Las perforaciones corporales tienen su origen en las tribus africanas e indígenas, ya que para ellos guardan un significado especial que puede reflejar el rango que ocupan dentro de la propia tribu o el paso de la pubertad a la madurez. Parte de esta cultura se ha trasladado a occidente, donde su uso se ha generalizado por motivos estéticos principalmente, aunque en algunas ocasiones sí que se pueden relacionar con la pertenecencia a uno u otro grupo o incluso, tribu urbana.
Seguro que alguna que otra vez te has planteado hacerte un piercing en cualquier parte del cuerpo: oreja, nariz, ombligo, labios o, ¿por qué no?, en la lengua. Este último en concreto parte de la cultura maya y azteca. En estos pueblos se perforaban las lenguas de los jóvenes cuando se convertían en hombres, es decir, alcanzaban la madurez.
Este ritual era también una forma de simbolizar el valor de estos "nuevos hombres": no tenían miedo al dolor. Su uso comenzó a popularizarse a partir de los años 90 y aunque en los inicios se consideró un tema tabú, hoy responde a valores estéticos, personales e incluso sexuales, pero en definitiva guardan un significado propio a nivel individual.
Por otro lado, sí que es cierto que se trata de una zona bastante delicada y hay personas que quieren hacérselo pero le tienen bastante respeto. Tanto si perteneces a este grupo como si ya te lo has hecho, necesitas conocer los riesgos y los mitos, cómo se hace, qué cuidados hay que seguir una vez realizada la perforación, así como los cuidados necesarios para mantener la zona bucal sana y qué hay que hacer si decides quitártelo, temporal o definitivamente.
El piercing en la lengua: el proceso
¿Cómo se hace un piercing en la lengua? A simple vista es muy sencillo, pero recuerda siempre que es imprescindible acudir a un profesional y nunca intentes hacértelo tú. En primer lugar, el profesional te hará una marca en el lugar de la lengua donde se va a hacer. Luego, para evitar que la lengua se mueva, te pondrá una pinza, hueca por el centro, que servirá para evitar que la aguja pueda atravesar un vaso sanguíneo o un nervio por accidente.
Seguidamente, el profesional pasará a introducir la aguja y posteriormente el piercing en sí, que por lo general tiene una medida alrededor de los 18 mm. Como ocurre con los tatuajes, no se suele usar anestesia para realizar el proceso ya que los profesionales que se dedican a esto, en teoría, no son profesionales médicos. Además, resultaría más doloroso el pinchazo de la anestesia que la propia perforación en sí.
Antes de hacerlo, tienes que asegurarte de que estás en perfecto estado de salud ya que hasta un resfriado podría interferir de manera negativa y potenciar la aparición de infecciones. Y es que la realización de perforaciones, ya sea en la lengua u otra parte del cuerpo, es muy importante que se lleven a cabo en un establecimiento cerrado que tenga sigan las normas de higiene estipuladas para evitar correr riesgos de salud.
Peligros del piercing en la boca
Cuidado con las alergias
Otro factor muy importante a tener en cuenta es que hay que estar seguros de no ser alérgicos al material con el que está elaborado el piercing. Hay otros peligros y problemas para la salud muy comunes que normalmente se asocian a los piercings: el contacto del pendiente con los dientes puede acabar dañandolos, así como el tejido gingivial. Asimismo, los primeros días puedes encontrar dificultades a la hora de comer o hablar e incluso pérdida del sentido del gusto.
Cuidado con las infecciones
Alergias, infecciones debidas a las bacterias presentes en la boca, hemorragias, transmisión de enfermedades y obstrucción de las vías respiratorias son también algunos de los peligros que suponen los piercing en la lengua. Así, entre las enfermedades más comunes que se pueden transmitir con las perforaciones de la lengua son hepatitis B, C, tétano, herpes simple y en los casos más extremos, VIH. Como resultado precisamente de las infecciones antes nombradas, la inflamación severa de la lengua puede acabar en obstrucción de las vías respiratorias, lo que dificultaría la respiración.
