Las propiedades del aceite de argán: el mejor aliado en tratamientos de belleza corporal

El Argán, o argania spinosa, es una planta de flores que cree en los semidesiertos de Marruecos y en la provincia de Tindouf, al oeste de Argelia. Debido a la zona donde se extiende, han sido por tradición las mujeres bereberes quienes se han dedicado a su cultivo y a la elaboración del tan valorado aceite de argán. Por lo general, el fruto de esta planta se utiliza para alimentar al ganado.

Pero lo que hoy conocemos por aceite del argán es el que se obtiene de las semillas y a su vez es lo que se usa en cosmética debido a que este aceite contiene una gran cantidad de principios activos. El ácido oleico, linoleico, Omega 3 y la vitamina E son algunos de los principales componentes de este aceite.

Aunque actualmente este aceite se usa principalmente en tratamientos capilares ya que precisamente estos elementos ayudan a mejorar la salud del cabello y le aportan los nutrientes e hidratación necesarios. Por otro lado y dado su alto contenido en ácidos grasos esenciale s (presentes en el 80% de su composición) y en fitoesteroles, se usa también para reducir las inflamaciones y proteger el colágeno de la piel. Asi, muchas cremas de masaje incorporan este elemento que además puede ayudar a aliviar los dolores reumáticos.

Principales aplicaciones en cosmética corporal

¿Sabías que el aceite de argán es uno de los principales componentes de muchos tratamientos anti acné ? Gracias a sus propiedades hidratantes y ácidos que ayudan a limpiar la piel, este producto da muy buenos resultados. Para realizar la limpieza, basta con dejar actuar el aceite un tiempro prolongado y después retirarlo con abundante agua. Su uso regular también contribuye a la desaparición de pequeñas cicatrices o de las marcas producidas por el acné.

A sus propiedades hidratantes se suma su capacidad regeneradora y antioxidante, ayudando a mantener la piel joven y elástica. Por ello, es un antiarrugas excelente que puede aplicarse y dejar actuar toda la noche. También resulta muy útil como tratamiento contra la psoriasis.

Y es que el aceite de argán es apto para todo tipo de piel. Sirve para hidratar las pieles secas o para normalizar el exceso de las pieles más grasas. Se puede acentuar el efecto hidratante de este aceite si se aplica después de la ducha, cuando los poros estén abiertos para que se absorba mejor.

Aquí no acaba esta lista de aplicaciones. Este aceite multiusos es usado por muchas madres para calmar la irritación de la piel de los bebés como alternativa a los productos con alto contenido en elementos químicos. En el otro extremo, y aunque bien es sabido que las estrías son prácticamente imposible de eliminar una vez que aparecen, con el aceite de argán se puede prevenir su aparición. ¿Cómo? Mézclalo con aceite de almendras a partes iguales y aplícalo por el cuerpo diariamente, en las zonas más sensibles a que aparezcan y notarás mejoría de inmediato.

Por último, para aquellas que hayan conseguido dejar de morderse las uñas o simplemente tengan las uñas estropeadas o débiles, el aceite de argán también es uno de los productos que más se usan ya que es un importante agente regenerador de uñas.