El maquillaje es una de las cosas que marcan el paso de una niña a mujer, aunque mejor dicho a adolescente. No empieza a ser hasta entonces cuando empiezan a utilizar productos de cosmética. Antes el maquillarse es un juego para ellas, una forma de aparentar ser mayores. Sin embargo, cuando se encuentran en la fase previa a la adolescencia pueden empezar a sentir interés por el maquillaje y a desear empezar a maquillarse un poquito; algo que también ocurre cuando les empiezan a salir los primeros granitos.
Acontecimientos sociales en los que se quieren ver guapas serán aquellos en los que empiecen a hacerles sentirse cercanas al maquillaje. Uno de estos es su Primera Comunión. Se vestirán -normalmente- con un vestido blanco, que en ocasiones recuerda al de una novia, e irán a la peluquería para estar perfectas. ¿Por qué no maquillarse también?
Problemas del maquillaje para niñas
Lo cierto es que no es lo más habitual que una niña que hace la Comunión vaya maquillada. Incluso parece que choca con esa imagen inocente y angelical que representa un momento como el del Sacramento. Si ella insiste en hacerlo lo mejor es hablarlo serenamente y llegar a algún tipo de acuerdo. Si es lo suficientemente mayor como para usar maquillaje también lo es para debatirlo con sus padres.
El maquillaje proporciona mejor cara a las mujeres pero es cierto que tampoco es bueno. Aunque usemos productos de cosmética de calidad suponen una capa sobre nuestra piel que le proporciona suciedad y le impide respirar con libertad. Puede generar grasa, espinillas y puntos negros, sobre todo cuando no se sigue una rutina de limpieza adecuada.
A la edad en que una niña hace la Comunión -a los ocho o nueve años- no tiene la suficiente madurez como para adaptarse a una rutina que habrá de mantener de por vida. Además, probablemente si la dejamos que se maquille una vez va a querer seguir haciéndolo en el futuro más cercano y cada vez con más frecuencia.
Gloss y esmalte de uñas, lo más recomendable
Si aun así consideras bien que la niña vaya a la Comunión maquillada lo más aconsejable es que utilice productos muy básicos, que son los mismos que usaría una adolescente cuando empieza a maquillarse. Por así decir también es un modo de 'engañarla' y hacerle creer que va maquillada cuando no lo es tanto.
Un gloss que apenas proporciona brillo a los labios, a ella seguro que le fascina y, al fin y al cabo, tampoco hace daño. Además, seguro que pronto se lo acaba quitando sin darse cuenta, También se le puede aplicar un esmalte de brillo, sin color, en las uñas, algo que encantará a las más coquetas.
La máscara de pestañas no es nada aconsejable, en especial porque si se emociona o se toca los ojos puede acabar convertida en un desastre. Pero podemos contentar a la menor con una máscara de pestañas transparente, que apenas se nota y no mancha lo más mínimo. También se le puede crear una raya blanca en las pestañas inferiores, apenas perceptible para el resto de la gente pero que a ella le hará sentirse maquillada.
Maquillaje contra imperfecciones
Al igual que ocurre con las mujeres adultas, el maquillaje puede usarse para tapar alguna imperfección de la piel. Puede que nuestra hija tenga algún tipo de afección cutánea, alguna mancha o un acné precoz. Teniendo en cuenta que el día de su Primera Comunión será un acontecimiento muy importante para ella, en el que será retratada en numerosas ocasiones y del que guardará recuerdos durante años, tampoco es justo hacerle pasar un mal momento pudiendo ponerle rápida solución.
Si tiene un problema localizado se le puede ayudar a disimularlo con un poco de maquillaje. Claro está que tiene que hacerse de la manera más disimulada posible. Se puede acudir a una profesional de la estética o comprar los productos específicos y maquillarla en casa.
Hay imperfecciones que resultan más fáciles de tapar que otras, incluso hay algunas -como manchas de grandes dimensiones- que será imposible hacerlas desaparecer del todo con maquillaje. Hay que buscar el producto que se amolde a cada necesidad y tener en cuenta que la niña no está acostumbrada a llevar productos de cosmética en la cara, por lo que se la tocará, correrá y jugará y el maquillaje podrá desaparecer en un par de horas rápidamente.
Corrector o BB Cream, las opciones más aconsejables
Si son pequeñas imperfecciones puede que un corrector, bien difuminado, sea suficiente para tapar lo que puede avergonzar a la niña en su Comunión. Si son manchas de más tamaño habrá que recurrir además a un maquillaje fluido. Hay que buscar una que sea del mismo tono que su piel, para que se funda y apenas se perciba.
Una crema hidratante con color o una BB Cream son buenas sugerencias, porque se funden con la piel y dan un aspecto natural. La clave es extenderla bien y no dejar la aplicación bruscamente en los bordes de la cara porque se evidenciará que hay un tono diferente al del resto de la piel.