Si alguna vez has olido un perfume que te ha recordado a otro, o has sabido diferenciar entre las intensidades de olores, probablemente tenga mucho que ver por su pertenencia a una u otra familia olfativa.
Desde siempre, el ser humano ha recurrido a potingues y esencias para desprender buen olor. La práctica totalidad de esas primeras colonias se conseguían con plantas, frutas y otros elementos naturales. Con el paso del tiempo, las técnicas y productos ya conocidos se han ampliado, mejorado y definido para dar lugar a varias familias y subfamilias de perfumes. Porque, en efecto, según la composición de una fragancia pueden distinguirse varios tipos.
Como cada perfumista tiene su fórmula, su método de composición, su preferencia por una u otra esencia, los perfumes pueden pertenecer a varios grupos, los cuales además se amplían cada vez más gracias a las mezclas. Pero, en general, se establece la familia olfativa de una perfume según el componente principal del que está elaborado.
Perfumes florales
Los más antiguos, los más usados. El uso de las flores como ingrediente principal de una fragancia se produce casi desde el mismo inicio de la perfumería. A día de hoy las flores continúan siendo uno de los elementos más presentes en la realización de un perfume, si bien grandes nombres de fragancias cuentan en su elaboración con el extracto de alguna flor. El olor evoca sensación de elegancia y remite a campos silvestres, por lo que están muy presentes en la elaboración de perfumes mayoritariamente femeninos. Tampoco hay que olvidar que, entre todas las flores, además de la rosa, una de las más habituales es el jazmín.
Perfumes florales populares
- 'Amor amor' de Cacharel
- 'Eau de parfum' de Chloé
- 'Rosabotanica' de Balenciaga
Perfumes frutales
Fáciles de distinguir porque su olor recuerda al de una fruta comestible. Los cítricos (especialmente el limón y la bergamota, a lo que luego se sumó el azahar y la naranja) abrieron la veda para que en la actualidad se encuentren todo tipo de frutas en la composición de un perfume : los extractos de uva, melón, mora, durazno, ciruela, higo o piña son sólo algunos de los más populares.
Aunque los perfumes frutales se han convertido en los preferidos para el tiempo de verano, también es posible usarlos durante el invierno. Los expertos llaman también a este grupo 'hespérida'. Asimismo, las fragancias frutales se asocian a la juventud, por lo que son ideales para adolescentes.
Perfumes frutales populares
- 'Eau de rochas' de Lancôme
- 'Ô' de Lancôme
- 'Burberry sport for men' de Burberry
- Algunas de Calvin Klein como 'One electric'
Perfumes amaderados
Como su nombre ya indica, son aquellos que se elaboran con cortezas de madera de árboles. La sensación boscosa que emite esta familia de perfumes se ha otorgado sobre todo al género masculino. Por ejemplo, el cedro, uno de las notas olfativas más comunes dentro de este grupo, puede encontrarse en muchísimas fragancias para hombre y es fácilmente reconocible.
Otra nota perteneciente a la tipología de los amaderados y que también es muy usada (ésta ya sí, tanto para hombres como en algunos perfumes para mujer), es la haba tonka. Dentro de este grupo, el cuero aunque no es exactamente madera sí se consolida como parte de la composición de los perfumes de este tipo.
Perfumes amaderados populares
- '1 million' de Paco Rabanne
- 'Boss' de Hugo Boss
- 'Eau de Lacoste Rouge' de Lacoste
Perfumes ambarados
El ámbar es la única piedra preciosa de origen vegetal, color amarillento, que se origina con la producción de la resina de los árboles. Por su parte, el ámbar gris es una secreción del cachalote (de hecho la etimología de la palabra 'ámbar' es la palabra 'cachalote' en árabe). Ambos tipos de ámbar son fundamentales en la elaboración de perfumes porque ayudan a fijar el olor y otorgan calidez. Además, pueden convertirse en la nota principal de una fragancia, ya que el ámbar posee un olor muy particular.
Cabe destacar la anécdota de que muchos perfumes que ahora se acogen a la nomenclatura de 'Oriental', cuentan con una importante presencia de ámbar en su composición que se alían con olores como la vainilla.
Perfumes ambarados populares
Perfumes especiados
Tal como señala el propio nombre de la familia, los perfumes de esta familia cuentan entre sus notas dominantes las especias. Sí, las mismas que usas para cocinar. Ellas otorgan un punto de olor exótico y potente, por lo que de nuevo los hombres suelen ser el consumidor al que suele dirigirse este tipo de productos. La pimienta, la salvia, el cardamomo o el cilantro son algunas de ellas.
Se trata de una de las familias que cuenta en la actualidad con mayor investigación y ampliación. Así, los perfumes especiados se asocian con (o han dado paso a) la familia aromática, compuesta de más plantas como el romero o el tomillo.
Asimismo en el mundo de la perfumería se viene trabajando desde hacía unos años con las semillas: especialmente las de café y la de chocolate. Estos ingredientes empiezan a aparecer en la composición de perfumes, de modo que los amantes de estos alimentos pueden poner en marcha su olfato para descubrir qué perfumes los llevan.
Perfumes especiados populares
Perfumes con mezcla de ingredientes
Como se dicho, los perfumes se componen de más de un ingrediente, además de usar cantidades diferentes entre ellos y por supuesto de diferentes fórmulas. Por ello existen varias clasificaciones de familias olfativas, aunque más o menos los grupos más coincidentes sean los expuestos.
La familia Chipre
Sin embargo, la unión de varias esencias de distintas familias ha llevado en ocasiones a que ese 'acorde', como llaman los perfumistas, se haya convertido en una familia en sí misma. Es el caso de la familia 'chipre ', nombre tomado de un perfume que tuvo muchísimo éxito a principios del siglo XX y que aunaba en su fórmula musgo de roble, pachulí y bergamota entre otros.
Este patrón de olores se ha repetido en algunos perfumes, por lo que con el tiempo se ha distinguido al Chipre como una familia más. Y lo mismo ocurre con otros ejemplos, como la familia Oriental, a la que se ha hecho referencia con anterioridad, que dentro de la familia de los ambarados reúne también maderas o vainilla.
Reconocer más o menos cada uno de estos olores es cuestión de práctica, no en vano los expertos en perfumes se llaman 'narices'. Así, una vez identificado el que más nos gusta sólo queda aplicarlo y disfrutar de uno de los sentidos menos experimentados como es el olfato.