Si eres de las que prefieren alejarse de lo colorido, las texturas y las innovaciones cosméticas, y por el contrario prefieres un maquillaje totalmente natural para tu día a día, estos consejos te pueden ayudar. Aunque un make up basado en el efecto cara lavada lleva más trabajo por detrás del que parece.
Para empezar, debemos hacernos con las tonalidades adecuadas a nuestra piel. Para ello debemos fijarnos no solo en las zonas iluminadas, sino que debemos pensar también en aquellas que queramos ocultar después y añadirles un tono más de oscuridad que al resto de la cara. Puedes pedir consejo de un profesional en este caso, para que ellos te aconsejen cuáles son los productos make up que mejor van contigo.
Hidrata la base del maquillaje
Como se debe hacer con cualquier maquillaje, antes de aplicar ninguna capa de color, lo mejor que puedes hacer es fijar una pequeña capa bien extendida de crema hidratante específica o pre base. Ambas tienen la misma función, solo que la segunda ayuda a que fije mejor en pieles más grasas o secas, mientras que la primera es perfecta para todo tipo de pieles.
Una vez tengamos este primer paso realizado, entonces procederemos con la siguiente capa. En esta ocasión, debes extender mediante una esponja o un pincel específico para la crema líquida, la base compacta o la mousse que cada uno quiera utilizar. Lo mejor es una que sea fácil de utilizar, que no deje manchas o que no marque la textura del material sobre tu rostro. Más bien al contrario: que parezca que es tu piel, por eso es importante acertar con el tono adecuado.
A continuación colocaremos un poco de polvos de sol con un par de tonalidades más que nuestra piel habitual. Si escogemos uno demasiado oscuro o muy claro para nosotras, lo único que conseguiremos es que nuestra cara tenga un color totalmente distinto al diario y que la concordancia con el cuello o las manos se rompa. Además, este producto make up solo se debe aplicar de manera muy sutil sobre frente, pómulos y barbilla dibujando sobre nuestro rosto un tres en cada lado.
Para restar importancia a estas zonas oscurecidas, daremos un aspecto más natural si añadimos un poco de brillo sobre las zonas que queramos potenciar. Después del paso anterior, que es el que da forma y hace que empiecen a definirse nuestros rasgos de manera uniforme, con este producto conseguiremos que destaquen de manera simple otras partes de nuestro rostro.
Remarcar zonas sin que se note
Para aquellas que quieran disimular su tabique nasal, lo que podéis hacer es aplicar un poco de polvos para la cara más opacos sobre la línea del tabique y difuminar en sentido ascendente, luego habrá que iluminar la zona de las aletas nasales y por debajo de los ojos, sin marcar las ojeras o las bolsas. En cambio, si lo que quieres es que tu nariz parezca más fina, oscurecerás las aletas y darás brillo a lo largo del tabique.
Otra posibilidad es que quieras dar luz y brillo a tus ojos. En ese caso el iluminador debe situarse por la zona del lagrimal, la cara interna de la nariz sin llegar a poner maquillaje sobre las aletas nasales y la zona alta del pómulo. Primero debemos tapar y disimular las ojeras o las bolsas con un poco de corrector -que tendrá un par de tonos menos que nuestro cutis- y colocarlo en forma de triángulo invertido. Luego difuminaremos esta zona y marcaremos los puntos mencionados con el iluminador.
Para que este efecto ocular funcione, lo mejor que puedes hacer es aplicar dos tonalidades de sombra de ojos sobre el párpado. Una blanca u ocre y otra marrón oscuro, pero teniendo en cuenta el tono de tu piel, para que no quede ni muy hundido ni muy salido el efecto visual. Pon un poco de este maquillaje más claro sobre la zona de las pestañas y parte del párpado móvil, y luego aplica sobre una fina línea por encima de este la sombra oscura. Trata de mezclarlos de manera que se difuminen y no se note el corte de color.
En el caso de las sombras tienes que tener en cuenta lo siguiente: no deben tener matices brillantes ni efectos purpurina, por minúsculo que sea el detalle. Lo mejor es que utilicen tonalidades mate y en una cantidad pequeña, para que así el efecto natural quede mejor y realmente no se aprecie que el ojo está pintado.
Evita el eyeliner
Para ir acabando con tu make up de efecto natural, es mejor que evites ciertos productos. Entre ellos los lápices labiales fuertes o las líneas para el ojo. Estos embellecen y dan más protagonismo a labios y ojos, pero ese efecto de cara lavada se pierde porque se nota que esa zona está pintada. Lo mejor es continuar con las bases, los polvos, las sombras y el colorete de tonalidades terrosas y neutras.
En los ojos podemos aplicar con naturalidad una capa muy fina de máscara de pestañas, pero evitando grumos o efectos demasiado llamativos. Si tus pestañas quedan muy largas o muy gruesas, cuando en realidad no son así, descarta estos productos porque no te están ayudando a conseguir esa naturalidad que buscas. Es mejor uno sencillo que de color y peine. Además, ayúdate de un rizador de pestañas que, en muchas ocasiones, no necesita de máscaras.
Un rubor natural
Poco queda ya para destacar un rostro limpio y natural. Para que el toque final del blush o colorete quede bien, lo mejor es que selecciones uno que no destaque demasiado sobre tu rostro. Los empolvados son perfectos para las pieles más claras, mientras que los terrosos son ideales para el cutis más oscuro. Aplícalo de manera que quede uniforme y sencillo sobre tus pómulos. Puedes aplicar un poco más sobre la clavícula o el cuello en vertical.
Finalmente, los labios también pueden tener su toque. Utiliza un cacao básico para hidratarlos y tienes dos opciones: dejar ahí la cosa o aplicar un poco más de color. Con una tonalidad similar a la de nuestros labios, sin utilizar colores nude muy claros, rosas llamativos o un rojo carmín, pinta con toques suaves por arriba y por abajo. Retira lo sobrante con ayuda de un papel y presionando sobre cada labio, y luego aplica unos ligeros toques de polvos para la cara que hemos utilizado antes.