La base de maquillaje es una de las partes más importantes del proceso de 'chapa y pintura'. Y es que, por muy buenos coloretes, polvos iluminadores o sombra de ojos que tengas, si la base de tu maquillaje no es la correcta o no está bien aplicada, no servirá de nada.
Por ello, te vamos a enseñar qué tipos de bases de maquillaje existen y cuál se adapta mejor al tono y la textura de tu rostro para que el resultado sea perfecto y lo más natural posible. Además, debes tener en cuenta cuál es el propósito principal por el que te aplicas la base del maquillaje: cubrir imperfecciones, aportarle luminosidad o corregir brillos naturales.
Tipos de bases de maquillaje
A continuación te damos una breve explicación sobre las bases de maquillaje que están disponibles actualmente en el mercado:
- Base de maquillaje fluido : son ideales si lo que buscas en un resultado natural y unificar el tono de tu piel. Además son beneficiosos para todo tipo de pieles y conseguirás un rostro luminoso y aterciopelado.
- Base de maquillaje en barra : muy fáciles de aplicar y, principalmente, comodísimos de transportar. Te permite retocarte en cualquier momento y es recomendable para pieles normales o secas, pero no grasas.
- Base de maquillaje mousse : fáciles de aplicar, esta base es recomendable para todo tipo de pieles. Además, esa textura a base de gel ofrece una agradable sensación de frescura en el rostro.
La mejor base de maquillaje en función de tu rostro
No obstante, elijas la base que elijas en función de tu comodidad, lo importante es que apliques sobre tu rostro la tonalidad acertada. Lo más sencillo es que te apliques una pequeña muestra de la base de maquillaje sobre la mano y la extiendas. El color que se funda con la tonalidad de tu mano es el ideal para tu cara, evitando así una gran diferencia de color entre rostro y parte baja del cuello.
Si tienes la piel clara, evita aplicarte una base de maquillaje clarita porque tu rostro quedará demasiado pálido. Y por el contrario, si tienes la piel morena, te recomendamos que apliques la tonalidad que se funda con tu color natural, evitando así que el resultado sea o bien demasiado moreno o o bien excesivamente claro.