Uno de los pasos más importantes a la hora de realizar un maquillaje es siempre cómo vamos a poner la base. Ésta, aunque parezca una parte más del proceso, es la más importante de todas y según como lo hagas puede hacer que el resultado total sea increíble, o todo un desastre. Parece imposible creer que algo tan básico sea tan importante, pero es lo que hará que el rostro se unifique, que tape las imperfecciones y que toda la cara adquiera otro tono más concreto y reluciente al maquillarse.
Existen muchas formas de aplicarlo, y cada una de ellas con un efecto distinto en la piel. También cada tipo de la misma acogerá mucho mejor una forma u otra de hacerlo, pero en este artículo en concreto, vamos a ser más concretos y hablaremos de las brochas o pinceles de maquillaje específicos para el rostro y más concretamente para las bases fluidas de maquillaje.
Toma nota muy bien de todos los datos, ya que elegir una u otra dependerá de tu destreza, de la forma que tenga de maquillarse normalmente una persona, el tipo de piel y otros aspectos. También es muy importante el pelo del que estas brochas están hechas, ya que eso determinará también el acabado, que será más profesional o amateur.
Elegir la brocha
Entre las diferentes brochas de las que disponemos en el mercado, podemos dividirlas en dos, las de pelo natural y las de pelo sintético. Las segundas están tomando mucho más protagonismo últimamente debido a que son mucho más favorables con los animales o lo que se conoce ahora como 'cruelty free'.
Las de pelo natural, aunque se consideran mucho más profesionales, no dejan de estar hechas de palo real que puede ser de pony, ardilla, tejón, cabra, etc. En este aspecto, ha tomado mucho más protagonismo el pelo sintético como una opción para aquellas personas animalistas que están en contra del uso de estos seres vivos en cualquier índole, sobre todo el cosmético.
Aún así, hoy en día existen brochas sintéticas que no tienen nada que envidiar a las otras y que son tan profesionales y buenas como ellas, sin necesidad de hacer daño a ningún ser vivo. Una vez sabemos esto, y ya sabemos que tipo de pelo queremos utilizar, dentro de la gama de brochas para extender la base de maquillaje, existen muchas hoy en día. La más común y básica es la de lengua de gato. Se conoce así porque tiene forma de lengua y sirve para extenderla de manera ascendente, es la más utilizada, pero corre el rumor de que al ser tan compacta no distribuye el maquillaje como debería. Éstas y otras que son redondas, pero de base plana y muy tupidas, son las mejores para aquellas personas con muchas imperfecciones y que lo que quieren es cubrir la piel para que no se noten nada los granitos, rojeces o demás daños.
Por otro lado, están las conocidas como mofeta, estas se caracterizan porque son de pelo sintético en la punta y natural (o imitación de natural) en la base. Esto las hace muy útiles tanto para productos líquidos como en polvo. A la hora de usarla para la base de maquillaje, lo bueno que tienen, es que son muy abiertas y van a expandir la crema de forma muy uniforme, dejando el color en el rostro de manera muy natural.
Pre aplicación
Una vez que ya sabemos que brocha vamos a utilizar según las necesidades y preferencias que tengamos, es muy importante preparar el rostro antes de maquillarse. Lo ideal es realizar un tratamiento de limpieza, tónico e hidratante según el tipo de piel que tengamos, para que pueda así cumplir esas necesidades básicas de hidratación que tenga o necesite.
Después de esto, es bueno utilizar una prebase para rostro. Este es u producto cosmético que se ha puesto muy de moda desde hace varios años con el objetivo de crear una capa entre la hidratante y la base, que alise la piel, unifique el tono y además, haga que el maquillaje dure mucho más tiempo del que lo haría sin ella. Existen de muchos tipos para cualquier necesidad que se quiera suplir, anti brillos para las pieles grasas, anti manchas para las pieles que han sufrido algún tipo de manifestación hormonal o por el sol e incluso con protección o efectos anti-edad para las pieles maduras.
Antes de empezar, ten en cuenta que el tono que hayas elegido para la base de maquillaje es el adecuado. Deja de lado esos mitos en los que la gente los prueba en la mano o las muñecas, en esas zonas la tonalidad de nuestra piel no es la misma que en el rostro. Lo ideal es probarla directamente en la cara, como en la zona de las mejillas o el cuello.
Proceso de aplicación con brocha
Para utilizar la brocha a la hora de maquillarse hay que realizar un proceso muy sencillo, a veces se suele pensar que es algo muy engorroso y demasiado profesional, pero nada más lejos de la realidad. Se puede comenzar de dos formas, o pones un poco de cantidad en el dorso de la mano y vas aplicando desde ahí conforme vayas necesitando, u otra opción es poner cinco puntos con el dedo en las cinco partes específicas del rostro desde dónde la extenderemos posteriormente que son: frente, punta de la nariz, barbilla y los dos pómulos.
Para comenzar a extenderla, hazlo con ligeros toquecitos y en movimientos circulares desde el centro de la cara hacia afuera, es decir, siempre empezaremos de la nariz, frente o barbilla hacia la raíz del pelo, las orejas o el cuello. Por supuesto, estas son zonas que tienes que difuminar muy bien para que no se noten los cortes y evitar el efecto máscara que queda muy poco profesional.
Si utilizas la brocha de lengua de gato, esto puede cambiar un poco, pero no mucho, sigue siendo igual de sencillo maquillarse con ella, lo único es que en vez de repartirla dando toques y haciendo círculos, este tipo de pinceles da lugar a arrastrar, aunque de igual manera, siempre desde el centro hacia afuera y dando tantos pases como sean necesarios para repartir todo a la perfección y que quede bien sin ningún corte que podamos lamentar.