Al igual que debemos proteger la piel de nuestro cuerpo aplicándonos crema a diario, es necesario insistir en la zona de los codos, así como en las rodillas pues la piel es más gruesa y está mucho más pigmentada que el resto de nuestro cuerpo. El roce, el movimiento o simplemente el hecho de estar apoyadas sobre ellos, desgasta la zona más de la cuenta.
Aunque los hayamos descuidado un poco, podemos poner en marcha un tratamiento de emergencia para volver a darles la suavidad que necesitan.
Exfoliación e hidratación
Olvídate de usar una piedra pómez ya que puede resultar demasiado abrasiva por muy secos que tengas los codos. Lo que debemos hacer es comenzar com un tratamiento exfoliante. Un gel de ducha exfoliante será suficiente para eliminar las células muertas de la zona aunque también nos podemos ayudar con un guante de crin.
Los remedios naturales pueden ser muy eficaces. Un exfoliante casero puede ser una buena opción. Sólo necesitas un limón. Córtalo por la mitad y frótalo sobre el codo, al tener ácido cítrico, además de actuar como exfoliante, aclarará la zona.
Después de la exfoliación debes hidratar la zona. Puedes aplicarte un poco de aceite en cada codo y mantenerlo durante un tiempo hasta que más o menos se absorba. Aclárate y aplica una crema hidratante que a poder ser sea bastante untosa.
Si eres constante y lo realizas cada tres o cuatro días aproximadamente seguro que transcurrido un tiempo podrás disfrutar de unos codos suaves e hidratados.