Givenchy lo ha vuelto hacer, y es que si ya en 1989 revolucionó los polvos faciales con Le Prisme, ha sacado una reedición mejorada llamada Le Prisme Visage. La idea inicial se mantiene pero han perfeccionado el producto para conseguir un acabado todavía mejor.
El concepto era conseguir unos polvos para el rostro versátiles, y para conseguirlo crearon una pequeña paleta con cuatro tonalidades diferentes para poder definir mejor el rostro. Hoy, con Le Prisme Visage, Givenchy ha mantenido el concepto de la paleta de cuatro pero ha mejorado el producto. Han refinado los polvos compactos para que los gránulos sean todos del mismo tamaño y así conseguir la mayor cobertura posible. A la fórmula le han añadido proteína de seda para crear una complexión que se vea natural y suave. Por último los pigmentos del producto están mezclados con polvo mica para proporcionar a la piel de luminosidad y han añadido un producto que suaviza la piel y elimina las imperfecciones.
El packaging
El producto es muy sencillo de aplicar y difuminar además tiene un aroma sutil y muy agradable. Le Prisme Visage tiene un packaging perfecto para llevarlo a cualquier parte y aunque incluya 11 gramos de producto viene un una caja compacta y pequeña. La caja es de color negro decorada con el logo de Givenchy e incluye un espejo y una brocha para poder aplicarlos cuando se esté fuera de casa.
Aunque el producto incluya una brocha no es apenas necesario retocarlos una vez puestos ya que duran todo el día y a pesar de ello no resecan el rostro, mantienen un acabado igual desde que se aplican al principio del día hasta que llega la hora de desmaquillarse. Le Prisme Visage controla los brillos a la perfección y es en resumen un producto con un acabado muy natural e ideal para cualquier época del año.