Si unos zapatos van a rozarte o no es algo que desconoces antes de comprarlos; incluso aunque te parezcan los zapatos o las deportivas más cómodas del mundo los primeros días te pueden producir rozones. Y aunque la mayoría de veces lo intentamos solucionar con tiritas, estas realmente no sirven para evitar las rozaduras de los zapatos. Su única función es impedir que los diez primeros minutos duelan, luego se van escondiendo y la molestia continúa.
Las rozaduras necesitan un mejor cuidado. Se trata de daños superficiales de la piel que se producen por el roce o el contacto con alguna superficie dura. A veces se producen heridas, que pueden generar infecciones, enfermedades o ampollas. Por eso, es muy importante saber evitarlas, tratarlas y cuidarlas adecuadamente. A continuación os damos sencillos consejos para conseguirlo.
Causas de las rozaduras
Una de las causas más comunes por las que aparecen las rozaduras es por el roce que generan algunos zapatos, como las sandalias en verano. También son habituales después de largas excursiones a pie o para algunos deportistas -ciclistas, futbolistas o jugadores de baloncesto- que tienden a tener rozaduras por la fricción constante de las zapatillas. En estos casos y suelen aparecer en el talón o en los dedos.
Prevención de las rozaduras
Como bien dice la frase: "más vale prevenir que curar". Así que antes de que tengamos rozaduras es importante saber cómo evitarlas:
- Utilizar zapatos adecuados que no queden demasiado apretados ni holgados, sino que se acoplen bien al pie. Lo mejor es que sean de material transpirable o de piel.
- Secarse bien los pies después de ducharse. No debemos dejar las extremidades propensas a las rozaduras húmedas.
- Usar calcetines. Estos son los encargados de proteger al pie contra el roce de los zapatos, por eso, debemos llevar siempre que podamos. Los calcetines acrílicos son mejores que los de algodón contra las rozaduras y ampollas, porque los últimos generan más humedad.
- Utilizar polvos de talco. Estos ayudan a evitar la humedad de los pies, la cual genera rozaduras; ayudan a disminuir la fricción y la aparición de microorganismos.
- Usar almohadillas antideslizantes o parches de gel para evitar el roce del zapato -sobre todo es idóneo en sandalias y zapatos de tacón-.
- También puedes untar los zapatos que te molesten en crema hidratante. Ésta ablandará el calzado y hará que el pie se acople al zapato.
- Aplicar frío al calzado. Para ello, puedes introducirlos en una bolsa de plástico y meterlos al congelador. Cuando los saques se amoldarán a tus pies.
Consejos para cuidar y curar las rozaduras
Remedios caseros contra las rozaduras
Para curar las rozaduras lo antes posible existe un remedio casero muy económico y fácil. Para ello, necesitarás agua oxigenada, bicarbonato y jabón suave. En primer lugar, deberás lavar la rozadura con jabón para evitar que ésta se te infecte; a continuación, cúbrela con agua oxigenada y seguidamente ponte bicarbonato de sodio para avanzar la cura de la rozadura.
Pomadas contra las rozaduras
También puedes cuidar tu rozadura con cremas o pomadas que puedes comprar en una farmacia. En este caso, suelen ser idóneas cremas indicadas para quemaduras leves de primer grado o, incluso, de segundo; y cremas cicatrizantes con acción antibiótica para heridas infectadas o con riesgo de infección.
Aloe vera contra las rozaduras
Pero si esto sigue sin convencerte, a continuación te hablamos de remedios naturales. Una de las plantas más utilizadas para las rozaduras es el aloe vera. Esta planta tiene un alto poder cicatrizante gracias a que hidrata en profundidad. Si tienes en casa, corta una de las hojas y unta su gel en la herida o, sino, puedes comprarlo en cualquier establecimiento teniendo en cuenta que sea 100% áloe vera.
Tomillo para las rozaduras
Otra de las plantas naturales perfectas para la rozadura es el tomillo. Gracias a su función antiséptica curará tu rozadura lavándola durante 3 o 4 veces al día con una infusión bien cargada de tomillo. Y la manzanilla también es idónea para estas situaciones ya que es un buen desinfectante. Para ello, debes prepara una infusión -una cuchara por vaso de agua- y aplicarla en la rozadura.
Remedios caseros con huevo, miel o plátano
Aunque los anteriores calman la herida, existen varios trucos caseros que te ayudarán a moderar el dolor y ardor de las rozaduras. Uno de ellos consiste en desprender la telita de la cáscara de huevo y aplicártela sobre la zona afectada. También puede frotar con el interior de la piel de plátano las rozaduras de los pies varias veces al día. O mezclar miel con ajo machacado y aplicarlo directamente sobre las rozaduras.