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AUTOESTIMA

Cuando la belleza se convierte en obsesión

Cuando la belleza se convierte en obsesión
Irene Solaz
Última actualización: 24 Junio 2016
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Todas las personas tenemos inseguridades, pero el problema surge cuando estos defectos nos llevan a casos de anorexia, bulimia, tanorexia o a la adicción a la cirugía estética.
Cuando la belleza se convierte en obsesiónObsesión por las medidas
Ofertas especiales en las peluquerías de cualquier centro comercial. Un descuento en bonos de seis sesiones en centros de depilación láser. Cirugía estética para operarse la nariz o el pecho, o para quitarse unos pocos kilos de más, y en cualquier revista o pasarela posan las chicas más delgadas del mundo. Todo indica que la obsesión por el físico ha llegado a un nivel extremo que afecta seriamente a nuestra salud y, curiosamente, amenaza desde edades cada vez más tempranas.

La anorexia es conocida por sus efectos en, predominantemente, chicas jóvenes. Pero también hay muchos ejemplos de anorexia infantil. Las niñas cada vez están más expuestas a temas de conversación basados en dietas y en la importancia de hacer ejercicio, y muchas de ellas, perfeccionistas sobre todo, convierten una preocupación absurda en una auténtica obsesión.

La televisión también contribuye a esta preocupación excesiva por nuestro aspecto, pues al enseñar las imágenes de los famosos es muy fácil que una adolescente crea realmente que lo que está viendo a través de su pantalla es en efecto la vida real. Concursos tales como 'America's Next Top Model', nunca deberían ser tomados en serio. Hacer ejercicio está recomendado para mejorar nuestra salud y nuestro estado de ánimo, y eliminar la comida grasienta o la bollería también va a velar por nuestra salud, pero siempre es importante no excederse.

Obsesión por estar morenaObsesión por estar morena

Algunos trastornos relacionados con la obsesión por nuestro aspecto

La anorexia y la bulimia son enfermedades, y por lo tanto se tienen que tomar en serio porque pueden llevar a la muerte. Otra enfermedad muy común es la tanorexia, o adicción al bronceado, en la cual la persona que lo sufre nunca se considera lo suficientemente morena (al igual que los dos trastornos alimenticios citados anteriormente, para los cuales la víctima nunca se considera lo suficientemente delgada).

Y no son los únicos trastornos, porque también existen muchos casos de personas con vigorexia. Quienes lo sufren realizan ejercicio de una manera excesiva, con el objetivo de ganar más musculatura, y sin embargo terminan con problemas muy serios. La depresión, la disfunción sexual, la infertilidad y el cáncer de próstata son sólo algunos de ellos.

También existe la adicción a la cirugía estética, y lo peor de este trastorno dismórfico corporal es que las operaciones pueden tener consecuencias muy graves tales como cicatrizaciones complicadas, problemas psicológicos, fiebre, infecciones, coágulos de sangre, hemorragias o incluso un resultado asimétrico. Son problemas que pueden llevarnos a sufrir traumas psicológicos.

Preparación para una operación de cirugía estéticaPreparación para una operación de cirugía estética

Cómo aceptarte a ti misma

Recuerda que las imágenes que nos transmiten en las revistas de moda y la televisión muy posiblemente han pasado por Photoshop, y que, si lo pensamos sinceramente, todos estamos cargados de inseguridades pero la única manera para que los demás puedan aceptarnos es que primero nos aceptemos a nosotros mismos. Nadie es perfecto, ni siquiera las modelos, y es importante saber reírnos de nosotros mismos y aceptar que todos tenemos cosas buenas y no tan buenas.

Escribe una lista con todo lo que te gusta de ti misma y piensa cada día que la felicidad está ante todo en ti. No existe nada malo en querer mejorar, y si realmente quieres perder unos kilos puedes apuntarte a un gimnasio con una amiga o correr varios días a la semana, siempre que tengas un objetivo realista. Tómate la vida entera para conocerte poco a poco, para descubrir quién eres y para aceptarte, y no pienses que el espejo es tu enemigo: míralo cada mañana, pero siempre con una sonrisa.

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