La moxitoterapia es una terapia japonesa de estimulación mediante calor que agrupa los principios de cauterización por calor o moxibustión y que se combina con técnicas de masaje y de presión sobre los puntos energéticos del cuerpo humano.
El poder de las plantas milenarias
En esta sesión se pasa una varilla de incienso que se encuentra dentro de un bolígrafo de acero con orificios por donde se desprenden calor y hierbas aromáticas.
En esta varilla se encuentran 12 plantas milenarias como el pino, que es estimulador; la equinácea, que potencia el sistema inmunológico; el níspero japonés, el olivo, la artemisa y la pasiflora entre otras.
Cada planta, hierba o árbol tiene propiedades calóricas y radiaciones diferentes sobre el cuerpo humano, este calor combinado con la terapia de presión digital y la del masaje es una terapia completa y sencilla que sintetiza las ventajas de varias terapias orientales: el masaje, trabajo mediante la manipulación manual, para mejorar la circulación sanguínea y linfática; y el shiatsu, actuando con presiones de los dedos, sobre puntos concretos siguiendo los canales de energía del cuerpo, por eso esta técnica tiene fines terapéuticos a la vez que estéticos.
La moxitoterapia otorga vitalidad al poder natural del cuerpo humano de regenerarse y por tanto, de curarse a sí mismo. El poder terapéutico de esta terapia se ve reforzado y produce un efecto profundo y beneficioso para la salud.
Los beneficios inmediatos de la Moxitoterapia
A simple vista podemos observar que la piel queda mucho más suave, más reafirmada, en definitiva, con más vida. El calor penetra y va a la musculatura más profunda, relajándola. Es un calor comparado con la radiación solar cuando penetra en nuestro cuerpo, por eso es tan terapéutico.
La moxitoterapia se trabaja desde la planta del pie hasta la parte superior de la cabeza, deteniéndose en cada zona energética y pasando la varilla aplicadora lentamente.
Es una técnica perfecta para eliminar los dolores de la musculatura gracias al calor que desprende la varilla y a las plantas milenarias.
También es un tratamiento fantástico para mejorar la retención de líquidos y para reafirmar la piel, además de todo esto resulta muy placentero gracias al calor que desprende la varilla aplicadora.
Mejora el aspecto general de la piel y produce una sensación completa de bienestar que además nos llena de energía, ya que se trabajan los puntos energéticos del cuerpo liberándolos y restableciendo el equilibrio de cuerpo y mente.