Las estrías son bandas lineales de piel atrófica y en ocasiones arrugada, que aparecen cuando la dermis (capa más profunda de la piel) se estira y deforma en exceso. Pueden originarse bajo la influencia de estrógenos o corticoides, en algunas etapas de crecimiento como pubertad o embarazo y en situaciones de aumento o disminución de peso. Se produce una desaparición de fibras elásticas y del colágeno de la piel. Existen distintos estadíos y tipos de estrías, que determinan la apariencia y el grado de severidad.
Hasta hace unos años las estrías suponían un problema estético notable, muy frecuente y difícil de corregir. Los tratamientos tradicionales, los productos tópicos o la dermoabrasión, eran los más usados por las mujeres como tratamiento contra ellas. Sin embargo, ofrecen resultados discretos, con el riesgo de producir hiperpigmentación. El avance de las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina estética han ofrecido nuevas soluciones, haciendo del empleo del láser, una técnica cada vez más de moda gracias a los resultados que ofrece unidos a lo indoloro de las sesiones.
Tratamiento láser contra las estrías
El descubrimiento del láser y sus usos en medicina estética han abierto una gran gama de soluciones a problemas estéticos y las estrías no son la excepción. Con esta nueva técnica, es posible tratar las estrías en su fase inicial con un láser vascular. Para el tratamiento de las estrías blancas se usan técnicas para la estimulación del colágeno y la reconstitución de la dermis atrofiada, mejorando así su apariencia, aunque la eliminación definitiva es muy complicada y depende de muchos factores.
El láser trata el tejido afectado y la energía que emite estimula el crecimiento de nuevo colágeno, que ayudará a la reconstrucción de las fibras de tejido afectadas. El tipo de láser más apropiado para el tratamiento, es aquel que facilita la estimulación del nuevo colágeno que incide sobre los fibroblastos que se alojan en la primera capa de la dermis. Este tratamiento es capaz de mejorar la apariencia de las estrías tanto en textura, como apariencia y color.
El uso del láser para combatir las estrías está cada vez más extendido, y hasta las celebrities acuden en su ayuda. La última en recurrir a él ha sido la famosa Kim Kardashian, quien en su programa de televisión ha mostrado a sus fans cómo eliminó las estrías que aparecieron en su cuerpo tras dar a luz.
Así funciona el láser contra las estrías
El láser utiliza una luz infrarroja fraccional que es muy estrecha y que se transmite directamente a través de la piel y estimula las células de la dermis para producir nuevos tejidos. La luz del láser incide sobre la piel debajo de la cicatriz o marca que la estría ha dejado y provoca que los fibroblastos de la piel se dividan de nuevo. Además ayuda a estimular el colágeno de la piel. Con el tiempo, consigue espesar los tejidos hasta que al resto de la piel. Su eficacia contra las estrías radica en su capacidad para introducirse micro- rayos de energía que garantizan una intensa remodelación del colágeno y la elastina atrófica, disminuyes la microvasculación alterada y corrigen la alteración pigmentaria superficial.
En resumen, la luz del láser penetra en las distintas capas de la dermis, incidiendo sobre las células alterada tanto a nivel superficial como en las capas profundas, atacando las zonas estriada desde dentro hacia afuera. Su principal beneficio se encuentra en la capacidad de la luz emitida por el láser para llegar a capas profundas y no sólo a la parte superficial. Su aplicación, no produce daño epidérmico, por lo que no daña la piel tratada. Y se puede usar tanto en estrías nuevas como en estrías más antiguas y de larga evolución.
Tras la sesión, la piel permanece intacta, por lo que el paciente no tiene que realizar ningún cuidado especial entre sesiones salvo las habituales en el uso del láser, como son, evitar la exposición solar y aplicar crema hidratante en la zona. Esto supone un gran beneficio para el cliente, pues no precisa una rutina de cuidados posteriores ni realizar ningún tipo de cura, como si sucede con otros tratamientos. El número de sesiones recomendado es una media de cuatro, y se espacian cada 3-4 semanas. No se precisa ningún periodo de recuperación ya que solo presentará un discreto enrojecimiento de la zona los tres primeros días.
Los resultados son variables según la respuesta de cada persona, ya que dependerá de la capacidad regenerativa de los fibroblastos de cada piel. Los fibroblastos tarden en generar nuevo colágeno, una media de seis meses. Es por ello, que si bien los resultado son visible desde las primeras sesiones, es recomendable esperar un tiempo prudencial de 3-6 meses desde que se ha concluido el tratamiento para observar la mejoría alcanzada.
Cuándo realizar el tratamiento
Como hemos mencionado, el éxito del tratamiento se fundamenta en la capacidad de reconstruir el colágeno en la dermis, y esto es más fácil de lograr cuando las estrías afectan a la parte más superficial, que cuando hay que penetrar en capas más profundas, pues en estos casos se ven afectadas más células. El colágeno se restituye más rápidamente en las estrías recientes y rojas, que son los estadíos más iniciales, por lo que es conveniente que una vez que éstas aparezcan sean tratadas rápidamente, pues los resultado en ésta primera etapa son muy superiores.
Cuando las estrías son blancas y llevan un largo tiempo de evolución puede ser necesario para obtener resultados satisfactorios combinar el tratamiento con láser junto a lo que se conoce como bioestimulación mediante mesoterapia con sustancias revitalizantes y reestructurantes, como es el silicio orgánico, que se administra en forma de microinyecciones intradérmicas indoloras. Para estrías blancas con flacidez de la zona asociada, se puede usar el láser junto a la bioestimulación y un tratamiento mediante luz infrarroja de banda ancha y fraccional que induce la contracción de dermis.