El maquillaje, en todas sus variantes, es un arte en el que la práctica y el conocimiento de todas sus técnicas juegan un papel fundamental para conseguir un buen resultado. Si no se ha estudiado sobre el tema o no hay ninguna formación académica que respalde el trabajo hecho, es completamente normal que se cometan errores y fallos durante todo el proceso de elaboración de un maquillaje. Si eres principiante, te llama el mundo de la cosmética y quieres aprender todo sobre sus técnicas y productos, lo ideal es empezar poco a poco e ir subiendo niveles conforme vayas familiarizándote.
En un maquillaje de rostro uno puede encontrarse con todo tipo de artículos, toda clase de acabados y todo un abanico gigantesco de formatos. La razón de esta variedad de factores depende mucho del propósito que uno quiera conseguir con su look, así como de las necesidades de cada piel y estructura facial. Si estás perdida respecto a todo este tema, a continuación encontrarás una serie de consejos, productos básicos y técnicas que necesitas conocer para empezar a maquillarte.
Productos básicos
Como se indicaba anteriormente, lo ideal para que puedas empezar a maquillarte es contar con un neceser en el que tengas todos los productos necesarios para conseguir un look sencillo y completo. Como estás empezando y seguramente vayas mejorando según practiques tu maquillaje, no es necesario que inviertas una gran cantidad de dinero pues existen productos de gama media con una relación calidad-precio excelente.
Los artículos con los que debes de contar serían: una prebase para el rostro, una base de maquillaje, polvos para sellar, un corrector, bronceador, colorete, iluminador, una paleta básica de sombras en tonos neutros, un lápiz de ojos, un delineador líquido, una máscara de pestañas, una prebase para sombras, un iluminador, un bálsamo de labios o un pintalabios, una esponja de maquillaje, dos o tres brochas para el rostro y tres para el maquillaje de los ojos. Eliminar o añadir productos a esta lista depende de tus gustos personales, pero, a rasgos generales, este sería el kit de maquillaje perfecto para principiantes.
Cómo maquillar la piel del rostro
Antes de ir a comprarte cualquier primer o base de maquillaje, primero debes conocer cómo es tu piel y qué buscas que te aporten los productos que vayas a aplicar sobre ella. Saber si tienes la piel mixta, seca o grasa te ayudará a elegir el primer y la base más adecuada para tu piel. De esta manera, si tu piel tiende a sacarte brillos o a producir más grasa de lo habitual, necesitarás productos de acabado mate y que no aporten más hidratación de la necesaria. Si por el contrario, tu piel es seca y tiende a sacar pellejitos, lo ideal para ti serán productos más humectantes.
A la hora de aplicar el primer o la base de maquillaje tienes dos opciones: usar una brocha o una esponja. La diferencia principal entre ambos artículos es que las esponjas aportan un acabado más natural y una cobertura menor que las brochas así que esto dependerá de tu gusto personal. Si deseas probar ambos productos, ten en cuenta que la brocha ha de ser tupida para poder distribuir bien el producto y que la esponja ha de estar humedecida para aplicar bien la base.
A la hora de aplicar un corrector para tapar imperfecciones y ojeras, lo ideal es que escojas un color que esté uno o dos tonos por debajo del de tu piel. De esta manera conseguirás, además de corregir, iluminar. Para aplicarlo sobre las ojeras, ve añadiendo el producto poco a poco hasta que consigas una cobertura adecuada y concéntralo en el área más oscura para después difuminarlo hacia fuera. El corrector puedes aplicarlo antes o después de la base de maquillaje pero siempre se recomienda hacerlo después para evitar cargar demasiado la piel. Una vez hayas acabado de aplicar la base y el corrector, sella todo con polvos traslúcidos o del tono de tu piel con una brocha de pelo suelto.
Para terminar con el rostro, y siendo un paso totalmente opcional, puedes darle un extra de color y luminosidad a tu piel con un bronceador y iluminador. Aunque estos dos productos puedes encontrarlos con diferentes formatos, lo ideal para principiantes será que su presentación sea en forma de polvos. Para aplicar correctamente el bronceador, usa una brocha suelta y coloca el producto en aquellas zonas de tu rostro donde el sol incidiría de forma natural: frente, pómulos y nariz. Para acertar con el color cuídate de que tengan un tono cálido y que no resulten muy oscuros ni naranjas en comparación con tu piel. Por último, aplica colorete en las mejillas difuminándolo hacia las sienes y un poco de iluminador en la parte alta del pómulo y ¡listo el maquillaje de rostro!
Cómo maquillarse los ojos
Para crear un look de ojos, lo ideal es que optes por algo sencillo y que utilices colores neutros. Primero de todo, no olvides aplicar una prebase de sombras para hacer que estas duren más y no se parcheen. Después de esto, sella el primer con una sombra color piel o incluso con los polvos que hayas usado para el rostro y empieza tu maquillaje marcando la cuenca con una brocha de difuminar. Un tono ideal para marcar el párpado fijo y dar profundidad a la mirada es un color topo, marrón suave o incluso el del propio bronceador que hayas usado para el rostro. Una vez hayas aplicado este color de transición, aplica con un pincel plano un color oscuro en la V externa del ojo para rasgar la mirada y difumínalo bien para integrarlo con el color de transición. Recuerda que el secreto y la primera regla de un maquillaje de ojos bonito es difuminar y difuminar.
Para la parte más interna del ojo, usa una sombra más clara e incluso aplica un poco de iluminador en el lagrimal para darle luz a la mirada. La idea de este maquillaje tan sencillo es crear un look de tonos neutros y en degradado en el que todos los colores estén integrados, pero a la vez diferenciados entre sí. Para terminar el look, dibuja un delineado fino a raíz de las pestañas y aplica una máscara de pestañas que te las alargue y les aporte un poco de volumen. Por último, no olvides maquillar levemente el párpado inferior siguiendo la misma técnica que en el superior, es decir, utiliza un degradado de forma que la sombra clara vaya en el interior del ojo y la más oscura, en el exterior.
Para rematar tu look de maquillaje, si optas por pintarte los labios, lo más recomendable será que primero exfolies los labios. Este paso, además de ayudarte a que el producto dure más, eliminará posibles pellejitos y hará que tu boca se vea más bonita. Una vez hecho esto, hidrata los labios con bálsamo y acto seguido aplica el pintalabios que más te guste.