El herpes zóster se muestra en nuestro cuerpo en forma de erupción, que además de ser visiblemente antiestética, resulta que también es muy dolorosa creando una fuerte sensación de ardor en nuestra piel. Este se produce por el mismo virus que causa la varicela, la varicella-zoster, y se debe a una reactivación de este virus en nuestro cuerpo, habiendo superado ya esta enfermedad a lo largo de nuestra vida. No está clara la razón de esta activación del virus en nuestro organismo y normalmente solo se presenta un único ataque en la vida del paciente.
A pesar de no estar claras las causas de esta reacción, sí sabemos que hay un pequeño grupo con mayor probabilidad de desarrollarlo. Entre estos grupos se encuentran los mayores de sesenta años, aquellas personas que pasaron la varicela siendo menores de un año o aquellos más inmunes a los virus debido al consumo de algún medicamento o enfermedad como el VIH.
¿Cómo se diagnostica?
Si observamos que en nuestra piel ha aparecido un tipo de erupción con las características que anteriormente hemos comentado, deberíamos tener en cuenta que puede ser causada por el herpes zóster.
Aún así, ya sabemos que es importante acudir a nuestro médico de cabecera antes de tomar cartas en el asunto. Nuestro médico examinará nuestra piel y la zona afectada, siempre sin maquillaje, se informará sobre nuestro historial clínico y sabrá diagnosticar la enfermedad causante de nuestro problema.
Es posible que existan ocasiones en que nuestro médico deba realizar unas pruebas más específicas para asegurarse de que nos encontramos ante el herpes zóster, por lo que podría tomar muestras de piel, evitando el maquillaje como ya hemos dicho, o muestras de sangre para darnos un diagnóstico más certero.
Este virus crea en nuestra piel erupciones, una especie de parche en nuestra piel, que más tarde puede ir acompañado de pequeñas ampollas que al romperse crean costras en la dermis. Esta erupción puede presentarse también en nuestra cara, llegando a alcanzar ojos o boca. Además, puede ser causante en nuestro cuerpo de fiebres y fuertes dolores o debilidad muscular que podran suavizarse con una cura adecuada.
Tratamiento ante el herpes zóster
Una vez visitemos a nuestro médico, este nos recetará un tratamiento que combata al propio virus y hará que nos sintamos mejor hasta que éste desaparezca con su correcta cura. Es conveniente comenzar con este tratamiento lo antes posible, por lo que ante el primer síntoma en nuestra piel deberíamos acudir a un especialista para evitar las posibles complicaciones que podrían ser causadas por un mal tratamiento del virus.
En el ámbito más casero podemos utilizar compresas humedecidas con tal de calmar los ardores y el dolor, así como realizar algún que otro baño relajante, igual que se hace con la varicela convencional. También es muy importante la limpieza de nuestra piel durante el transcurso de la enfermedad, así como evitar el uso de maquillaje. Y sería interesante evitar el contacto físico con personas que no hayan pasado todavía la varicela, puesto que al ser provocado por el mismo virus, podría ser infectado.
Con un buen diagnóstico y tratamiento del virus la enfermedad desaparecerá en un máximo de tres semanas, y lo más normal es que no vuelva a aparecer. Sí es cierto que una vez pasados estos tres meses así como el tiempo de cura, y aunque nuestra piel haya vuelto a la normalidad, los dolores dérmicos y musculares pueden durar un tiempo, incluso unos meses, pero terminarán por desaparecer.
Nuestra vida con el herpes zóster
Cuando estamos sufriendo el herpes zóster en nuestra dermis lo notamos también en nuestro estado de ánimo. Los fuertes dolores y la posible fiebre afectarán a nuestra vida cotidiana y debemos llevar un ritmo de vida tranquilo y sin estrés, pues por lo contrario podría empeorar.
En cuanto al tipo de dieta que deberíamos llevar durante la enfermedad, es importante recordar que debemos consumir alimentos bajos en grasas y evitar las comidas copiosas, ya que nuestro cuerpo está luchando contra el virus y debe centrarse en él. También se recomienda consumir alimentos con Vitamina C para ayudar a cicatrizar nuestras heridas.
Evita las prendas ceñidas
Referente a la vestimenta, es importante evitar las prendas ceñidas ya que la piel necesita estar en contacto con el aire para ayudar a cicatrizar las heridas causadas por las ampollas. Podemos intentar vestir con ropa suelta y utilizar principalmente prendas de algodón.
Sabemos que no es agradable tener estas marcas en nuestra piel y, sobre todo en nuestra cara, a la hora de realizar una vida normal. Pero al igual que con cualquier otro tipo de herpes, es importante esperar a que la enfermedad pase con naturalidad, no cubrirla con maquillaje o intentar disimularla sin antes consultar con un especialista, ya que podemos empeorar los síntomas y alargar la enfermedad por quererla ocultar, cosa que no sería muy agradable.
Existen parches contra el dolor
El dolor puede resultar insoportable, por lo que deberíamos consultar a nuestro farmacéutico para que nos informe sobre parches y medicamentos que nos ayudarán a reducir las molestas.
Por lo tanto, si estás sufriendo esta enfermedad esperamos que nuestros consejos te sean de utilidad y que reacciones de la forma adecuada acudiendo a tu médico, pues él podrá ayudarte. Si nunca has pasado esta enfermedad y sí has pasado la varicela, ten en cuenta que existe la posibilidad de que la sufras a lo largo de tu vida y recuerda bien los consejos que te hemos dado en estas líneas así como los consejos de tu farmacéutico más cercano.