La flacidez es la pérdida de elasticidad de la piel, ya sea en rostro, cuello, brazos, glúteos, piernas o abdomen. Esto puede deberse al envejecimiento, al tabaco, a la pérdida o la recogida rápida de peso, a una mala alimentación y a una vida poco saludable. Para aumentar el colágeno natural de la piel y la firmeza de esta, es necesario realizar varios ejercicios musculares y masajes diarios para recuperar tonificación.
Contra la flacidez, un cambio de hábitos
Para empezar a combatir la flacidez hay que variar el estilo de vida que llevemos. Primero habría que hacer una dieta más saludable, beber abundante agua y empezar a hacer ejercicio físico con más asiduidad.
También ayudan los rituales diarios en los que las cremas y algunos aceites previenen la pérdida de elasticidad y ayudan a recuperar una piel fina y natural; aunque no hay que esperar milagros si no aplicamos los consejos anteriores.
Lo primordial para realizar este tipo de masajes contra la flacidez es determinar la zona que queremos reactivar y aplicar cremas hidratantes específicas para combatir la pérdida de elasticidad, ya que ayudarán con sus principios activos, o el gel natural del aloe vera. Una vez sepamos dónde aplicar la presión, procederemos con la función de las manos.
Masaje paso a paso
Rotación circular
El mejor movimiento para este tipo de pérdida de debilidad de la dermis es, mediante la presión de los dedos pulgar, índice y corazón, y aplicar una rotación circular sobre la zona. Durante unos minutos, seguiremos con este proceso de manera que activemos el músculo y ayudemos a una buena circulación, que permitirá la eliminación de toxinas.
Movimientos alargados
Ese movimiento circular debe combinarse con otros movimientos alargados, es decir, que simule que está estirando el músculo. Estos últimos solo se repetirán varias veces tras los primeros para relajar y dejar descansar al músculo y la piel durante unos segundos, ya que ha recibido una presión previa. Hay que tener cuidado de no hacerse daño, pero lo iremos repitiendo durante sesiones de dos o tres veces, dependiendo de la cantidad de fuerza que apliquemos y lo debilitada que tengamos esa parte del cuerpo.
En el rostro debemos proceder de manera diaria, ya que la cara es lo que más se ve y una de las zonas que más utilizamos. Por eso hay que mantener una piel fina y delicada gracias a este tipo de masajes. Aplicando la suficiente presión con todos los dedos de la mano desde el cuello hacia la barbilla, para evitar la aparición de la famosa papada.
También se puede aplicar el estiramiento y alargamiento del rostro en los ojos y la boca. En ambos casos colocaremos los dedos índices sobre el rabillo y la comisura por los dos lados, para estirar durante cinco segundos esa parte y volver a repetir. Así conseguiremos elasticidad en la zona y evitaremos que empiecen a aparecer pequeñas arrugas antes de tiempo.
Pequeños pellizcos
Tras el movimiento de los círculos y el alargamiento, también se puede reactivar la zona con pequeños pellizcos, sin que lleguen a doler, claro está, para mejorar la circulación y la capacidad de resistencia de la propia piel. Con este proceso se pueden estimular los músculos y reanimar la actividad de la zona muscular. También conseguimos controlar que la piel está debidamente hidratada: cuando pellizcamos la tez, debe volver a su sitio de inmediato; sino, eso significa que nuestro cuerpo necesita mayor absorción de líquidos.
Pequeños golpes
Una vez tengamos hecho esto, procederemos a aplicar una serie de golpes flojos con los dedos índice y corazón. De esta manera, el músculo se terminará de despertar y, gracias a la crema que nos apliquemos previamente al masaje, conseguiremos que la piel admita mejor las sustancias nutritivas y tonificantes, además de permitir una mayor absorción de la loción escogida.
Ventajas de un masaje contra la flacidez
Por lo tanto, queda recordar los pasos clave : hacer presión con los dedos mediante movimientos circulares, seguidos de otros que alarguen el músculo, para continuar con pellizcos que reactiven la circulación, terminar con golpecitos y volver a repetir el proceso. Con este masaje conseguiremos que nuestros músculos se despierten y que la piel flácida no forme parte de nuestro cuerpo.
Por eso es importante empezar cuanto antes, para evitar la aparición de arrugas o pieles estriadas, ya que con el tiempo nos aparece a todo el mundo. Este proceso de envejecimiento de la piel se puede retrasar gracias a este tipo de masajes, que puedes hacerlos en casa fácilmente, aunque existen especialistas que acompañan con las limpiezas de cutis, además de mantener un aspecto más saludable a la larga.
Al beber abundante agua, al menos dos litros diarios como recomendación médica, y realizar el masaje contra la flacidez, los músculos y la propia piel estará hidratada por dentro. Pero para humedecer la dermis por fuera también, los baños serán importantes, ya que ayudarán a limpiar, relajar y exfoliar la tez. Mediante una esponja de crin y con movimientos circulares a través de todo el cuerpo, favoreceremos el proceso. Además, si aplicamos agua fría con gran presión la reacción tonificante será más rápida.
Este tipo de baños se deben realizar de manera diaria o, al menos, tres veces por semana. Aunque la contaminación, el estrés y las comidas a deshoras son parte de la jornada que necesitan contrarrestar sus efectos de manera continua.
Otros ejercicios que ayudan a tonificar
Ejercicios de fuerza
En el caso de los brazos, la flacidez se combate mediante ejercicios de fuerza, como las flexiones o con pesas, son las más convenientes, ya que ayudan a aumentar la masa muscular. Andar, correr o hacer sentadillas diarias endurecen la parte de las piernas y los glúteos, favoreciendo la tonificación y reafirmando la zona. Estos entrenamientos se deben realizar de manera continua para que funcione, además de combinarlo con los masajes.
Estiramientos
Para la cara, es necesario un espejo y perder la vergüenza, ya que los estiramientos del rostro son algo peculiares. Uno de los pasos consiste en abrir la boca, sacar la lengua, alzar las cejas y abrir mucho los ojos de manera que esta posición se mantenga durante unos segundos. Así destensaremos los tendones y los músculos faciales. También se pueden gesticular las cinco vocales, pero dichas de manera exagerada, para activar todos los músculos de la mandíbula.
Un beneficio a largo plazo
Durante unos pocos minutos al día, podremos dedicarnos a nosotros mismos. Nos conoceremos mejor, nos relajaremos, eliminaremos el estrés, hidrataremos nuestro cuerpo por dentro y por fuera, conseguiremos una piel más saludable y también favoreceremos la eliminación de toxinas. Por eso no hay que poner excusas, ni alargar el momento de empezar, porque es beneficioso para nosotros a corto y largo plazo.