Por su parte, las infecciones más comunes son el impétigo y la erisipela. La primera es la formación de úlceras o ampollas de pus en la superficie de la piel y la segunda es una infección de la fiel que se manifiesta con lesiones o heridas, fiebre alta y malestar general.
Higiene para evitar problemas con el piercing de la lengua
Por ello, es muy importante cuidar la higiene de la zona al máximo y seguir los cuidados que te recomiende el experto. Estos que te indicamos a continución son imprescindibles para evitar sustos con tu piercing.
Como hemos señalado antes, los primeros días de haber realizado la perforación la lengua puede experimentar algunos cambios como inflamación o insensibilidad, que suele durar la primera semana. Por ello se colocan piercings con la barra algo más alargada de lo normal, precisamente para que la lengua no esté presionada pues esto podría atrasar el proceso de curación y generaría molestias. Esta barra suele usarse, por lo general, durante el primer mes.
Los primeros dos o tres días son, por lo tanto, los más importantes. Aquí el seguimiento y cumplimiento de las pautas de cuidado que te den puede definir radicalmente el resto del proceso de curación. Hay que procurar tener la lengua en reposo, y tratar de hablar lo menos posible. Si eres fumador, está completamente prohibido fumar. Tampoco debes jugar con el piercing.
Seis semanas para su completa duración
Como con todo, el proceso de curación varía totalmente de una persona a otra. Sin embargo, siempre hay una norma general que nos puede servir de guía. En este caso es que el piercing de la lengua necesita alrededor de seis semanas para su completa curación. Durante la primera semana, hay que evitar comer alimentos sólidos - puedes apostar por zumos, yogures, helados o purés. En la segunda semana aproximadamente, ya podrás incorporar a tu dieta alimentos sólidos.
En estos días, hay que extremar la higiene bucal y utilizar diariamente y varias veces los enjuagues bucales cada vez que comas e, incluso, cada vez que fumes al menos las seis primeras semanas y, sobre todo, no tocar el piercing con las manos sucias. Luego ya podrás retomar tu higinie bucal que acostumbres a seguir con normalidad.
Pasado este tiempo y una vez que se haya curado por completo, también podrás cambiar la barra por otra de menor tamaño o por el piercing con el diseño que más te guste. Evita ponerte aros de plástico, oro, plata o cualquier pieza fabricada con materiales poco adecuados pues se oxidan fácilmente y son muy tóxicos para la piel, por lo que, de nuevo, pueden producirse infecciones.
Consejos si te quitas el piercing
Por último, si decides quitarte el piercing en la lengua tienes que tener en cuenta otra serie de recomendaciones para llevar a cabo el tratamiento de este proceso. Como cualquier perforación, los primeros meses aunque esté curada por completo es verdad que tiende a cerrarse de forma muy rápida. Depende del tiempo que llevemos con él puesto. Así, hay quienes recomiendan no retirarlo durante más de tres horas o un día pues podría llegar a medio cerrarse aunque sea un periodo de tiempo corto. Si vas a cambiártelo, lo mejor es que retires el que llevas e inmediatamente después lo cambies por el nuevo.
Si lo que quieres es retirarlo de forma definitiva, por lo general tiende a cerrarse y cicatrizar sin problemas. El tiempo de esto, como hemos indicado, varía en función de cada persona. Si llevas con él mucho tiempo - varios años - puedes retirarlo y despreocuparte sin problemas. Si por el contrario, hace menos de un año que te habías hecho la perforación, lo mejor es que las primeras semanas procures volver a enfatizar en la higiene bucal y apuestes por el uso de antisépticos hasta que se haya cerrado.
Durante todo el proceso, si notas que alguna de las contraindicaciones señaladas persisten durante más tiempo de lo normal, no dudes en acudir a tu médico.