¿Cuando van a venir amigos a tu casa o familiares para pasar el rato eres de las que les abre la puerta en chándal y con un lápiz sujetando un improvisado moño en la cabeza o de las que se prepara igual que si fuera a salir a la calle? No existe protocolo acerca de cómo vestir o cómo maquillarse cuando una está en su propia casa y tiene que hacer de anfitriona, de ahí que resulte un tanto difícil decidir cómo prepararse para estas situaciones.
Si estás muy arreglada puede que no te sientas cómoda, algo totalmente contraproducente teniendo en cuenta que estás en tu propio hogar, un lugar en que has de sentirte cómoda y segura. Pero si presentas un look demasiado poco cuidado puedes dar una sensación negativa entre tus invitados, como que no te preocupas por ellos y lo que puedan pensar de ti.
No es fácil llegar a establecer una única regla sobre cómo arreglarse y qué maquillaje aplicar cuando se recibe a otras personas en casa, por lo que desde Bekia nos hemos propuesto tratar de resolver las dudas en función de las diferentes situaciones que se den. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo que venga tu madre a tomar el café o unos amigos a ver un partido de fútbol por la televisión a que te toque organizar la cena de Nochebuena para toda la familia.
Sin tiempo para nada
No es siquiera una regla, sino un razonamiento y deberíamos tenerlo claro antes siquiera de pensar qué hacer: es tu casa y deberías presentarte como te apeteciera. Es importante que no renuncies a ser tú misma y te maquilles como más te apetezca. Además, en ocasiones se puede tratar de encuentros improvisados y no hay margen de maniobra, por lo que apenas tienes tiempo de decidir qué hacer.
Pongamos el caso de que quedas con unos amigos para que pasen por casa después del trabajo y, entre unas y otras cosas, se te hace tarde. Llegas con el tiempo justo y no te da tiempo a nada. Si ni siquiera a quitar los zapatos cuando están llamando al telefonillo. Lo más acertado es reconocer que acabas de llegar a casa y que no te ha dado tiempo a nada. Si el maquillaje que llevas está estropeado por el paso de las horas aprovecha a retocarlo en un par de minutos en una rápida visita al baño. Si es gente de confianza no les importará esperarte ese tiempo. Si es de mucha confianza puedes incluso pedirles que esperen un poco más y aprovechas para arreglarte mejor.
No pasa nada por no maquillarse
Comentábamos anteriormente que no es lo mismo un encuentro informal que otro más festivo o preparado. En el primero de los casos no pasa nada si estás cansada y no te apetece maquillarte. Puede que lleves todo el día fuera de casa y sientas la necesidad de lavarte la cara y dejar a la piel respirar. No hay ningún problema, hazlo sin mayor remordimiento.
Comentábamos antes que disfrutar de un partido de fútbol televisado es una actividad informal, que no requiere una gran preparación y en la que puedes participar tranquilamente sin maquillaje y con una coleta alta. Se trata de pasar un buen rato, sin preocupaciones y sin miedo a si se te pueda correr la máscara de pestañas si te emocionas con un gol de tu equipo o lloras por el tanto que marque el contrario.
Además, no es solo importante decidir qué maquillaje utilizar en función del tipo de encuentro que sea, sino también en función de cómo vayan tus invitados. Si tus amigas se presentan en casa con el rostro libre de maquillaje porque habéis previsto una velada tranquila tiene poco sentido que tú te esmeres en aplicar productos y productos. De hecho desentonarás respecto a las demás. Y también ocurre lo contrario. Si todas ellas se han arreglado y se han pasado un buen rato delante del tocador entre brochas y labiales puedes sentirte un tanto incómoda con tu cara lavada.
Momentos especiales
Hay otros momentos especiales, en que te arreglas más a todos los niveles, igual que tus invitados. Es una celebración, un evento social o una cita con tu pareja. Si eliges una ropa más cuidada y hasta te pones zapatos de tacón a pesar de estar en tu casa no tendría sentido que no te maquillaras. Recuerda que la regla máxima en lo que a arreglarse se refiere es mantener el equilibrio. El make-up debe ir acorde al estilismo que lleves, y viceversa. Y como comentábamos antes: si tus invitadas se presentan maquilladas al detalle tú debes mostrar un aspecto similar.
Pero ten en cuenta algunas cosas. Para empezar, puede que te toque cocinar, así que lo más recomendable es que apliques el maquillaje después de hacerlo. Puedes echarlo a perder si te toca picar cebolla y te pones a llorar. Los vapores que puedan salir de las ollas también pueden tener un efecto negativo en tu maquillaje, así que déjalo para el último momento O mientras se acaban de cocinar las elaboraciones que has dejado en el horno.
Decántate por labiales permanentes, puesto que vas a beber y comer y todo eso hará que el color de tus labios se debilite, incluso se corra, dando un aspecto muy negativo. Con productos permanentes puedes evitarlo y, si no tienes, vale más no pintar la boca para evitar un desastre cuando estés a la mesa. Aunque, como estás en tu casa, siempre puedes ir a retocarte.
Ante la duda...
Hemos visto varias situaciones que se pueden dar cuando recibes a gente en tu casa y el maquillaje que mejor se adapta para cada una de ellas,. Pero pueden darse otras diferentes o con otras circunstancias. Así que ahí va un consejo por si dudas y no sabes qué hacer con el make up: apuesta por un maquillaje de buen aspecto. Que no se note que estás maquillada aunque sí lo estés.
Usa productos suaves que básicamente tapen imperfecciones y realcen las partes del rostro que quieres potenciar. Es el punto intermedio entre ir con la cara lavada y pintada como una puerta. Es muy socorrido, necesita pocos productos y tiempo -aunque sí cierta práctica- y puede salvarte de algún apuro, porque nunca desentonarás con él, dan igual las circunstancias.