Puede que las propiedades curativas que aporta la naranja a tu piel ya las conozcas, pero para ello debes aprender primero de qué manera aplicar este fruto a tu propio rostro. Gracias a las mascarillas caseras, tu piel lucirá perfecta y radiante durante más tiempo, sin necesidad de acudir a centros especializados de manera regular porque no afectará tanto a la constitución natural de tu rostro.
Propiedades de la naranja
Esta fruta es conocida por su alto contenido en Vitamina C, que es la encargada de potenciar la creación de colágeno natural de la piel para mantener un cutis más resistente, joven y terso. Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir la regeneración de la piel gracias a la creación y renovación de las células muertas habituales que se forman en la dermis.
La naranja es beneficiosa para contrarrestar las infecciones propias del cutis, como rojeces, granitos, espinillas o puntos negros ya que elimina parte de la grasa sobrante del rostro, no permitiendo que se vuelvan a reproducir con tanta celeridad. También contiene altos niveles de betacaroteno que favorecen la creación de vitamina A, beneficiosa para combatir el envejecimiento prematuro de la piel.
Con todo ello, las mascarillas caseras de naranja te permiten aportar hidratación y protección frente a las infecciones propias del aire, sobre todo en zonas con abundante población por la contaminación producida por vehículos de motor y fábricas. A parte de recomendar su uso de manera periódica, ya que la propia dermis se ensucia con la grasa natural que el cuerpo supura como manera preventiva, aunque esta es la causante de la mayoría de las infecciones como los puntos negros o las espinillas.
Las mascarillas caseras que te presentamos a continuación puedes utilizarlas de manera periódica durante una o dos veces por semana, dependiendo del grado de limpieza que tu piel necesite. Al no tratarse de mascarillas agresivas, sino que son unas de calve natural, tu cutis no sufrirá tanto que si se tratara de una mascarilla química. Además, son aptas para todo tipo de pieles, aunque hay que ir con cuidado de que no hagan una reacción alérgica.
Tras cualquier tratamiento relacionado con la exfoliación de la piel, es aconsejable dejar, al menos, un día de reposo para el cutis. Ya que durante la aplicación de cremas o ungüentos nuestro rostro sufrirá en mayor o menor medida. Por eso es importante no tomar el sol ni maquillarnos después, no hasta que hayan transcurrido unas cuantas horas e incluso un día entero. De esta manera, ayudaremos a que nuestra piel se regenera después de las mascarillas caseras o químicas.
Mix de cítricos
-Una cucharada de zumo de limón
-Una cucharada de zumo de naranja
-Una cucharada de zumo de zanahoria
-Una cucharada de yogur natural
Siempre y cuando sea todo natural y recién exprimido, esta mascarilla funcionará a la perfección para todo tipo de pieles. Primero se mezclan los líquidos extraídos del limón, la naranja y la zanahoria licuada, después se añade el yogur y se mueve todo hasta que quede una pasta homogénea. Dejamos que actúe durante 15 minutos sobre la cara y, transcurrido ese tiempo, retiramos cuidadosamente con agua templada.
Esta mascarilla ayuda a que tu piel sea más radiante y tenga un mejor aspecto. En parte gracias a la naranja, pero también por los demás ingredientes principales con sus nutrientes específicos. Por lo tanto, la regeneración de la dermis es mucho más beneficiosa que otros tratamientos estéticos, ya que sus componentes son cien por cien naturales y no afectan de manera negativa ni crean efectos secundarios.
El limón, por ejemplo, ayuda a nuestro rostro porque es un potente antioxidante y desinfectante de la piel, lo que permite limpiar y regenerar mejor el cutis. Mientras que la zanahoria es conocida por tener muy buenos efectos sobre la piel, ya que ayuda a eliminar manchas y cicatrices pequeñas; también funciona como un protector solar natural, ayuda a combatir el envejecimiento prematuro de la piel y posee propiedades antinflamatorias que benefician su uso a las pieles secas o sensibles.
Una mascarilla muy dulce
-Dos cucharadas de miel natural
-Medio zumo de naranja
Para preparar este tipo de mascarillas caseras se necesita todo el jugo extraído de una naranja. Luego mezclamos con las dos cucharadas de miel natural y lo removemos todo hasta que se mezcle bien. A continuación, se aplica con las manos sobre el rostro y se deja que actúe en la piel durante 15 minutos. Finalmente, limpiamos bien la cara con agua templada y dejamos que el rostro respire.
La miel posee propiedades antibacterianas provenientes de su peróxido de hidrógeno, que son las que ayudan a combatir las manchas o las infecciones como el acné. Además, limpia los poros de la cara, elimina la suciedad adherida a la dermis y acaba con la piel muerta.
Esta mascarilla es beneficiosa para nutrir la piel. Por otro lado, también podemos añadir una cucharadita de aceite de rosa mosqueta para dejar todavía más suave nuestro rostro al final de la mascarilla. Hay que calcular bien la cantidad, ya que no es necesario pasarnos con el contenido, para que así el efecto de esta mascarilla no sea perjudicial al incluir tantos elementos en cantidades desmedidas.
Piel de naranja
-Piel de una naranja
-Medio vaso de agua
Primero se debe pelar la naranja natural y cortar en cachos pequeños la piel para poder triturarla mejor en una batidora. A esta le iremos añadiendo agua poco a poco hasta que se forme una pasta homogénea. Luego esparce de manera uniforme la pasta resultante sobre el rostro con ayuda de las manos y masajea la zona con movimientos circulares, para que el contenido penetre bien sobre los poros y las imperfecciones. Eso sí, evita cejas, ojos, nariz y boca. Deja que actúe 15 minutos y luego retira con agua templada.
Finalmente puedes añadir un poco de crema hidratante tras el tratamiento, aunque tu piel agradecerá que le dejes respirar. La piel de naranja es más potente, por lo que puede crear reacciones alérgicas. Si empieza a escocer más de lo normal, retira el contenido inmediatamente con agua y aplica la crema hidratante que mejor te funcione, para que vuelva a la normalidad.