A la hora de afrontar una entrevista de trabajo pensamos en nuestra actitud, comportamiento e incluso en la ropa que nos vamos a poner. Sin embargo son numerosos los detalles que pueden decir muchas cosas de nosotros y que habitualmente pasamos por alto.
Uno de ellos es el maquillaje. Ya seas una chica que recurre a los cosméticos a diario o una que solo los usa en contadas excepciones has de tener en cuenta el make up a utilizar. Todo depende del puesto al que te presentes, de la empresa en la que aspiras a trabajar y de tu propia personalidad.
El maquillaje sirve para mostrar mejor aspecto, tapar esas pequeñas imperfecciones que podamos tener o darnos un extra de seguridad a la hora de afrontar una entrevista de trabajo, algo que no viene nunca nada mal.
Cuándo no ir maquillada
De ahí que mi recomendación sea maquillarse. Hay unas pocas excepciones al uso de make up, como si te presentas a un puesto con gran carga de ejercicio físico. Puede que tengas que hacer algunas pruebas y acabes sudando, así que si no usas productos adecuados tu aspecto al final puede ser bastante malo.
En ese caso es recomendable no usar make up o decantarse por cosméticos que sepas no van a alterarse, como por ejemplo los que son waterproof y permanecen inalterables aunque sudes o llueva.
Una de las funciones del maquillaje, aunque no siempre pensamos en ella, es darnos seguridad. Pero si en vez de eso te vas a sentir extraña por ir maquillada o nerviosa y temes rascarte el ojo y mancharte toda la cara de máscara de pestañas no te maquilles. Estarás más cómoda y tranquila con la cara lavada.
Cómo maquillarse paso a paso
Vistas estas excepciones vamos a centrarnos ahora en cómo maquillarnos para una entrevista de trabajo. Hay que tener en cuenta varios factores como el puesto al que te presentas y tu propia personalidad.
La primera imagen que des a tu entrevistador será muy importante y prevalecerá en el tiempo si finalmente consigues el trabajo. De ahí que lo ideal es no caer en excesos, pero tampoco 'disfrazarte' de lo que no eres.
Un maquillaje sencillo y en tonos nude es de lo más recomendable sean cual sean las circunstancias. Mostrará que eres una mujer que se preocupa de su aspecto pero a la que tampoco le gusta llamar la atención en exceso.
¿Significa eso que debes desechar pintarte los labios de rojo? Ni mucho menos. Un carmín rojo muestra seguridad en una misma y eso dice mucho de ti en una entrevista de trabajo. Si te sientes cómoda con este tipo de tonos adelante, pero ten en cuenta que has decidido potenciar tu boca, no hace falta que destaques con make up los ojos.
Si vas a una entrevista de trabajo para un empleo en el sector del ocio nocturno, por poner un ejemplo, sí está bien que apuestes por un make up agresivo. Pero si te presentas a un puesto de oficina va a ser visto como demasiado transgresor.
¿Hay make up prohibido?
No voy a decirte que existe ningún tipo de maquillaje que esté prohibido usar en entrevistas de trabajo, porque todo depende del puesto al que optes, pero sí que hay determinados cosméticos que no suelen ser muy recomendables. Ya te comenté antes que si vas a tener que hacer alguna prueba física te olvides de aquellos que no sean resistentes al agua. Lo mismo si es un día de mucho calor, porque entre los nervios y las altas temperaturas tus probabilidades de sudar y estropear el maquillaje son muchas.
Y por último los colores poco convencionales no deberías utilizarlos. Me refiero a decantarte por un carmín de color azul o negro, a sombras de ojos en colores fosforitos o a adornos excesivos como pestañas postizas con plumas en su terminación. No son la mejor opción si buscas conseguir un empleo convencional.
Prejuicios del maquillaje
Te comentaba anteriormente que el make up que decidas usar va a decir cosas de ti, incluso algunas con las que tú no estás de acuerdo. Así, si llegas a la entrevista con un maquillaje muy trabajado tu interlocutor puede pensar que te preocupas demasiado por tu aspecto físico, incluso que puedes perder 'demasiado' tiempo al día maquillándote. No tiene que ser verdad o puede que solo te hayas esmerado en lucir bien para la entrevista, pero habrás creado una imagen que no es la que se corresponde.
Algo parecido puede ocurrir si te gustan determinados estilos, considerados como alternativos. Si a diario vistes y te maquillas como un gótico no tiene cabida que a una entrevista de trabajo te presentes con una imagen renovada, salvo que desees mantenerla así mientras dure el empleo. De no ser así la imagen (física) que darías en la entrevista sería contraria a la que tendrías el resto de días que fueras a trabajar. De ese modo estarías incurriendo en una falsedad.
¿Y si no me maquillo habitualmente?
Además de todo lo visto anteriormente puedes tener la duda de no cómo maquillarte, sino siquiera si deberías hacerlo porque no lo haces habitualmente. En ese caso mi recomendación es tomártelo con un poco de calma. Y practicar:
- Si no te maquillas de manera habitual puede ser que tampoco tengas muchos cosméticos entre los que elegir ni domines el make up, por lo que puede ser que no consigas el resultado esperado. Lo mejor en esos casos es pedir ayuda a una amiga que sí sepa de maquillaje y que te eche una mano.
- Si estás sola ante el peligro tampoco te des por vencida. El día antes de la entrevista prueba distintas combinaciones, con qué tonos te ves mejor y recuerda una máxima del maquillaje: menos es más. Si al hacerte la raya del ojo ves que no queda como tú quieres sigue probando hasta conseguirlo. Al fin y al cabo el maquillaje es cuestión de práctica.
- Y si no lo consigues olvídate de las florituras y vete a lo seguro. Con un poco de maquillaje fluido para igualar el tono de la piel y colorete para dar colora las mejillas tendrás un aspecto mejorado y natural en apenas un par de minutos. El toque final lo conseguirás con gloss o un poco de carmín.