A todo el mundo le habrá ocurrido al menos una vez cada mes. Son esos días en los que, por mucho que nos empeñemos, el estrés, el cansancio, el trabajo acumulado, las pocas horas de sueño u otros factores que hacen que perdamos tiempo para nosotros mismos y acaben por vencer y se marquen en nuestro rostro.
Trucos y consejos previos
Para combatir esta fatiga de los ojos, el rostro y la piel, el maquillaje puede ser un gran aliado. Aunque no es la única solución, sino que, dependiendo del grado de cansancio que se marquen en nuestros rasgos, utilizaremos más o menos métodos previos.
El truco principal es descansar y dormir las horas necesarias para que nuestro cuerpo esté en forma, que se reflejará así en nuestra cara. Pero para aquellas personas que por sus razones no puedan permitirse el lujo de relajarse más a menudo, te presentamos una serie de trucos de belleza que te ayudarán a combatir el cansancio reflejado en tu rostro.
Deshinchar y tonificar
Lo primero que debemos hacer es descongestionar la piel de la cara y sobre todo los ojos, que son siempre los más afectados por el cansancio acumulado. Para ello no solo necesitaremos maquillaje, sino también algunos trucos previos de belleza para devolver el brillo y la pureza a la piel de esta zona.
Mediante una infusión de manzanilla o menta podemos envolver nuestro rostro con una toalla húmeda de este brebaje y dejar que actúe durante unos diez minutos. Con cuidado de no quemar ni frotar la piel, dejaremos que nuestros poros se abran. También puedes utilizar esta misma infusión de otra manera: aplicando discos de algodón empapados con la manzanilla ya fría y dejarlos reposar sobre los párpados. Con ambas prácticas haremos que las ojeras y las bolsas que se sitúan por debajo de los ojos desaparezcan considerablemente. Al igual que funciona el mítico truco de las rodajas de pepino o patata cruda, dejando que actúen durante 20 minutos.
Siempre al acostarnos debemos desmaquillarnos convenientemente, aunque también podemos repetir el proceso a la mañana siguiente, para asegurarnos de que nuestra piel queda limpia de impurezas y que no se quedará cuando demos una capa de crema hidratante. El frescor de esta revitalizará la piel, así como lavarse todas las mañanas con agua bien fría.
La importancia del maquillaje
Crema hidratante y look natural
A pesar de que los ojos son la parte que más se nota cuando tenemos cansancio acumulado y se refleja en nuestro rostro, primero hay que cuidar el resto de la cara. Con una buena base en crema aplicada con una esponja mediante toques suaves y un corrector de ojeras con el tono adecuado, los pasos previos para dar luminosidad y la sensación de cara descansada estarán listos.
No hay que aplicar mucha base ni tampoco en un tono excesivo. En estas situaciones lo que se busca es un look casi natural y que no destaque mucho, ya que sino daríamos importancia a zonas donde sí que se nota nuestro cansancio. Porque por mucho maquillaje que nos queramos poner para ocultarlo, a veces hacemos que se nos note todavía más.
Cuida especialmente la zona de los ojos
En cuanto a los ojos, hay que prestar más atención. Como ya hemos indicado, son la zona del rostro que más cansancio revelan. Puedes aplicar un colirio especial para despejar la vista, aunque también te servirán los trucos de desinflamación anteriores. Por lo que hace a la fase del maquillaje, es mejor no cargarlos para que no adquieran tanta importancia, despejando la mirada y creando un efecto iluminador.
Podemos aplicar una sombra de ojos rosa o marrón -ambos claros- dependiendo de la tonalidad de la piel de cada persona. Para disimular los ojos hundidos y hacer que sean más grandes es conveniente que tengan un acabado mate sobre el párpado móvil y luego aplicarlo bien difuminado. Sobre la base de la ceja podemos aplicar un tono más claro que el anterior, como un vainilla o un nude, y que además sea menos mate para dar sensación de luminosidad y descanso. Se entremezclan ambos para que el efecto sea más natural y no parezca que llevamos el ojo recargado.
Con un delineador blanco o nude trazamos la línea inferior del ojo. De esta manera ampliaremos la mirada y daremos mayor luminosidad, ya que damos importancia a la zona blanca del ojo. No es recomendable pintar esta zona con un delineador negro, como tampoco lo debemos hacer con la parte de las pestañas superiores. Si aplicamos línea negra y pintamos el párpado móvil lo único que conseguiremos es que se note todavía más el cansancio en los ojos, porque estamos remarcando la zona y dando oscuridad justo en el borde de todo el ojo.
Si no quieres utilizar muchos más componentes para los ojos, el rizador y la máscara para pestañas serán los mejores aliados. Alargas las pestañas y con ello la mirada, por lo que siempre es recomendable su uso. En estas ocasiones es cuando más falta hará, ya que podemos utilizarlo solo, sin ninguna ayuda de sombras o delineadores. Aunque será mejor asegurarnos de que el ojo no aparece hundido ni cansado con los trucos anteriores.
Colorete rosado o nude
Para ir finalizando con la fase del maquillaje, utiliza un colorete rosado claro o nude, dependiendo de la piel que tengas. Así daremos una sensación de cuidado y descanso por las zonas sonrosadas, evitando siempre las tonalidades fuertes o más llamativas para que no nos quede un maquillaje excesivos. Recuerda que debes hacerlo según el patrón de tus rasgos faciales: de fuera hacia adentro para rostros más redondeados y de dentro hacia afuera para las caras más alargadas.
Escoge un pintalabios llamativo
Por último, asegúrate de hacerte con un buen labial. Lo mejor para estas situaciones de cansancio a disimular es escoger el más llamativo, totalmente al contrario que ocurre con las normas del resto del maquillaje que es más relajado y natural. Eso sí, que tampoco sea del todo excesivo: como el rojo, el rosa o el frambuesa. Si además este lo eliges en un efecto gloss, la garantía de éxito estará asegurada.