Aunque la cirugía estética es estadísticamente más común entre las mujeres que los hombres, hoy en día, cada vez son más los barones que se someten a estos métodos quirúrgicos para mejorar su aspecto.
Las intervenciones de cirugía estética en hombres y mujeres suelen ser muy parecidas. Sin embargo, los hombres tienen tendencia a optar por la operación con los cual obtienen más volumen muscular y una más alta definición de los músculos.
La operaciones más populares entre los hombres
Así pues, entre las intervenciones más conocidas en cirugía corporal para los hombres nos encontramos con:
- Implantes en los pectorales, glúteos, brazos y pantorrillas. Este procedimiento está pensado para aquellos hombres que no consiguen ganar masa corporal o volumen en estas zonas de su cuerpo. Se colocan unos implantes con la intención de crear un cuerpo más musculado.
- Reducción de pectoral (ginecomastia). Es la operación para reducir el tejido de una o ambas mamas del hombre que han crecido en exceso en relación al tamaño común. Es una operación más sencilla que la de añadir implantes para el caso contrario.
- Liposucción. Como en el mismo caso que en las mujeres, se eliminan las células de grasa en las zonas donde más se acumulan, dependiendo de cada paciente puede ser en el abdomen, la parte baja de la espalda y el pecho lo operado.
- Marcación de abdominales y pectorales. Con la misma técnica de la liposucción los hombres operados pueden conseguir a través de la cirugía estética un abdomen y pectoral más definido para crear el efecto de los abdominales de gimnasio (comúnmente llamado tableta de chocolate).
- Alargamiento y engrosamiento de pene. Esta técnica cuenta con muchos mitos y solamente se realiza en casos en los cuales el médico lo considere necesario y no ponga en peligro la salud del paciente. Bajo este procedimiento el hombre consigue alargar o engrosar unos pocos centímetros el miembro viril, ya bien sea estirando los tejidos en el primer caso o añadiendo grasa en el segundo.
- Láser. Eliminación del bello del cuerpo de forma permanente. Este procedimiento es el menos doloroso, nocivo para nuestra salud y el que, además, no requiere pasar por un quirófano ni someterse a ningún tipo de anestesia. Con él reduciremos la cantidad de pelo en nuestro cuerpo de modo semipermanente, ya que deberemos repasar la zona cada cierto tiempo.
¿Qué me opero en la cara?
Las operaciones de cirugía estética en la cara, tanto para ellas como para ellos, son más conocidas, puesto que no solamente han hecho parecer más jóvenes, con más salud y bellos a muchos actores de Hollywood, sino que también los médicos han ayudado a muchos hombres a ganar confianza en si mismos en todo el mundo. Entre las operaciones más populares nos encontramos con:
- La otoplastia. Este procedimiento consiste en la remodelación de la oreja con tal de que quede menos despegada de la cara del hombre operado.
- El lifting. Proceso que consiste en estirar la piel del rostro hacia la parte posterior de la oreja con tal de reducir el número de arrugas en la cara y parecer más jóven.
- Rinoplastia. Remodelación de la nariz. En este tipo de intervenciones también podemos añadir aquellas que remodelan la mandíbula, puesto que hay hombres que tienen problemas a la hora de encajar los dientes y con esta intervención puede modificar toda la estructura del rostro y no solamente con motivos estéticos, sino para el bien de nuestra salud.
- Los labios y arrugas del rostro pueden ser rellenados por nuestro médico con botox u otras técnicas de cirugía estética con tal de ganar volumen y reducir arrugas. Rellenando el labio superior, casi inexistente en muchos hombres de mediana edad, se gana también un efecto de juventud en el hombre operado.
- Laser para eliminar el bello excesivo en algunas zonas del rostro, como por ejemplo, la parte alta de las mejillas o en la frente. Hay quien lo utiliza para el bello excesivo en la parte baja el cuello.
- Finalmente, nos encontramos con uno de los procedimientos más populares para los hombres: los implantes capilares. Esta técnica consiste en trasplantar pelo de las zonas donde se mantiene, como ambos lados de la cabeza o el cuello, a la parte del cráneo de la cual ha desaparecido. Es una operación sencilla, cuidadosa con nuestra salud y con notables resultados si es efectuada por un buen médico.