Cada lugar de trabajo tiene su dress code o código de vestimenta, en eso estamos de acuerdo. En algunas empresas exigen ir casi de uniforme con el típico look ejecutivo, mientras que en otras aceptan vestimenta más desenfadada. A esa vestimenta debe acompañar además un determinado peinado de oficina acorde con la imagen que se desea transmitir.
Y una vez resueltos estos dos dilemas sobre cómo ir vestida o peinada a la oficina, llega la siguiente pregunta: ¿cómo me maquillo? Las tendencias de maquillaje, en ocasiones barrocas, en ocasiones extremadamente simples, crean dudas sobre qué cosméticos usar para ir al trabajo.
En realidad, ya sea un trabajo de cara al público o en una oficina, lo mejor es mostrar un buen aspecto, realzar nuestras virtudes físicas sin caer en la artificialidad. Es decir, apostar por la naturalidad gracias a la base de maquillaje y la máscara de pestañas, por ejemplo. Las que siguen son algunas claves y propuestas para conseguir una imagen natural para ir a la oficina.
Base de maquillaje
La base de maquillaje es imprescindible para un look de trabajo. Ya sea en forma líquida o en polvo, la base de maquillaje disimula imperfecciones típicas del día a día, como las ojeras, los granitos que salen por el estrés... aporta color, por lo que se evita una sensación de palidez en el rostro y lo más importante: sirve de fijador para el maquillaje que usemos a continuación.
En su uso, hay que tener cuidado con crear un efecto máscara, por lo que hay que cuidar los bordes del rostro y el cuello. Una buena idea para resaltar el efecto de la base del maquillaje y el posterior colorete es usar antes un quitaojeras que otorgue luminosidad y tape las imperfecciones.
Recientemente se ha puesto de moda un nuevo modelo de base de maquillaje: las cremas BB y CC, las cuales son algo así como una hidratante con color, pero que aportan muchos más beneficios para el rostro. Funcionan de perfecto complemento de la base antes de su aplicación o bien como sustituto.
Colorete
Resulta un cosmético opcional para muchas mujeres, pero muy importante para otras. Con respecto a su uso para el trabajo, hay que escoger tonos naturales. El colorete de la gama de color melocotón y rosa claro pueden ser buenos aliados para la rutina.
En cualquier caso, hay que evitar colorete tonos rojos o demasiado oscuros ya que no resultan favorecedores a la luz del día. Y tampoco hay que abusar de él. Como su propio nombre indica, el colorete tan solo sirve para aportar un poco de color a la cara, dejemos la plenitud de sus efectos para una cita por la tarde o eventos nocturnos.
Pintalabios
¿Por qué no? Un pintalabios puede resultar un complemento de belleza ideal para aquellas que pasan en el trabajo horas delante del ordenador, frotándose los ojos, para aquellas que se llevan las manos a la cara, nunca mejor dicho, ante los nuevos retos, o llorando (de risa o de pena, todo puede darse en una oficina).
Los nude y rosas, los más adecuados
Una de las ventajas del pintalabios es que puede retocarse constantemente en una visita al baño, por ejemplo. Sin embargo, la gran posibilidad que ofrece el pintalabios es su versatilidad: la amplitud de tonos que tiene y permiten que pueda usarse para la oficina. Por supuesto, no todos los colores están aceptados, recordemos la premisa: cuanto más natural, mejor. Así que una buena opción es optar por los neutros o bien por aquellos que mejor se adapten a nuestro color natural. Los rosas, los nude, los traslúcidos...
Las tendencias burdeos y los naranjas como compañeros labiales pueden seguirse en sus versiones más ligeras. Para matar dos pájaros de un tiro, puede invertirse en un pintalabios hidratante. Así, los labios no solo quedarán bonitos, sino también estarán saludables frente a las jornadas laborales.
Rouge para las más atrevidas
Por supuesto, las más atrevidas siempre podrán lucir el siempre encantador rouge de labios, pero en este caso, lo recomendable es no usar mucho más maquillaje, pues el pintalabios rojo acaparará toda la atención. Por otro lado, las más tímidas pueden optar por brillo de labios, mucho más discreto e igualmente práctico y bonito... aunque en este caso, cuidado con el exceso de brillo, vamos a la oficina, no de fiesta.
Máscara de pestañas
Favorecedor, ideal para definir algo tan importante en el trabajo como es la mirada. Aquellas que no se frotan los ojos en la oficina y consiguen llevarlo todo el día evitando los dichosos puntitos o restos de máscara de pestañas que caen sobre la cara, encontrarán en la máscara de pestañas un aliado perfecto para afrontar la jornada en la oficina.
Eso sí, su uso debe limitarse a dos tipos: máscara de pestañas transparente o en negro. Con la primera se consiguen realzar las pestañas sin color, por lo que se consigue la premisa de la naturalidad. La segunda da profundidad a la mirada, si bien es más recomendable para aquellas con pestañas rubias y/o cortas. Una máscara de pestañas de otro color (azul, verde) resulta extravagante y excesivo para el trabajo. La máscara de pestañas puede usarse sola o acompañada de una sombra de ojos.
¿Sombra de ojos en el trabajo?
Sin duda, la sombra de ojos es uno de los temas más controvertidos a la hora de hablar sobre cosméticos para la oficina. Puede cargar demasiado la mirada o puede conformar el diseño de un maquillaje perfecto.
El truco es elegir un buen tono de sombra y ello depende del color de la piel, del color de los ojos... La sombra de ojos en tonos tierra, grises o verdosos son adecuados para la oficinal, pues se fusionan bien con el color natural de la piel. Otras, como las azules, las rosas o las moradas quizá distraigan demasiado (en caso de reunión o interacción con otras personas) y sean más propias de un evento o celebración.
Su uso, como en todo, debe ser discreto, así que nada de sombras oscuras: negras, azules intensos, colores chocolate... el smokey eyes es muy interesante pero mejor optar por él en otro momento que no sea la oficina.
Retocar tu maquillaje de oficina
En resumen, la fórmula básica para el maquillaje de oficina es optar por una buena base de maquillaje, una máscara de pestañas y un pintalabios o brillo de labios que mejoren nuestro aspecto. Lo bueno de optar por este tipo de maquillaje natural es que los cosméticos pueden llevarse en un neceser, para retocarse en momentos de descanso y así mantenerse perfecta durante toda la jornada laboral.