La rosácea es una enfermedad crónica que afecta la piel provocando el enrojecimiento de la misma. Suele ser más común entre las mujeres y aquellas personas que presentan una piel clara. Sus síntomas pueden incluir el enrojecimiento de la cara, acné, inflamación de la nariz, piel gruesa en la frente o la barbilla...Además, también puede llegar a afectar a los ojos provocando enrojecimiento, sequedad y picazón en la zona, llegando a generar en los peores casos, problemas de visión. Hoy en día no se conoce la causa de la rosácea pero se cree que es más probable poseerla si la piel se enrojece con facilidad o si existen casos ya diagnosticados de esta enfermedad en la familia. No es peligrosa pero tampoco tiene cura definitiva, aunque sí existen tratamientos que ayudan a mejorar esta enfermedad y los fuertes brotes que puedan producirse de la misma.
Pero el hecho de que nuestra piel sufra de rosácea no es un impedimento total para a la hora de aplicar algún tipo de maquillaje. No obstante, hay que tener en cuenta este factor a la hora de decidir qué aplicar y cómo hacerlo ya que de no ser así, maquillarse con rosácea podría ser perjudicial para la piel. Si no se aplican los productos cosméticos pertinentes para este tipo de piel y se extreman las medidas de higiene, el enrojecimiento y la irritación podrían agravarse de forma considerable, dando lugar a un brote más intenso de esta enfermedad.
Por lo tanto, a la hora de aplicar el maquillaje es de vital importancia utilizar aquellos productos que hayan sido creados para pieles sensibles, además de crear una rutina de limpieza y cuidado de la piel que debe seguirse de forma estricta.
¿Qué maquillaje usar y cómo aplicarlo?
El maquillaje mineral es la mejor opción para las pieles con rosácea. Este presenta muchos beneficios para la salud de la piel si se compara con cualquier otro tipo de maquillaje que se pueda encontrar en las tiendas debido a que no contiene componentes químicos, fragancias, aceites u otras sustancias que provocan la irritación de la piel. Además, no obstruye los poros y tampoco acentúa la rojez de la piel tal y como lo haría un maquillaje de otro tipo. Posee dióxido de titanio y óxido de zinc, algo que le aporta un carácter antiinflamatorio que hace que se convierta en el aliado ideal para aquellas pieles con rosácea dejando una apariencia natural y fresca además de aportar protección frente a los rayos del sol.
En cuanto a la manera de aplicar este maquillaje, es recomendable utilizar un pincel o una brocha ancha. Además, con coger una pequeña cantidad del producto será necesario para cubrir y disimular la rojez de nuestra piel. El procedimiento se resume, por lo tanto, en colocar el envase del maquillaje mineral boca abajo y tras darle un par de toques para que caiga en la tapa, abrir el envase y coger con la brocha el polvo que haya caído para aplicarlo en el rostro. Se comenzará siempre desde la zona de las mejillas hacia la parte más exterior de la cara, siendo preferiblemente aplicado con ligeras pinceladas y movimientos en forma de circulo para conseguir un acabado más perfecto.
En cuanto a los ojos, en caso de verse estos también afectados por la rosácea se recomienda evitar maquillarlos ya que podrían agravarse los síntomas. Y en el caso de que si sea posible maquillarlos se deberán utilizar sombras neutras creadas para pieles sensibles con el fin de que el pigmento no provoque la inflamación de la piel.
Finalmente, los labios pueden pintarse de la manera que más le gusta a la persona pero siempre es bueno recordar que los colores cálidos, como rojos, rosas o naranjas pueden provocar un efecto visual poco favorecedor para la persona ya que intensifican el tono rojizo de la piel con rosácea.
¿Cómo mantener un cuidado activo de mi piel?
Existen una serie de puntos a tener en cuanta con el fin de no empeorar el estado de la piel y mantener el cuidado de la misma.
- Higiene y limpieza :Antes de comenzar a maquillar el rostro es fundamental llevar a cabo una limpieza facial, utilizando para lavar el rostro aquellos productos más adecuados. Esta limpieza se debe realizar todas las mañanas y todas las noches durante cada día. Para ella, se utilizará un jabón suave creado para pieles sensibles recomendándose aquellos que contienen glicerina o ceramidas. Además, el agua que se utilice para realizar este lavado debe de ser tibia, evitando por lo tanto, el agua caliente con el fin de no empeorar los síntomas de esta enfermedad.
- Hidratación : Tras haber llevado a cabo la limpieza facial, es importante aplicar crema hidratante a la piel. Se recomiendan aquellas que ayuden a reducir la pérdida de agua en la piel generando una barrera natural de protección además de suavizar e hidratar la zona. De igual manera, es esencial que la crema hidratante proporcione protección ante el sol, debido a que lo rayos podría empeorar el estado de la piel.
- Control en el maquillaje : Antes de comenzar a maquillarse se deben de limpiar todas las brochas o pinceles que vayan a ser utilizados para la aplicación del mismo ya que de no ser así, podrían producirse infecciones en la piel. Además, se recuerda la importancia de no excederse en el maquillaje y revisar todos los productos cosméticos antes de comprarlos y aplicarlos con el fin de asegurarse que no contienen ningún componente que pueda dañar a la piel.
- Alimentación sana : La alimentación influye no sólo en la salud de la persona sino también en la de su piel. Es por este motivo que el consumo de ciertas sustancias o alimentos como el chocolate, los embutidos, el alcohol, las comidas picantes o la cafeína entre otros puede empeorar el estado de la piel rosácea por lo que aunque nunca está de más darse un capricho, habrá que evitar introducir estos alimentos en nuestras comidas diarias manteniendo una dieta saludable.
- En último lugar, se aconseja no someterse a tratamientos faciales que pueda ser considerados agresivos para este tipo de piel. Exfoliaciones o los tradicionales peelings no son beneficiosos para aquellas personas que padecen esta enfermedad ya que la sensibilidad de sus pieles no es compatible con estas técnicas y puede ser, a diferencia de para aquellas personas con una piel sana, totalmente contraproducente.