¿Cansada de hacer deporte y ver como esos michelines localizados en la tripa no bajan? ¿Harto de trabajar el abdomen en el gimnasio y que los flotadores se resistan a desaparecer? Pues estás de suerte porque acaba de llegar a España un tratamiento no quirúrgico revolucionario de eliminación de grasa local a base de frío: la criolipólisis.
Este nuevo método de nombre impronunciable ha llegado pisando fuerte a los institutos dermatológicos después de que unos científicos de Harvard descubriesen que es el frío y no el calor el que acaba con el exceso de grasa corporal. La criolipólisis se basa en la destrucción de los adipositos (células grasas) sin dañar al resto de células vivas dando como resultado una reducción gradual de la capa de grasa.
El sistema es totalmente indoloro al no precisar de anestesias, inyecciones ni medicación para el dolor. Simplemente, se aplica frío local a temperatura uniforme en las zonas donde el paciente tenga un exceso de grasa. Es un tratamiento lento cuya duración varía en función de las zonas. La cintura, por ejemplo, necesita unas dos horas (una hora por flanco). Lo que ocurre al aplicar frio localizado es que se acelera el proceso natural de muerte de los adipocitos que son, después, naturalmente eliminados del cuerpo por la acción de los macrófagos.
Resultados efectivos pero no espectaculares
Eso sí, el tratamiento ofrece unos resultados efectivos pero lentos. Los primeros efectos se notan a los 15 días y la pérdida máxima de volumen se alcanza entre los dos y cuatro meses posteriores al tratamiento. La mayoría de los pacientes que ya han pasado por este método de reducción de grasa han experimentado una pérdida de grosor de unos 5-7 mm por sesión. La duración de los efectos del tratamiento es muy parecida a los de la liposucción. Esto quiere decir que, aunque es un atajo a la recuperación de la línea, no es milagroso. Debes acompañar el tratamiento de una dieta equilibrada y algo de deporte para asegurar su duración.
Esta técnica no quirúrgica, cuyo precio estimado por sesión es de unos 500 euros, está especialmente destinada a reducir la grasa que se acumula en cintura, caderas y espalda y que es prácticamente imposible de eliminar a base de dietas y ejercicio. Por lo tanto, no está dirigida a personas obesas. El paciente ideal para este tipo de tratamientos es aquel que tiene michelines, flotadores o tripa.