor de pecho, una reducción o un aumento de la sensibilidad del pezón y del pecho, una formación de tejido de cicatriz alrededor de la prótesis, una infección o unos pechos de diferente tamaños, son algunas de las otras complicaciones que podrían surgir de esta intervención quirúrgica.
Después de tu operación no habrás acabado con todo el proceso necesario para el aumento de los pechos, pues si bien ya han aumentado en volumen lo más probable es que necesites más intervenciones quirúrgicas a lo largo del tiempo, ya que las prótesis mamarias tienen una duración limitada. Esta cirugía adicional también podría ser necesaria en el caso de que tengas un dolor muy agudo, o si el tamaño del implante no ha quedado como deseabas. ¿Estarías preparada para volver al quirófano?
Y tras la cirugía, un vendaje especial con gasas protegerá la zona operada y la paciente será cambiada a la sala de reanimación. Durante los primeros días posteriores a la intervención quirúrgica, los movimientos deberán ser cuidadosos para no dañar el tejido, y puedes estar tranquila de que tus molestias se aliviarán notablemente con el medicamento que recete el cirujano. Normalmente, recetará diversos antibióticos y antiinflamatorios.
Cuando haya pasado una semana, podrás ducharte y volver al trabajo siempre que éste sea una actividad tranquila que no te obligue a moverte mucho. Podrás volver a mantener relaciones sexuales, teniendo sin embargo cuidado con la zona de los pechos. Después de los siete primeros días, además, tu cirujano te retirará los puntos.
¿Cuándo se aprecian los resultados de la operación?
Sin embargo, notarás el cambio real algunas semanas después de haber pasado por el quirófano, pues la inflamación habrá bajado notablemente y el pecho se quedará en su tamaño final : ya no será necesario llevar el sujetador durante todo el día para proteger la zona y podrás hacer ejercicio y moverte sin miedo a que estas actividades interfieran con el resultado final.
Una visita después de la intervención es fundamental para valorar la recuperación de la paciente, si bien el cirujano también podría pedir algunas revisiones periódicas.
Para saber si estás preparada para pasar por un quirófano por motivo de un aumento de pechos, deberás ser consciente de que una mamoplastia no garantiza en absoluto la perfección, si bien, trabaja para la mejora de una característica que para ti es importante.
Otras operaciones de pecho
La reducción de senos
Aunque la mamoplastia sea conocida sobre todo por su capacidad de aumentar el contorno del pecho, esta cirugía también trabaja para la reducción del tamaño de los senos. Tener el pecho grande puede ser un inconveniente para una mujer por motivos de complejo o también de salud, ya que el peso excesivo podría dañar la columna vertebral o los hombros. La mamoplastia de reducción busca la firmeza de los pechos así como también un tamaño más equilibrado con el resto del cuerpo.
Esta operación dura entre dos y cuatro horas, en las que se quita piel, grasa y tejido mamario y se mejora la posición de la areola y el pezón. El cirujano hará unos pequeños cortes "que generalmente tienen forma de ancla, trazando una línea vertical hacia abajo desde la areola y una línea horizontal en el surco submamario". En el caso de que se vaya a reducir mucho el tamaño de los pechos, se separará la areola por completo y se volverá a colocar. También se podrá reducir el tamaño de la areola del pezón.
La elevación de pecho
La mastopexia, o elevación del pecho, corrige la posición de los senos caídos. Este problema es muy común cuando una mujer ha tenido un embarazo, después de la lactancia o por el simple paso del tiempo, y la operación eleva los pechos aunque también podría aumentar el tamaño en el caso de que los senos también hayan perdido volumen debido a estas tres razones. En este caso el procedimiento dura, como mucho, dos o tres horas en las que se hace un corte circular alrededor de la areola, hasta llegar a un corte vertical en el surco submamario.
Después de la intervención quirúrgica se colocará un vendaje para proteger durante 24 horas la zona operada. Si bien la paciente podrá volver a su vida cotidiana a las 48 ó 72 horas posteriores a la cirugía, durante los primeros dos meses deberá llevar un sujetador especial y tratará de llevar una vida sedentaria, sin movimientos fuertes y sin cargar peso.
La corrección del pezón invertido
Cuando los conductos del pezón son más cortos de lo que deberían ser, los pezones quedan invertidos y dificultan la lactancia materna o podrían crear un complejo en la mente de la mujer.
La operación se realiza con un anestésico local o bien con un sedante, por lo que la paciente estaría despierta pero tendría muy poca sensibilidad. Una o dos horas serían suficientes para finalizar la intervención quirúrgica, en la que se hará un pequeño corte en la base del pezón, sobre la areola.
Lo común es que la paciente vuelva a casa después de la operación, y que regrese a su puesto de trabajo tras unos días de descanso. Los síntomas posteriores a la operación suelen ser dolor e inflamación, y pueden durar varios días desde la intervención. Como posibles riesgos existe la infección, las cicatrices aunque poco visibles o una segunda operación en el caso de que los pezones no hayan quedado en la posición deseada. Es posible que la paciente no pueda amamantar después de esta operación.