A veces pueden aparecer en la piel pequeñas alteraciones a la que no prestamos atención. Surgen cuando el sudor y las bacterias entran en el folículo piloso, es decir, la raíz del pelo. Si no son tratados correctamente, pueden ocasionar graves problemas infecciosos además de estéticos, llegando a acomplejar a la persona que lo padece.
La forunculosis es una enfermedad infecciosa que se produce en la piel por la inflamación de varios nódulos que involucran a los folículos. Estas inflamaciones se pueden dar de manera puntual, conocida como forúnculo o complicarse por tener síntomas más graves o una aglomeración de varios forúnculos en una misma zona del cuerpo, que es lo que conocemos como forunculosis.
La causa principal de la forunculosis es un exceso de sudor que produce la bacteria estafilococo. Esta bacteria puede llegar al interior del cuerpo a través del pelo o a través de pequeños cortes en la piel. Cuando entra dentro del cuerpo, afecta a los folículos pilosos, que se inflaman y enrojece. Con el paso de los días esto da lugar a una bolsa en el interior que se rellena de pus y aparece en el centro en color amarillo o blanco.
La forunculosis puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque sobre todo en más frecuente en las zonas que están más pobladas de vello corporal, porque es más accesible para la bacteria estafilococo, que es quien la causa. Por eso aparece de forma más frecuente en hombres que en mujeres y afecta sobre todo a las axilas, las ingles, la barba y la parte inferior del cuerpo.
Aunque puede afectar a cualquier persona de cualquiera edad que esté expuesta a esta bacteria, existen sectores con más riesgo de padecer forunculosis, por razones de higiene y hábitos, como son: los drogadictos, vagabundos e incluso personas que están sometidas a mucho esfuerzo físico que les hace sudar continuamente como los deportistas de élite, por ejemplo los atletas.
También son más propensas a ser afectadas por las infecciones de la bacteria estafilococo personas con diabetes, dermatitis de algún grado o con un sistema inmunitario más debilitado de lo normal.
Si crees que puedes padecer una forunculosis, observa detenidamente la zona en la que estén apareciendo rojeces o protuberancias. Si con el paso de los días no se calma sino que están más enrojecidas, calientes, aparecen más e incluso empiezas a mostrar complicaciones como fiebre, malestar general o vómitos; acude lo antes posible a tu médico de cabecera para que te realice las pruebas pertinentes y comiences lo antes posible con el tratamiento para acabar de raíz con la causa de la forunculosis.
Tratamiento
Si padeces forunculosis lo primero que debes saber es que en la mayoría de los casos las protuberancias se reabsorben solas y no es necesario ningún tratamiento severo. Simplemente intenta tocarlas lo menos posible y en el caso de que tengas que hacerlo, lávate las manos con agua caliente y jabón inmediatamente, ya que si no podrías provocar expandirlas a otras partes de tu cuerpo. Para ayudar a que las bolsas de pus creadas en el folículo se vacíen solas, puedes aplicar también paños limpios, húmedos y calientes durante algunos periodos de tiempo sobre la infección, recordando siempre lavarlos correctamente después de cada uso.
Mantener una higiene diaria correcta es uno de los mejores tratamientos que se pueden seguir para curar la forunculosis y para prevenir que puedan aparecer, y sobre todo, no las revientes nunca.
Si el médico ha realizado las pruebas y exámenes clínicos para diagnóstico de la forunculosis, es muy probable que el tratamiento a seguir sea el drenaje de la zona para extraer el pus y así acabar con la infección y la bacteria, que es lo que la causa. En la mayoría de los casos se acude también a antibióticos para dicha infección, ya sean por vía oral o mediante lociones de uso tópico.
Todo el tratamiento para minimizar al máximo los forúnculos estará acompañado siempre de un cuidado mucho más intenso de la higiene diaria, en los que se incluyen lavados especiales con jabones antisépticos e incluso vendaje si fuera necesario de la zona para que no se extienda. El vendaje debe evitar esparadrapo que puede hacer daño en las cicatrices posteriores, y deberá retirarse de manera especial para evitar que personas cercanas puedan infectarse de la bacteria que causa la forunculosis.
En los casos más graves en los que haya fiebre, vómitos y malestar, se ampliará el tratamiento con medicamentos para calmar los síntomas y que pase lo antes posible.
Existen personas a las que la forunculosis les produce grandes marcas en la piel debido al grosor de la infección o a no seguir las indicaciones médicas de limpieza, vendaje y cuidados. En estos casos pueden llegar a recetarse pomadas cicatrizantes para que las marcas sean lo más leves posibles, sobre todo si se encuentran en zonas del cuerpo muy visibles que pueden llegar a afectar al paciente de forma psicológica por crear algún tipo de complejo.