No es ningún secreto que el maquillaje es una herramienta que ayuda a potenciar la belleza natural y también a que uno mismo pueda expresarse a través de diferentes looks. Un maquillaje bonito y bien aplicado requiere de práctica, técnica y también de tener en cuenta ciertos factores como el tipo de piel, los tipos de acabado, etc. Si no se presta atención a todos estos elementos, el resultado final puede ser desastroso.
Uno de los miedos a los que muchas personas se enfrentan a la hora de crear y terminar un look de maquillaje es al efecto acartonado de la piel. Este efecto aparece tras aplicar cualquier producto de belleza en el rostro, sea base de maquillaje, polvos para sellar, bronceadores y demás. La característica más notoria de un maquillaje cuarteado o acartonado es que la piel se ve tirante, pastosa y a parches; algo que provoca que el look final no se vea tan bonito como debería. Por suerte, este feo efecto forma parte de los grandes errores del maquillaje y, como el resto de ellos, tiene fácil solución si se tienen en cuenta ciertos aspectos.
Si no eres capaz de lograr una piel bonita a través del maquillaje y sospechas que estás siendo víctima del temido efecto cakey, como muchas beauty gurús lo llaman, presta atención a los siguientes consejos. En este artículo encontrarás los motivos por los que tu maquillaje se cuartea y qué posibles soluciones tienes para evitar ese efecto a toda costa.
¿Por qué mi maquillaje se acartona?
Uno de los principales motivos por los que un producto de maquillaje no se asienta de forma correcta sobre la piel es porque, o bien esta última no está correctamente preparada para ser maquillada o bien porque la base en sí no es la ideal para esa clase de piel. Actualmente, existe un amplio rango de bases de maquillaje y polvos especialmente formulados para funcionar en diferentes tipos: seca, mixta o grasa.
Tu tipo de piel marcará tu maquillaje
Si tu maquillaje se acartona, posiblemente sea porque tu piel tiene unas determinadas necesidades que no cubres con tu rutina de cuidado facial y/o porque el maquillaje que aplicas sobre el rostro tampoco es el mejor para la tipología que poseas. Para solucionar esto, lo mejor es averiguar qué clase de piel tienes y para ello puedes acudir a cualquier tienda especializada para que te hagan un estudio epidérmico. Una vez sepas cuáles son las necesidades que necesitas cubrir así como los cuidados, el siguiente paso será buscar productos, tanto de cuidado facial como de maquillaje, que no resequen tu piel y que le aporten la nutrición e hidratación necesarias.
Falta de higiene e hidratación
Hay que exfoliar la piel
Para todas aquellas personas que no han nacido con la suerte de un cutis que no necesite de muchos cuidados, la limpieza e hidratación de la piel es una de las cosas más importantes a las que hay que prestar atención. Uno de los principales motivos por los que el maquillaje puede verse mal una vez aplicado es por la falta de higiene y de agua en la piel. Primero de todo, si el rostro no se exfolia y limpia regularmente, se acumularán células muertas y residuos que harán que el maquillaje cree una textura nada agradable a la vista.
Una crema hidratante en función de tu rostro
Por otro lado, y aunque la limpieza de la piel sea correcta, la presencia de agua también ha de ser imprescindible para que el resultado final quede bonito. Es importante escoger una crema hidratante que sea específica para el tipo de piel que tengas, pues una piel seca necesitará una hidratación a base de aceite mientras que una piel grasa la necesitará a base de agua. La mezcla de estos dos últimos cuidados hará que todos los productos de maquillaje aplicados sobre el rostro queden integrados, sin crear parches y con un acabado uniforme y liso.
Usar demasiada cantidad maquillaje
No abuses de maquillaje
Otro de los errores que se comenten a la hora de maquillarse y que provoca que la piel se vea acartonada y reseca es aplicar demasiado producto. Hay un dicho que afirma que "menos es más" y, en este caso, tiene toda la razón. Muchas veces, cuando se quieren cubrir imperfecciones o manchas del rostro, en vez de usar una base de alta cobertura, lo que se hace es utilizar otra menos cubriente y aplicar varias capas hasta conseguir el efecto deseado. Hacer esto implica que tu piel acabe cargada de producto y, por supuesto, se vea poco natural y acartonada.
Fundamental aplicar base o corrector
Lo ideal para que tu rostro se vea bonito y que el maquillaje que lleves encima no lo haga ver reseco y sin vitalidad, es buscar siempre una base o un corrector que consiga la cobertura y el acabado que deseemos en la primera aplicación. De esta forma, con una capa de producto será suficiente y tu piel, aunque se vea maquillada, podrá respirar y verse bonita y natural.
Excederse con los productos en polvo
Los polvos resecan mucho la piel
Los artículos de maquillaje en formato polvo, desde siempre, resecan la piel muchísimo más que aquellos presentados en formato líquido. Si tu piel es grasa, quizá puede que agradezcas más un acabado aterciopelado pero, si la tuya es una piel con tendencia a resecarse, los productos en polvo pueden convertirse en tu peor pesadilla. Con el objetivo de prolongar la duración de una base de maquillaje, es común sellar dicha base con unos polvos especiales, que generalmente suelen ser translúcidos o de color.
Los polvos provocan ese acartonamiento
En esta fase del maquillaje, el error que muchas personas cometen a la hora de sellar su base, es utilizar una cantidad ingente de polvo. Sí es cierto que, haciendo así, el maquillaje líquido de debajo no se moverá en todo el día pero la piel del rostro se verá apagada, acartonada y muy reseca. La clave para que esto no pase es aplicar una capa muy fina de polvos para sellar y hacerlo a pequeños toques repartidos por las áreas más problemáticas del rostro.
El spray fijador, tu aliado
Si de todas formas, tu tipo de piel es grasa y necesitas sellar tu base de maquillaje sí o sí, puedes huir del acabado empolvado y acartonado usando un spray fijador. Estos productos, que sirven para dar el toque final a tu maquillaje, son brumas hidratantes que ayudan a integrar todos los productos aplicados en tu rostro y, además, aportan hidratación.