La llegada de la primavera suele despertar en más de una persona, un deseo incontrolable por hacer notar ese cambio de estación en nuestra indumentaria. Y es que, dejar atrás los temporales, el mal tiempo y el frío para poder disfrutar de una de nuestras estaciones del año favoritas es de las mejores sensaciones del mundo. Y, hablando de buenas sensaciones, no hay nada más satisfactorio que te piropeen por cómo hueles.
Y es que, el nuevo perfume de Nina Ricci, Nina Rosé es uno de esos perfumes con los que consigues que todo el mundo te identifique. Un perfume de lo más primaveral. Y es que, desde la propia marca no han dudado en calificarlo como el perfume más optimista de Nina Ricc i y, la verdad, es que no podríamos estar más de acuerdo con ello. Es difícil transmitir algo tan positivo y optimista mediante un perfume, pero sin duda que Nina Rosé lo consigue gracias a su frescura y su ternura, algo que junto a lo radiante que puede llegar a ser, es capaz de transmitir solo buenas vibras.
Este magnífico perfume ha sido creado por Olivier Cresp, y en él se pueden percibir los nuevos códigos infundidos por los nuevos directores artísticos de Nina Ricci, Rushemy Botter y Lisi Herrebrugh. Nina Rosé es un perfume fruto-floral que, por su aspecto puede parecer una fragancia más infantilizada, pero nada más lejos de la realidad. Nina Rosé se trata de un eau de toilette floral que aporta un poco de aire fresco y mucha, mucha positividad.
Y es que, la bergamota y el limón se unen a las notas de pera jugosa para crear un acorde luminoso y muy fresco, creando una contradicción ya que es dulce y ácido a la vez. Esta dualidad se funde en la suavidad del absoluto de flor de azahar y de la esencia de nerolí, potenciada por una nota de jazmín. Y mientras que este bouquet de flores blancas resulta de lo más tierno, los almizcles y el cedro de Virginia aportan a la fragancia un toque de lo más moderno.
El arte de la contradicción
Precisamente, es esa contradicción la que hace este perfume único y deseado. Y es que, conseguir que algo parezca justo lo que no es, es una de las formas de engaño más arriesgadas, por lo que se debe hacer muy bien para que el resultado sea óptimo. Por eso, el trampantojo que la marca ha creado con Nina Rosé está funcionando tan bien. Esa capacidad de sorprender con pequeñas trampas que acaban con una sonrisa son las que verdaderamente funcionan y enganchan. De ahí a que la nueva versión del perfume de la manzanita se ha convertido en uno de nuestros favoritos del momento y, seguramente, se quede por mucho tiempo.
Además, esta innovación de la marca ha dado como resultado un perfume delicado y maravilloso, perfecto para todas aquellas amantes de los aromas suaves, frescos y sobretodo, que huelen a limpio. Además, su packaging es de lo más original, delicado y pensado que la marca nunca ha hecho. Y es que, Nina Rosé está dentro de la mítica manzanita, pero para esta ocasión, se ha teñido de un rosa empolvado opaco precioso. Perfecta para tenerla en el tocador, o como dicen desde la marca, "es un rosa candy, ultra-glossy sobre el vidrio, que evoca el estilo bubble-gum visto en el desfile SS20 de la Maison Nina Ricci. Del cuello hasta el estuche, una cinta con el sello " Nina " firma esta nueva creación olfativa".
Estella Boersma como imagen de Nina RoséY es que, Nina Rosé es todo lo que necesitábamos para subirnos el ánimo y la autoestima. Un perfume que no es lo que parece, que es a la vez tierno y radiante pero tiene un toque de irreverencia, el aliado perfecto de cualquier mujer empoderada dispuesta a comerse el mundo. Nina Rosé es el eau de toilette femenino más atrevido y vibrante que se ha conseguido hasta la fecha. Es una fragancia que invita a soñar a lo grande, a tener buen rollo al instante. En definitiva, Nina Rosé es un must que toda mujer debería tener en su tocador.
Además, la modelo neerlandesa Estella Boersma es de nuevo imagen de la marca tras encarnar a la emblemática heroína de Nina Ricci en las campañas Bella y Nina Rouge. Sin embargo, para esta ocasión encontramos a la modelo con un vestido firmado por Nina Ricci y, la podemos llegar a reconocer gracias a su boca lacada, con los ojos ocultos tras tres sombreros cloche apilados. La imagen también destaca por los accesorios en tonos pop cuya acumulación se erige como una alegre muestra de irreverencia. Algo que consigue transmitir precisamente eso que la fragancia es, una delicia fresca, con una alegría desbordante. Algo inédito en la identidad olfativa que hasta ahora, era inédito en la historia de Nina Ricci.
