Si aún no te has atrevido a hacerte la depilación láser debes saber que hay múltiples formas de depilación tradicional que aunque no son tan duraderas sí son igual de válidas y además, muchísimo más baratas.
Como todo, la depilación tradicional tiene sus pros y sus contras y precisamente, uno de los principales inconvenientes es la aspereza que puede ocasionar en las piel. Por eso te contamos algunos trucos para mantener la suavidad.
La sequedad y aspereza en la piel se producen porque se reseca en cierta medida y pierde elasticidad. Antes de la depilación, lo ideal es tener la piel de las zonas a tratar completamente limpia. Para ello, lávalas primeramente con jabón y agua tibia porque además, se ablandará el vello y el proceso será menos agresivo.
Una de las cosas principales que has de tener en cuenta es la aplicación de una loción humectante que no contenga alcohol y acorde con tu tipo de piel después de la depilación.
El guante de crin, un gran aliado
La exfoliación ayudará a cuidar la epidermis, por eso es conveniente que la realices de vez en cuando siempre con la periodicidad que tu tipo de piel permita, ya que el tiempo será más corto o largo dependiendo si la dermis es más sensible o menos. Este proceso limpiará en profundidad la piel y evitará los vellos encarnados. Nunca debe hacerse inmediatamente después de la depilación y tampoco un día antes, ya que la piel debe tener su tiempo para recuperarse.
Es muy recomendable utilizar un guante de crin. Es un guante con forma de esponja que exfolia manualmente la epidermis eliminando las células muertas. Realiza un efecto de peeling corporal si se usa de forma continuada y alisa la piel y le resta imperfecciones. Este instrumento también ayudará a absorber de una forma más rápida y eficaz la crema hidratante y activará la circulación sanguínea. Si tu piel es sensible debes tener cuidado en su utilización, pues es un proceso un tanto agresivo.
Si tras la depilación aparecen puntos rojos, puedes aplicarte una mezcla de agua, glicerina y aspirina sobre la zona afectada, dejar actuar unos minutos y retirarlo con agua y un algodón húmedo. Tras ello, recuerda la loción humectante, hidratante y nutritiva.
Por último, no olvides que el sol no es muy favorable tras las primeras horas de la depilación. Por eso, debes evitar exponerte a él en un corto periodo de tiempo ya que la piel es más susceptible a los daños.