Un estudio reciente afirma que el 90% de las mujeres sufre celulitis, es decir, que no se libra prácticamente ninguna fémina de la antiestética piel de naranja. Para intentar combatirla existen, hoy en día, numerosos tratamientos estéticos que consiguen disminuir o paliar este defecto de la piel.
Una de las prácticas más generalizada y preferida por las pacientes es la mesoterapia, un tratamiento no invasivo que, gracias a unos compuestos homeopáticos inyectados en la dermis de la mujer, consigue una disminución progresiva de la celulitis, además de activar la circulación linfática y sanguínea.
La mesoterapia, de origen francés, consigue la liberación del exceso de toxinas y grasas. Dependiendo de la paciente, suelen ser necesarias unas diez sesiones para comenzar a ver los resultados. Sus compuestos, realizados a base de extractos naturales, cambian según las necesidades de la mujer, ya que éstas suelen acudir a la clínica estética por dos motivos: mejorar la circulación u oxigenación o metabilizar y acelerar las paredes de grasa para acelerar su desintegración.
La mesoterapia, apta para muslos, glúteos y abdomen
Se puede aplicar en cualquier zona del cuerpo, excepto en el pecho, aunque, en la mayoría de las ocasiones, se utiliza para las típicas zonas de grasa localizada, como muslos, abdomen y glúteos. Una vez finalizada la sesión es recomendable un buen masaje drenante para movilizar la grasa y así ésta se expulse más fácil y rápidamente. Además, es de suma importancia que, antes y después de cada sesión, se ingiera mucha agua, para favorecer la eliminación de toxinas.